MAXXXINE
Atrapada
Tras X (2022) y Pearl (2022), que llegaron con escasos meses de diferencia, Ti West ha esperado dos años para estrenar la conclusión -a priori- de su trilogía: MaXXXine (2024). En ella, Mia Goth vuelve a ser iconizada a través de la pantalla y enfrentada a un mal que, esta vez sí, se aloja por fin en el soñado Hollywood. El distanciamiento entre esta última entrega y sus predecesoras no ha sido únicamente temporal, ya que West ha decidido abandonar en esta ocasión el terror sangriento para adentrarse en un psycho-thriller que mantiene -como las dos primeras partes- una visible raíz referencial, ahora enfocada en los años 80, la cultura del VHS y el cine de Brian de Palma. Por otro lado, el aura de aislamiento que caracterizaba las otras entregas, representada en la casa familiar de Pearl que se situaba como centro del conflicto, se cambia ahora por la estimulante amplitud de Los Ángeles, donde la vida nocturna, las calles vacías y los sets de rodaje constituyen el escenario en el que la protagonista se mueve persiguiendo su sueño de ser actriz. West continúa apostando por el formato digital, decisión que le permite volver a utilizar el celuloide a modo de contrapunto tonal, al capturar a Maxine en el espacio abstracto del cine, al mismo tiempo que evoca los flashbacks imitando la textura del vídeo doméstico.
Así parece cerrarse de forma efectiva una trilogía fundamentada en la atemporalidad del cuerpo de Mia Goth, que ha actuado como recipiente físico de las identidades respectivas de Maxine y Pearl y cuyo motor narrativo ha sido, ante todo, su propia supervivencia. Este choque corporal nace del anhelo de huida y conquista de la gran pantalla, situando en oposición directa los valores tradicionales cristianos y la represión de la libertad sexual, ejemplificados a través de la férrea estructura familiar en Pearl y la defensa de la monogamia en X. En MaXXXine, el radicalismo religioso de los Estados Unidos de la Moral Majority y la New Christian Right, profundamente ligados a la política de Reagan, se unen al clima circunstancial de terror causado por el asesino conocido como el Acechador Nocturno en Los Ángeles de 1985. En este entorno se mueve Maxine, que deberá enfrentarse a la desaparición de sus compañeras actrices, al mismo tiempo que consolida su posición en la exigente industria cinematográfica y esconde el crimen cometido en Texas 6 años atrás.
West trabaja nuevamente el terror desde la estetización y el poder de la imagen, volviendo a centrarse en la deificación de los referentes a través del cine y la televisión. El tríptico construye así su espacio mitológico representativo en la pantalla, en la que se equipara la figura de los pastores religiosos a las estrellas de cine, incidiendo en su condición visual de iconos venerados. En un punto intermedio se sitúa la pornografía y su historia en imágenes. Desde la proyección clandestina de A Free Ride (A. Wise Guy, 1915) como primer eslabón en Pearl, pasando por la legitimación arty en plena revolución sexual en X y, finalmente, presentando el salto al VHS que significaría su consolidación masiva en MaXXXine.
La trilogía recorre la búsqueda incesante de la cámara de West, que persigue a Mia Goth y hace gravitar sobre ella todo el abanico referencial que conforma las tres películas, para asistir a su confrontación física con el mal una y otra vez. Así, el director decide abrir y cerrar el arco narrativo de su protagonista con dos escenas complementarias que se sitúan al principio y al final de la trilogía respectivamente. Maxine esnifa una raya de cocaína y se mira a sí misma en un espejo, su pantalla personal, primero en la trastienda de un club cutre de carretera en Houston y, finalmente, en su propio camerino de Hollywood. En el comienzo de X el plano nos muestra en escorzo su espalda y su imagen reflejada, cuando se dice firmemente a sí misma y a modo de mantra personal: “Eres una puta sexymbol”. En la conclusión de MaXXXine, solo vemos ya la imagen reflejada en el espejo, el icono que se ha trasladado definitivamente a la pantalla y ha abandonado el mundo real. Maxine recita, casi en un susurro que desprende absoluta convicción: “Eres una puta estrella de cine”.
MaXXXine (EE.UU., 2024)
Dirección: Ti West / Guon: Ti West / Producción: Mia Goth, Harrison Kreiss, Kevin Turen / Música: Tyler Bates / Fotografía: Eliot Rockett / Montaje: Ti West / Reparto: Mia Goth, Elizabeth Debicki, Michelle Monaghan, Kevin Bacon, Bobby Cannavale, Moses Sumney, Giancarlo Esposito, Halsey, Lily Collins