HAMADA
Un pueblo que respira dignidad
Ya en el inicio de Hamada, Eloy Domínguez Serén dilucida cuál es el motivo del título de la película. Hamada es una parte plana y rocosa de terreno desértico, principalmente sin arena. Definición puramente geológica que, sin embargo, para el pueblo saharaui tiene una connotación de falta de vida. El desierto como telón de fondo en Hamada engulle la vida en los campamentos de refugiados del pueblo saharaui en el oeste de Argelia, a una decena de kilómetros de la frontera con Marruecos, de unas tierras que reclaman como propias y que fueron invadidas en 1975 por la marcha verde.
Las condiciones de vida se pueden imaginar extremas: un camión cisterna llena balsas flotantes para abastecer de agua a la población, el árido terreno y las altas temperaturas hacen que las mujeres se cubran completamente el cuerpo para protegerse, o el todoterreno que atraviesa el campamento es el único vehículo para alcanzar las poblaciones más cercanas. Sin embargo, a pesar de las condiciones de los refugiados, Eloy Domínguez Serén posiciona la cámara con la suficiente distancia para mostrar sin condescendencia ni amarillismo la realidad que vive el pueblo saharaui en los campamentos. Una mirada que quiere ser justa con sus personajes para mostrarlos con la dignidad que se merecen y que apunta con certeza a las causas de su desplazamiento hacia territorios argelinos.
Hamada no tergiversa la realidad que muestra. Domínguez Serén no espera escuchar el discurso político que denuncie el estado de los refugiados, sino que observa a sus personajes, sus conversaciones, sus preocupaciones y quehaceres, y plasma su día a día mediante un collage de escenas cotidianas. Así en una conversación entre dos mujeres, una de ellas se sorprende de recibir llamadas de un número desconocido, o un amigo le pregunta a otro que ha salido del campamento cómo son las mujeres más allá de la frontera, o un hombre arregla teléfonos móviles con la destreza de un relojero.
Detalles que conforman una realidad mediante un álbum de pequeños momentos en los que el teléfono móvil puede comunicarles con sus parientes y amigos de Europa, o en los que arreglar el motor de un vehículo aglutina a varios mecánicos. Aunque las preocupaciones del que se ha ido suenen a cuento increíble y el coche solo sirva para alcanzar la frontera del campamento.
Hamada (Hamada, Suecia, 2018)
Dirección: Eloy Domínguez Serén / Producción: Fuglene AS / Majade filmproduktion / Momento Film / Música: Kjetil Schander Luhr / Fotografía: Eloy Domínguez Serén / Montaje: Eloy Domínguez Serén / Ana Pfaff.