LUPIN III: THE FIRST

27/01/202128/01/2021 Juanma Barbero

El legado de Monkey Punch

Es divertido pensar que Lupin III nació de la mente y la mano de un ladrón. Kazuhiko Kat?, fallecido en 2019, fue el creador de la serialización manga Lupin III, una adaptación libre del personaje Arsène Lupin, del novelista francés Maurice Leblanc. Una adaptación tan libre que el mangaka decidió ignorar todas y cada una de las violaciones de los derechos de autor que cometió al convertir sin ningún tipo de permiso al elegante y literal ladrón de guante blanco en un simiesco y pervertido truhan de chaqueta roja y corbata amarilla. Para ahorrarse dolores de cabeza (y más litigios legales), Monkey Punch (su pseudónimo profesional) cambiaría el nombre y los orígenes de su protagonista en no pocas ocasiones, añadiéndole el “III” y convirtiéndole en el nieto del ladrón francés. Con el tiempo, Lupin III se convertiría en uno de los mangas más populares de Japón y contaría con múltiples adaptaciones al anime en forma de series o películas, así hasta llegar a la que nos ocupa. Lupin III: The First (2019) es el gran salto del personaje de Monkey Punch a la animación 3D.

Lupin III: The First es una de las aventuras más narrativamente conservadoras y conformistas por las que han pasado Lupin y su carismática troupe de ladrones en los últimos años. Su director Takashi Yamazaki, sospechoso habitual en Japón por sus adaptaciones 3D de otras franquicias de culto (Stand by Me Doraemon, Dragon Quest), rebaja cuantiosamente el tono adulto por el que optaron otros autores (Sayo Yamamoto, Takeshi Koike) en sus más recientes adaptaciones, ofreciendo una aventura más “indianajonesca” (la presencia de los puzzles, trampas e incluso nazis la delatan) y apta para todos los públicos. Esto hace fácil compararla con el otro gran abordaje de Lupin III a la sala de cine , que no es otro que El castillo de Cagliostro (1979), el primer largometraje del Hayao Miyazaki pre-Ghibli, y del que claramente se ve influenciada The First. Similares, más allá del tono, por el trámite que supone presentar a nuevos personajes co-protagonistas (Clarice en Cagliostro, Laetitia en The First) o a villanos poco inspirados.

En términos de animación, es la primera adaptación de Lupin III que hace uso de animación CGI 3D. El CGI es una herramienta habitual en la animación japonesa contemporánea. Es más rápido y barato construir ciertos elementos de un relato animado a través de lo digital, pero el precio a pagar suele ser la posibilidad de (irónicamente) crear una sensación de valle inquietante entre los elementos animados a mano y los generados por ordenador (además de una pérdida vital de detallado y fluidez de movimiento). Al estar The First animada en su totalidad por ordenador (y por un veterano en el campo como es Takashi Yamazaki), todos los esfuerzos se ven concentrados en la fidelidad del diseño de personajes y la creación de una iluminación que busca ante todo el fotorrealismo. Existe cierta desincronización entre el movimiento de los labios y las líneas de diálogos (algo que siempre se ha visto mejor camuflado en la animación tradicional) y un desequilibrio importante entre la creatividad del diseño de los personajes clásicos con los recién presentados. Detalles importantes que dejan entrever el largo camino que le queda a la industria japonesa de la animación 3D para llegar a alcanzar la calidad visual de Disney-Pixar.

Los problemas del 3D o lo rutinario del guion, pese a que dañan la redondez del conjunto, no hacen que Lupin III: The First deje de ser una más que decente y entretenida nueva entrada dentro del icónico mundillo de Monkey Punch, que tras años y décadas disfruta (allá donde esté) de docenas de adaptaciones que han respetado y respetan el espíritu de su legado, que no es otro que la pandilla formada por la femme fatale Fujiko Mine, el gángster pistolero Daisuke Jigen, el anacrónico samurái Ishikawa Goemon, el agente de la Interpol Koichi Zenigata y, por supuesto, el carismático ladrón de guante blanco Lupin III.