IN WATER
El sueño de dejar de ver
Si todo está desenfocado, algo debe estar enfocado. Así es como funciona la distancia focal. Por eso, te limpias la gafas, entrecierras los ojos y te preguntas si esta escena está más enfocada que la anterior. O quizás sea tu imaginación. A partir de un error nimio durante el rodaje de una escena, Hong Sang-soo decide que In Water (2023) la grabará en su totalidad desenfocada. Se trata, ni más ni menos, de la última forma de encontrar el minimalismo formal que lleva explorando en la más reciente etapa de su carrera cinematográfica. Un minimalismo que forma parte de la intención de reducir la imagen, pero sin arrebatarle nunca su complejidad visual.
El desenfoque contamina la película en su totalidad, a través de tres protagonistas desdibujados que vagan por las calles de una ciudad costera en busca de las localizaciones perfectas para rodar el cortometraje de Seoung-mo (Shin Seok-ho). El desenfoque no es solo visual: para el espectador, Seoung-mo es incapaz de escribir el guión para el corto, no hay un principio, nudo, ni desenlace. El proceso creativo que está desarrollándose dentro de la película se muestra inaccesible, se pregunta por qué tanta prisa por crear o por acertar en la creación… ¿Hay acaso lugar para equivocarse o para crear por crear sin llegar a ningún lado?
In Water recuerda inevitablemente a las pinturas del artista Philip Barlow, cuyas obras se asimilan como fotografías desenfocadas, en las que los cuerpos son distinguibles pero nunca resultan conocidos: ¿son jóvenes? ¿cómo son sus rostros? ¿qué miran exactamente? La película de Hong abraza también la mimetización de sus personajes en movimiento con los espacios que habitan y observan. El desenfoque los comienza a invisibilizar –hasta desaparecer por completo– y con ello también les arrebata la responsabilidad de ser percibidos y comprendidos. Comienzan a habitar el margen de la imagen cinematográfica.
El cine está dominado por su nitidez. Su imagen debe ser observada sin fisuras y sus narrativas deben ser comprensibles. El cine debe entenderse, tener un comienzo y un final. Si una imagen es confusa, se generan a partir de ella espacios vacíos de conocimiento, espacios que se abren al espectador para que proyecte preguntas y respuestas inconclusas. En cambio, el cine de Hong acostumbra a distraerse: el paneo de Grass (2018) que se aleja del cuerpo para dirigirse a su sombra, o los zooms gatunos presentes en La mujer que escapó (2020) y Nuestro día (2023), además de tiernos, rompen con la linealidad narrativa y visual. Todos estos gestos de Hong configuran una economía de la imagen sostenida en el minimalismo, los lugares intermedios, las elipsis y el rechazo a las composiciones normativas. Hong Sang-soo ha redirigido con su cine la imagen a los márgenes de la pantalla, de la imagen y de la propia vida, que hasta el momento siempre había sido nítida.
Hito Steyerl, en La imagen pobre, escribe: “Si se entiende el enfoque como una posición de clase, como una posición de comodidad y privilegio, entonces al estar fuera de foco rebaja su valor como imagen”. Puede que la imagen de Hong Sang-soo en In Water deje de ser una imagen y sea otra cosa. Como diría Legacy Russell, estaría cerca del glitch: una imagen digital imperfecta construida a base de errores y que rechaza la posición privilegiada –económica y social– de la imagen nítida y legible. Similar a aquellos glitches de The Beast (Bertrand Bonello, 2023), que imagina una imagen cinematográfica diferente al reclamar el fallo, Hong, desde la propia concepción de la película, reclama el error y el fracaso como una forma de crear atravesada por la incomprensibilidad. Si por regla general se le otorga al sentido de la vista una objetividad, productividad y veracidad de la que otros sentidos carecen, con In Water no se llega a destruir la imagen, pero le permite no cumplir su función aparente –ser visible sin fisuras– al abandonar la visión como sentido prioritario creador de sentido (un ejercicio redondo si no tuviéramos que leer los subtítulos). Así, Hong Sang-soo permite a su imagen, personajes e, incluso, espectadores ser, por fin, completamente improductivos.
In Water (Mul-an-e-seo, Corea del Sur, 2024)
Dirección: Hong Sang-soo / Guion: Hong Sang-soo / Producción: Hong Sang-soo / Fotografía: Hong Sang-soo / Música: Hong Sang-soo / Interpretación: Shin Seok-ho, Ha Seong-guk, Kim Seung-yun, Kim Min-hee
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