UN HÉROE

Bondad y resignación

Resulta estimulante encontrar en el cine iraní de Asghar Farhadi todo un conjunto de reglas molares que estructuran a la sociedad de su país. Farhadi es un maestro describiendo Irán, mostrando las normas o preceptos que emanan de la tradición, la religión y la política. Los protagonistas de sus películas viven en ese particular filo en el que sintiéndose atados a ese conjunto de normas intentan lidiar con su propia moral. Así ocurre, por ejemplo, en Nader y Simin, una separación (2011) cuando por un descuido de la asistenta que cuida al padre de Nader se destapa un cuestionable delito que condicionará la relación entre la pareja.

Otro delito es el detonante de la tragedia que sufre Rahim, protagonista de Un héroe (2021), que se encuentra en prisión al no poder afrontar la devolución de un préstamo que había recibido y por el que había sido estafado por su socio. En una salida de permiso en la que visita a su familia y a su futura esposa, Rahim intenta convencer a su acreedor para que acepte un plan de pagos. A la par, su prometida se encuentra una bolsa con oro que puede reducir parte de la deuda, sin embargo, Rahim decide devolver el dinero, movido por un deseo de no aprovecharse de la desgracia ajena. En la búsqueda del propietario del bolso, Rahim decide poner carteles, lo que llama la atención de medios de comunicación que popularizan su historia. Así, entre la honradez de su acto, la fama no deseada, las suspicacias de su acreedor y los intereses generados en terceros, Rahim tiene que luchar contra un cambiante entorno que le convierte tanto en héroe como en villano. ¿Es Rahim un bondadoso ciudadano que lo único que pretende es saldar su deuda para poder salir de la cárcel, o es en realidad un estafador que ha encontrado en un bolso lleno de oro la oportunidad de beneficiarse de la fama para salir de la cárcel?

Un héroe, presentada en la sección oficial de la SEMINCI, sigue una estela continuista al resto de la filmografía de Farhadi ambientada en Irán: El viajante (2016), Nader y Simin, una separación o A propósito de Elly (2009). La puesta en escena queda supeditada a un excelente guion donde la cámara es una mera espectadora de lo que acontece. De hecho, Farhadi únicamente se permite romper con esta puesta en escena en el inicio con un largo travelling que muestra la la visita de Rahim a su cuñado al salir de prisión, y en el final con un sostenido plano fijo que tensiona el desenlace de la historia. También el tempo de la película queda moldeado por el ánimo de su protagonista y todo acto es consecuencia del anterior dando una estricta coherencia al guion. Un estilo del que se alejó en aquellos trabajos rodados fuera de Irán: Todos lo saben (2018) y El pasado (2013), pero que ha convertido al director iraní en guía de otros compatriotas como por ejemplo Mohammad Rasoulof (La vida de los demás, 2020).

Ya desde la cita inicial que introduce Un héroe observamos cómo se posiciona Farhadi en cuanto al devenir de su protagonista. Rahim se resigna a aceptar su destino, ya sea el de culpable o el de héroe, porque todas sus acciones nacen desde su bondad y misericordia. En esa resignación se apoya Farhadi para convertir el destino de Rahim en una especie de viacrucis de casualidades, aunque bien es cierto que el director iraní es un perfecto narrador que maneja el ritmo y la tensión de la película para mantener siempre en vilo al espectador y que dota a cada escena de la vida de Rahim en un perfecto puzle donde todo encaja.

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Un héroe (A Hero, Irán, 2021)

Dirección: Asghar Farhadi/ Guion: Asghar Farhadi/ Reparto: Amir Jadidi, Abolfazl Ebrahimi, Mohsen Tanabandeh, Fereshteh Sadrorafaei, Sarina Farhadi / Producción: Asghar Farhadi, Hamid Reza Ghorbani, Alexandre Mallet-Guy, Olivier Père / Fotografía: Ali Ghazi, Arash Ramezani / Edición: Hayedeh Safiyari