SAUNA
No dejar que la sororidad se evapore
“These are little things but sometimes it’s the little things that sting the most.” — Chimamanda Ngozi Adichie, ‘We Should All Be Feminists’
Este mes se ha celebrado el día de la mujer. Sin embargo, todos los días resultan una lucha, en muchas ocasiones, solitaria. Sauna (Anna Hints, 2023) permite acompañar a todas esas historias calladas que, tal como se muestra en el film, no tienen un rostro identificativo. Son de todas. Lo propio se representa a través de primeros planos de cuerpos femeninos tal como son y que cargan el peso de los relatos que verbalizan las protagonistas anónimas, universales. El sudor que transpira su piel, el humo y el agua que se desliza sobre su figura remite en todo lo que necesitan expulsar y la «sauna» es el lugar seguro para hacerlo— «sudamos todo este dolor, sudamos todo este miedo» dicen hacia el final -. De esta forma, el film materializa toda esa sororidad sin la búsqueda de nada excepcional. El estilo naturalista de cámara en mano y ellas haciendo su ritual basta para conseguir la fuerza que desprenden las conversaciones sin la necesidad de acentuar la crudeza que ya tienen por sí solas. La calma y la afabilidad transmiten un discurso sincero, sin victimismos, tan sólo enfrentarse a la realidad sin anestesia. De este modo, toda la carga emocional reside en los silencios y que dejan espacio a la reflexión —un plano de tres mujeres, dos de ellas cogiéndose las manos y la otra reposada en el regazo, mudas, después de que una de ellas relatara una violación—.
El espacio se presenta también como un elemento que forma parte de la construcción sensitiva. Las mujeres forman parte del mundo, así como la naturaleza que las rodea y con la que conviven con música o en silencio. Sin embargo, es entre las cuatro paredes de la sauna cuando se les da la voz, cuando «pueden hablar entre ellas». Una metáfora de la extensión que han tenido esas historias, ínfimo frente a la dimensión del mundo. Junto con la melodía, una especie de figura ancestral aparece —también para compartir vivencias heredadas de una cultura que ha menospreciado a las mujeres históricamente— para resaltar la importancia de ese espacio secular femenino y seguro declarado patrimonio de la humanidad. La cámara permite romper esas cuatro paredes de la sauna y dar amplitud a unas voces que hace falta escuchar desde su espacio confortable.
El diálogo, junto con la poesía de las imágenes resulta la base de este film sencillo, pero sólido en su mensaje. «Vuélvete poderosa» es la primera frase que dicen, y, en efecto, tratando todos los temas —desde las relaciones amorosas o familiares, a la regla y el aborto, al uso del lenguaje— , lo hacen. Tan sólo se reconoce el rostro de una de ellas — y sólo una desvela su nombre—, colectivizando el discurso a todas esas mujeres que han vivido situaciones similares. Su título original (Smoke Sauna Sisterhood) ya lo describe —sisterhood traducido como hermandad— y culmina en la escena en la que golpean el suelo con fuerza al unísono. Se desprende toda esa necesidad de desenterrar esas pequeñas pesadillas cotidianas y encontrar ese abrazo que nadie les ha dado. Materializar y liberar la pesadumbre para purificarse y se vaya como el vapor de la sauna. En esencia, solidificar la sororidad.
Sauna (Smoke Sauna Sisterhood, Estonia, 2023)
Dirección: Anna Hints / Guion: Anna Hints / Producción: Marianne Ostrat, Hlín Jóhannesdóttir, Juliette Cazanave, Anna Hints / Música: Edvard Egilsson / Fotografía: Ants Tammik / Montaje: Martin Männik, Hendrik Mägar, Qutaiba Barhamji, Anna Hints, Tushar Prakash / Reparto (Documental): Kadi Kivilo, Maria Meresaar, Elsa Saks, Marianne Liiv, Eva Kübar, Liis Kuresoo, Eda Veeroja, Maria Aasa, Merit Kask, Leno Kuura, Kerttu Kuslap, Sandra Lepik, Signe Mallö, Kaarin Parts