THE BRUTALIST
Escaleras, ascenso, cúpula y cielo
La presencia del pasado, el título de la retrospectiva que la Biennale de Venecia organiza sobre la obra de László Tóth (Adrien Brody), el protagonista de The Brutalist (Reino Unido, 2024), bien podría servir para describir la esencia de la filmografía de Brady Corbet. El director y su arquitecto comparten como rasgo creativo esencial la indagación de los vestigios del pasado en la creación del presente, con una diferencia relevante. En el caso de László Tóth, es su pasado personal el que impregna el diseño de sus construcciones. Para resignificar sus vivencias en el campo de concentración, el arquitecto replica en su diseño las dimensiones de la celda en la que estuvo encerrado, pero ahora sus techos son altos y acristalados, porque el encarcelamiento del cuerpo no puede encerrar su espíritu ni su pensamiento. La manera en la que el director introduce el pasado en sus películas parece estar menos unida a su pasado personal y más vinculado al pasado histórico y formal del cine, ya sea adaptando a Sartre en un relato alegórico sobre el origen de los totalitarismos en La infancia de un líder (The Childhood of a Leader, Reino Unido, 2015) o a través dela reflexión sobre los efectos anímicos que los ataques a civiles provocan a la sociedad en Vox Lux: El precio de la fama (EEUU, 2018), que plantea también la imposibilidad de los hijos de escapar del destino de sus padres. Por tanto, todos sus largometrajes son búsquedas de las huellas del pasado en el presente.
En la película con la que ha ganado el León de Plata a la Mejor Dirección en Venecia, Corbet ejecuta un doble mecanismo de memoria. Por una parte, une en su filmografía elementos formales que son parte del pasado del cine, la tecnología VistaVision, con otros que son actuales, como esos movimientos en los que la cámara parece girar sobre sí misma y que culminan en imágenes tan memorables como la de la Estatua de la Libertad boca abajo de la portada del film o también, la inversión de la cruz, cuando Tóth y su familia son rechazados del «paraíso terrenal»: EEUU. El otro mecanismo del director es el de la consolidación de las formas cinematográficas más reconocibles en su filmografía. Entre ellas, la más evidente es la división precisa en actos de sus narraciones, precedidos de un preludio u obertura y que acaba siempre con un epílogo. Brady Corbet, que habitualmente colabora con su mujer y también cineasta Mona Fastvold en la creación y escritura de sus guiones, afianza esta estructura clásica que tanto difiere con el cine de algunos de los directores con los que trabajó en su época como actor, entre otros, Michael Haneke. Así, congruentemente con su interés por el pasado, Corbet parece más orientado en la sofisticación de las formas precedentes que en subvertirlas.
Casualidad o no, The Brutalist no es el único estreno de 2024 que dialoga con El manantial (King Vidor, EEUU, 1949), ya que Coppola compitió ese mismo año en la sección oficial de Cannes con Megalopolis (EEUU, 2024), su última película. Aunque en ambas sea visible su influencia, también lo es el diferente enfoque de sus autores. Coppola se acerca más al guion y la novela de Ayn Rand, puesto que el eje central de su fábula es la lucha del artista contra la sociedad por preservar su arte, mientras que la influencia principal en Corbet de El manantial es la forma en la que King Vidor traduce el estilo arquitectónico de su protagonista a las formas cinematográficas clásicas en su película. Las secuencias arquitectónicas de Corbet, aunque ya están presentes en su filmografía anterior, alcanzan en esta última obra su ejemplo más sofisticado. Las imágenes de los rascacielos de Nueva York, del edificio en construcción y especialmente, las de la cantera de Carrara son las más elocuentes, las que estructuran la narración y posicionan la película. Corbet lo hace mediante su composición de grandes planos generales, pero también, como en sus películas anteriores, por la música original, en este caso compuesta por Daniel Blumberg. Estas imágenes expanden el relato más allá de la trama por la manera en la que Corbet construye un cine físico y estructural, en el que las formas contienen lo trascendente.
«No importa lo que otros digan, es el destino, no el camino», sentencia Zsófia (Ariane Labed), la sobrina de Tóth durante la retrospectiva sobre su obra. Esta declaración obliga a entender los actos anteriores de la película como el camino, y el epílogo como el destino. Así, las penurias de Tóth y su familia se justifican porque al final de su carrera Venecia reconoce la genialidad del arquitecto. Pero esta frase puede extrapolarse más allá de la película a la que pertenece e interpretar a tenor de la misma toda su filmografía. De hecho, antes de que Zsófia lo dijera con palabras, Corbet ya lo había dicho con su cine. Es quizás preciso reflexionar sobre una secuencia que se repite en todas sus películas. En ella, el personaje sube escaleras mientras que la cámara lo sigue, unos peldaños más abajo. Llegado el momento, la cámara se independiza de su personaje, para seguir ascendiendo hasta alcanzar la cúpula, circular y acristalada, que lo separa del cielo. Corbet, a través de los elementos arquitectónicos y cinematográficos, nos cuenta sin mediar palabra su posicionamiento ante el arte: lo que importa es el destino, no el camino.
The Brutalist (Canadá-EE.UU.-Reino Unido, 2024)
Director: Brady Corbet / Guion: Brady Corbet y Mona Fastvold / Reparto: Adrien Brody, Felicity Jones, Guy Pierce, Raffey Cassidy, Stacy Martin / Directora de fotografía: Lol Crawley / Montaje: Dávid Jancsó / Sonido: Steve Single, Szabolcs Gáspár / Producción: Trevor Matthews, Nick Gordon, Andrew Morrison, Andrew Lauren, D.J. Gugenheim / Música: Daniel Blumberg
Muy interesante el amplio análisis que se hace de los diversos elementos y técnicas cinematográficas así como desde el punto de vista arquitectónico.
¡Fantástico artículo!
¡Enhorabuena!
Es realmente interesante y descriptivo.
Enhorabuena.
Interesante artículo, que permite captar detalles desde una nueva perspectiva que, de otra forma, pasarían desapercibidos.
Sugestiva interpretación y analisis de la de la esencia de la arquitectura a traves de la visión de un cineasta que nos sumerge en esa valoración.