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BLITZ

La historia se repite

Se conoce por blitz a los bombardeos nocturnos que, de forma sistemática, el ejército nazi lanzaba sobre las ciudades inglesas, especialmente sobre la capital, entre los años 1940 y 1941. Es natural que Steve McQueen, como inglés, y sobre todo como londinense, se sienta impelido a tratar uno de los eventos más traumáticos de la historia reciente de Gran Bretaña. Sin embargo, el director de 12 años de esclavitud (Twelve Years a Slave, EEUU, 2013) y de Viudas (Widows, Reino Unido, 2018) no podía hacerlo con los héroes que antes se consideraban paradigmáticos, por eso los protagonistas de su última película, Blitz (Steve McQueen, Reino Unido, 2024), son dos personajes que, en la época en la que ocurre la trama, hubieran sido dos parias del entonces humilde barrio de Stepney Green.

Blitz. Revista Mutaciones - 1

Rita (Saoirse Ronan), una madre soltera, decide mandar a George (Elliott Heffernan), su hijo afrodescendiente de 9 años, a las afueras para ponerlo a salvo de los bombardeos. Sin embargo, el niño, enfadado, se niega a despedirse de ella. Atormentado por este hecho, salta del tren en marcha para reencontrarse con su madre. El director vincula así una trama bastante clásica de una película bélica con dos personajes que no pertenecen a la familia británica hegemónica de entonces. Estos dos elementos enlazan muy bien con las últimas películas y series presentadas bajo el sello de Apple Originals. Esta nueva major, con una ideología afín a la del partido demócrata estadounidense, tiene como pilares de sus producciones la creación de historias progresistas que denuncian la discriminación (racial, por género y orientación sexual), interpretadas por rostros conocidos y dirigidas por realizadores consagrados y eficientes. Dentro de estos criterios se enmarcan algunas de sus últimas películas, como Los asesinos de la luna (Killers of the Flower Moon, Martin Scorsese, EEUU, 2023), donde un director como Martin Scorsese denuncia de manera directa la masacre de los Osage, o La tragedia de Macbeth (The Tragedy of Macbeth, Joel Coen, EEUU, 2021), en la que el héroe shakesperiano es interpretado por Denzel Washington. Así, la Blitz de McQueen corresponde a la perfección con la línea editorial de Apple Originals y no defrauda al espectador: bien ejecutada formalmente, bien interpretada y bien construida, resultando en una visualización satisfactoria -aunque probablemente poco sorprendente-.

El estreno simultáneo en todos los países en los que está presente la plataforma (que son más de 100) es, quizás, una de las razones por las que la película no profundiza en algunos elementos muy interesantes como la discriminación a la que, sin duda, tendrían que enfrentarse dos personas como los protagonistas durante la primera mitad del siglo XX en Londres. Sin embargo, Steve McQueen no se permite obviarlo y por eso, en una de las secuencias con más sinceridad, George descubre en los escaparates de un comercio de dulces unas pinturas en las que se retrata de manera despectiva a los trabajadores de origen africano de las plantaciones azucareras. El protagonista, al ver la representación que en su propio país hacen de personas como él, es consciente (puede que por primera vez), de que es visto como alguien diferente por el resto de los ingleses.

Blitz. Revista Mutaciones - 2

Paralelamente a ello, el largometraje es ambicioso, tanto formal como narrativamente. Con un ratio de 2.39:1, Blitz hace del despliegue exuberante de sus recursos uno de sus principales atractivos para el gran público. Steve McQueen y Apple Originals quieren llevar a la (ya no tan pequeña) pantalla un film con un buen acabado técnico y unos llamativos efectos digitales. Sin embargo, no consigue destacar visualmente en algunos aspectos como el de la representación de ese periodo histórico, utilizando un cromatismo apagado y previsible, con una representación de la época que no aporta nada que no hayan hecho otras películas.

Lo más llamativo de sus elementos formales es el tratamiento del sonido. Además de contar con la música compuesta por Hans Zimmer, la película trabaja muy detalladamente su banda sonora. Probablemente esto esté vinculado a que la vivencia de los bombardeos por parte de los ciudadanos era más a través de sus oídos que de sus ojos: los avisos de bombardeo se hacían mediante altavoces y después, en los refugios, lo que percibían de las bombas era el ruido de sus explosiones. Por eso, McQueen también los relata más a través del sonido que de la vista -aunque se permite una secuencia de extravagancia visual con el accidente por el que se estrella una avioneta en llamas digitales-. Es especialmente interesante un recurso que el director británico repite varias veces: las canciones que cantan o interpretan los personajes y que, por tanto, pertenecen al mundo diegético, se ven interrumpidas por corte directo, sin fundido sonoro de ningún tipo, para dar paso a la siguiente secuencia. Este procedimiento, que rompe con la organicidad del resto de la obra, explica su razón de ser en una de las secuencias centrales en la que, en un club de alto standing, la fiesta y la música son interrumpidas abruptamente por un bombardeo.

McQueen también es ambicioso en la gestión de los tiempos narrativos y apuesta por una estructura temporal compleja, donde se mezclan dos puntos de vista diferentes dentro del presente que entrelaza con flashbacks, ensoñaciones y premoniciones de sus protagonistas. Sin embargo, el ganador del Óscar demuestra su destreza narrativa con un relato que no resulta nada confuso y en el que ninguna de las escenas nace del capricho y en el que todas, aunque en un principio parezcan desconectadas, tienen una vinculación causal al más puro estilo del cine clásico, sin que ello sea un impedimento para sorprender al espectador con más de un giro inesperado.

La película se estrena en noviembre del 2024 y por eso es inevitable ponerla en relación con los bombardeos que en este momento están ocurriendo tanto en suelo europeo como en el de oriente próximo. Actualmente vivimos en un tiempo convulso en el que la revisión de eventos históricos como el blitz pueden ser de gran utilidad para no condenarnos a repetir el pasado. El propio Steve McQueen ha tratado el pretérito en algunos de sus otros trabajos como en la ya mencionada 12 años de esclavitud o más directamente todavía en Occupied City (de Bezette Stad, Reino Unido, 2023), para ponerlo en diálogo directo con el presente. Sin embargo, Blitz no llega a distanciarse de la ambientación temporal ni profundiza en esos ecos entre ese momento y el ahora. Los muestra, pero no los subraya. Quizás McQueen reserve esto para futuros proyectos.


Blitz (Reino Unido, 2024)

Director: Steve McQueen / Guion: Steve McQueen / Dirección de fotografía: Yorick Le Saux / Montaje: Peter Sciberras / Diseño de producción: Adam Stockhausen / Música: Hans Zimmer / Reparto: Saoirse Ronan, Elliott Heffernan, Harris Dickinson, Benjamin Clementine.

Un comentario en «BLITZ»

  • No he podido ver la película, de momento, pero tengo curiosidad por verla y comprobar cómo, de nuevo, este director consigue entrar en un género, en este caso el de la vida cotidiana bajo la guerra, y abordar detalles menos convencionales, aprovechando, precisamente, la más que conocida situación dramática que sirve de marco.

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