SPIDER-MAN: NO WAY HOME

16/12/202125/12/2021 Ernesto Delgado

Right the wrongs

Sipderman es a efectos prácticos y a día de hoy, más bien una marca que un personaje. Ya se bromeaba al respecto en Spiderman: un nuevo universo (Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman, 2018), caricaturizando una doble versión de Peter Parker cuyo propio merchandising in universe era relativamente proporcional al éxito de su carrera como héroe. El patético y desafortunado Peter B. Parker de un universo lejano solo pudo fracasar intentado llevar un restaurante temático de su propio álter ego, mientras que el mega popular Peter Parker del universo presente goza de atención, juguetes, cereales, álbumes navideños y disfraces, todos dedicados a su imagen.

Aunque diseñado como una broma, este paradigma viene a representar –de manera más intencionada que por accidente- la masificación que el personaje ha sufrido en estos últimos años. Es tal la cantidad de Spidermans que la cultura popular ha visto ir y venir, que inevitablemente habrá versiones fallidas o que generen menos expectativas. Por volumen de contenido más que por calidad en muchas ocasiones, ya que las historias no dejan de ser variables de una misma fórmula que lleva repitiéndose desde los tebeos de Lee y Ditko. Inevitablemente, habrá películas, series y tiras de cómics que terminen siendo truncadas por la imparable maquinaria del entretenimiento de masas. Spiderman: no way home (Jon Watts, 2021) utiliza la escala inabarcable que ha alcanzado la franquicia Marvel para echar la vista hacia atrás y reflexionar sobre la frialdad de este modelo de consumo.

Quizás demasiado dependiente de un melodrama y una premisa algo facilonas, Spiderman: no way home hace uso de una trama crossover que es inseparable a una mirada revisionista de anteriores entregas del personaje, que trata (y nunca mejor dicho) de vengar y dar cierre a heridas abiertas e historias inacabadas. Sin entrar demasiado en detalles, el conflicto y la resolución de la aventura escogen ignorar la continuidad total de las demás versiones del héroe, para así ser capaz de aportar una mirada mucho más amable tanto de Spiderman como de sus enemigos. Si en Un nuevo universo esta mirada quedaba más como broma que como propia reflexión, en No way home se convierte en la intención final de la película.

Es curioso ver el conglomerado burocrático de Sony y Marvel, trabajando codo con codo para corregir errores, y sobre todo, reconocer la propia existencia y prematura cancelación de anteriores interpretaciones del personaje. Es encomiable ver que se acepten los fallos y que, a través de una película reconciliadora, consiga hermanar varias franquicias para un penúltimo hurra del trepamuros de Nueva York.