EntrevistasSitges 2024

ENTREVISTA A JOSHUA ERKMAN (A DESERT)

«El desierto es un espacio interesante donde coexisten muchas cosas al mismo tiempo»

Entrevista a Joshua Erkman. Revista Mutaciones - 1

Después de haber transitado por el cortometraje e instalarse en los últimos años en el videoclip, ¿cuál es la motivación para dar el paso a la dirección de un largo? ¿Diría que tanto el videoclip como el rock en particular tienen un peso definitivo en la estética del film?

Hacer una película de larga duración siempre ha sido el objetivo. Los cortometrajes y los videoclips eran hitos o pasos a fin de estar preparado para rodar un largometraje y poder probar nuevas ideas. Y diría que sí que ambos elementos tienen un peso, particularmente en una escena de la película, la de la fiesta en la habitación del motel. La idea era tener un video musical en medio de la película.

¿De dónde surge la idea para rodar A desert?

He estado obsesionado con el desierto desde mediados de los años 90, crecí en California y llevo mucho tiempo moviéndome por esa zona tomando fotografías, haciendo cortometrajes y videoclips, muchos de los cuales transcurren allí. El desierto es un espacio interesante donde coexisten muchas cosas al mismo tiempo, por lo que es trascendente, tranquilo, ruidoso, muy caluroso, bastante frío; es ciencia ficción, es un lugar en el que las pesadillas y los sueños pueden ocurrir.

Los escenarios de la película desprenden un aura mística, onírica, creando una imagen que oscila entre la fascinación y el rechazo, ¿hasta qué punto ejercen una influencia en la caracterización psicológica de los protagonistas?

Mucho de lo que cuenta A desert trata sobre nuestra relación con las imágenes y las películas. Muchas de las ideas de la obra se basan en tramas familiares para la audiencia, así como en temas recurrentes que se encuentran en las películas de género. En definitiva, juega con las expectativas del género y la historia dentro de un catálogo de referencias muy reconocibles, por eso escogí así la estructura del film.

El paisaje visual y sonoro dibujan un retrato sombrío de la América profunda que es un reflejo de los tiempos oscuros que estamos viviendo en la actualidad, ¿cree que el germen del mal siempre subyace debajo de la superficie?

Esta es una pregunta muy interesante. Creo que estas cosas existen en el mundo, es inevitable y, personalmente, estando en el desierto me encontré con algunas de ellas, pero mucho de lo que ocurre en la película es lo que yo llamaría de nuevo “una idea de película”. Así que, si, por ejemplo, tuvieras que ir a un motel en medio del desierto podrías conocer a gente extraña, pero probablemente no pasaría nada. Sin embargo, en tu imaginación, a causa de tu relación con las películas, eso es lo que les sucede a los personajes.

Entrevista a Joshua Erkman. Revista Mutaciones - 2

Me vienen a la cabeza otras obras que transcurren en localizaciones semejantes tales como El reportero de Antonioni, Twentynine Palms de Bruno Dumont o The brown bunny de Vincent Gallo, en las que el tiempo se condensa, crea una espiral sin retorno y acaba marcando el devenir de los personajes, ¿se podría decir que han sido referentes directos a la hora de escribir el guion?

Cien por cien. Todas las obras que mencionas tienen mucho que ver con A desert. Grabamos parte de la película en Twentynine Palms, el autocine que aparece en Twentynine Palms…así que, otra vez, volviendo atrás, hay una relación con Estados Unidos y los paisajes que representan el horror. Y no sé si lo conseguí, pero nuestra ambición era tener la sensación de estar en una película como las de Antonioni, aunque con el recorrido de una película de género.

Por último, tras el visionado, ¿se podría deducir que hay una advertencia en clave política en el mensaje de la obra?

La política de Estados Unidos es increíblemente simple, pero a la par también complicada, justo como en cualquier otra parte del mundo. Para mí, en América del Norte, la idea de nuestra relación con el desierto es muy específica, pienso que en nuestro país el desierto representa la libertad para la gran mayoría y muchas personas se van a vivir allí porque están buscando algún tipo de libertad. Pero, al mismo tiempo, también hay separación, aislamiento, y, pensando sobre ello, el Oeste Americano es, en esencia, el paisaje de Estados Unidos. Por eso, tiene sentido que ese sea el lienzo en el que se despliega esta película. Por otro lado, tienes estos personajes que, básicamente, no están motivados por otra cosa salvo el caos. Y, por último, la idea de que te pueden suceder cosas sin una buena razón y que todo esto acontece en un lugar donde crees que tal vez puedes propiciar algún cambio o tal vez no, probablemente habla sobre la política de la película.

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