INTRODUCTION
Tras un abrazo
La primera vez que vi Introduction (Hong Sang-soo, 2021) supe que había algo en ella, pero no supe descifrar qué (digamos que simplemente, y valga la redundancia, la película se presentó). Este análisis nace gracias a un visionado posterior.
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Elipsis contextual: el primer plano de Introduction muestra a una figura masculina de espaldas, rezando: ruega insistentemente, busca que algo se solucione. Luego aparece Young-ho (Shin Seok-ho), el protagonista, y el tono de la película cambia ligeramente. Pero comienza así, de forma misteriosa, gracias a una elipsis cercana a la que encontramos en los desasosegantes relatos de Raymond Carver, que ponen en evidencia el misterio que hay en lo real. En la película queda también vinculado al misterio de lo religioso.
Elipsis de personajes: Young-ho va a visitar a su padre (Kim Young-ho), acompañado por Ju-won (Park Mi-so), su novia. Hay un momento en el que ella desaparece de escena. En este acto no volvemos a verla.
Elipsis visual: el padre de Young-ho aparece de frente cuando charla con los clientes, pero aparece de costado o de espaldas cuando está solo. Su verdadero rostro se nos oculta, se sugiere. Los planos de Hong contienen más extrañamiento de la imagen que de costumbre: no son tan limpios, ni están tan bien encuadrados.
Elipsis emocional: Young-ho nunca llega a encontrarse con su padre (pero en una Corea que está siendo enterrada por la intensa nevada charla con la enfermera (Ye Ji-won): se echan de menos, recuerdan que se quieren. Young-ho la abraza y ella se sorprende.
Elipsis de acupunturista: el Actor Viejo (Gi Ju-bong), tumbado, llama al acupunturista, que nunca vuelve.
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Este Berlín de Introduction, con tanta luz en las ventanas que la pantalla las muestra blancas (hecho acentuado por la ausencia de color de la película), parece una promesa. Vemos a Ju-won: parece que este acto va a centrarse en ella (¿elipsis de protagonista?). La pintora (Kim Min-hee), que la recibe en su casa, vive trabajando constantemente , ya que eso «la mantiene saludable».
La primera frase de este acto es un comentario sobre un extraño árbol cerca de donde van a alojarse: posteriormente, cuando salen a pasear, un plano de dicho árbol que parece dividir este fragmento en dos.
La segunda parte de este acto comienza con un curioso plano de los pies de las actrices caminando: primero la madre (Seo Young-hwa) y la pintora y luego Ju-won, quien se detiene frente a un charco en el que se reflejan sus piernas. Podemos pensar que ella se mira, brevemente. Aún así, surge la pregunta: ¿Por qué se detiene?
Posteriormente, una conversación donde se abre por primera vez la ventana al conflicto generacional: la madre dice que “los jóvenes de hoy en día son distintos, son muy impulsivos”. Ju-won, con una sonrisa, se marcha para ver a su novio, pero en un plano donde un lento zoom la acerca vemos como se lamenta. ¿Es posible que él no haya venido y todo sea un invento provocado por la nostalgia?
Sea como sea, las imágenes muestran su encuentro con Young-ho. Con esos entornos europeos que nos muestra Hong, amplios y claros, hablan del futuro, y se abrazan con una intensidad inusual. ¿Será el presagio de una despedida?
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El último acto de Introduction dura lo mismo que los dos anteriores juntos. Aquí todo viene a concluir. Se nos presenta a la madre del protagonista (Cho Yun-hee), que está comiendo con el actor viejo del primer acto. Esperan a Young-ho, que llega con su amigo Jeong-soo (Ha Seong-guk): se detienen a mirar el mar, otra promesa.
Entran a comer con la madre y el actor, y beben hasta hartarse: es una prueba de fuerza impuesta por el viejo. El alcohol, uno de los demiurgos más presentes en la obra del coreano, arrastrará una larga conversación que tiene como punto culminante uno de los zooms más lentos de su filmografía (decir que la obra de Hong Sang-soo está plagada de zooms es como decir que un libro está lleno de frases). Es un acercamiento doloroso ante una confesión tan preciosa como privada: la de un actor que no puede actuar porque para él los abrazos no pueden fingirse ya que tienen un peso que trasciende.
Young-ho es reprendido por el viejo, que tras la marcha del protagonista se disculpa ante la madre (y ante los espectadores). Eso no evita que Introduction desemboque en otra aparente escena de ensoñación, que reúne a Young-ho con Ju-won: los dos rellenan con la palabra los huecos elípticos del pasado, se reconcilian y se marchan juntos… Hasta que el actor despierta de su borrachera y pasea con su amigo por la playa. Ven a la madre, mostrada en un plano muy abierto (casi es imposible reconocerla a pesar del zoom-in del plano). Hong completa el puzle formal de los dos padres y su distancia con Young-ho: el joven perdido y desarraigado, que en la conclusión de Introduction se baña en el mar helado: la promesa no es tal. En ella está su dolor. Menos mal que es recibido por el último abrazo, el de su amigo Jeong-soo. La cámara de Hong se aleja de ellos, y enfoca el mar bravío. Pero luego vuelve, y los encuadra. Los dos siguen, pese a todo, mirando hacia delante.
Créditos finales.
Qué hermoso que el abrazo, uno de los actos de conexión más profundos en la experiencia humana, sea el nexo que une las piezas de la película.
Introduction (Inteurodeoksyeon, Corea del Sur, 2021)
Dirección: Hong Sang-soo /Guión: Hong Sang-soo /Fotografía: Hong Sang-soo /Música: Hong Sang-soo /Reparto: Shin Seok-ho, Park Mi-so, Kim Min-hee, Kim Young-ho, Seo Young-hwa, Cho Yun-hee, Ye Ji-won, Ha Seong-guk, Gi Ju-bong
