WESTERN
Un mundo de hombres
Raíces profundas (Shane, 1953), largometraje dirigido por George Stevens, para algunos escritores y teóricos como Ángel Farretta, es considerado el primer western “autorreferencial” de la historia en el que los personajes ya se saben parte de una mitología particular, entendiéndose que, dentro del mundo habitado por los protagonistas de la película, hay ciertos arquetipos temáticos, de personajes y narrativos propios de su universo particular. En Western (2017), la directora alemana Valeska Grisebach recoge aquellos modelos cinematográficos que constituyen el género para dar una lectura de los conflictos que afectan hoy en día a las sociedades europeas.
Ambientada en Bulgaria en la zona fronteriza con Grecia, un grupo de obreros alemanes intenta levantar una central hidráulica que mejore la calidad de vida de los habitantes locales, entrando en conflicto temas como la pugna por el terreno y la intransigencia entre culturas. De este modo, la directora expone las problemáticas que conviven en la sociedad alemana moderna, como son el latente sentimiento de supremacía blanca germánica, arrastrado desde la Segunda Guerra Mundial, ante los países del sureste de Europa. Entonces, así como en los grandes clásicos del western americano, un grupo de forajidos visita tierras extranjeras aprovechándose de los indefensos, los nativos defienden sus tierras del acoso de los intrusos y el héroe sueña con encontrar un espacio donde forjar un hogar y vivir en paz.
Grisebach, con fuertes rasgos de personalidad ya mostrados en su anterior largometraje Sehnsucht (2006), posiciona la cámara de tal forma que le proporcione cierto carácter contemplativo al film, permitiendo una lectura mucho más humanista de sus personajes, a través de la puntualización de pequeños gestos y acciones de un elenco de actores no profesionales. Casi todo el peso de la narración cae en Meinhard, protagonista de la trama, quien forma parte del colectivo obrero de alemanes, siendo el único de estos con interés en crear un nexo con los habitantes del pueblo en un desesperado y forzoso intento por encajar en este nuevo espacio. De este modo, la película crece en su propuesta observacional, proponiendo un discurso que pasa de lo corporal a lo psicológico, y posteriormente a lo filosófico, adentrándose de a poco en la personalidad y complejidad del personaje principal.
El potente discurso de Western cae en su lectura sobre la masculinidad en cuanto a la ley de supervivencia del más fuerte. La directora no se posiciona en un bando u otro. Sin exponer las motivaciones de sus personajes, los muestra como nostálgicas criaturas sin rumbo, afligidos por los conflictos geopolíticos que arrastran históricamente. Un mundo de hombres primitivos bajo la mirada de una cineasta moderna.
Western (Alemania, Bulgaria, Austira, 2017)
Dirección: Valeska Grisebach / Guión: Valeska Grisebach / Producción: Maren Ade, Jonas Dornbach, Valeska Grisebach, Janine Jackowski, Michel Merkt / Fotografía: Bernhard Keller / Montaje: Betina Böhler / Diseño de Producción: Beatriz Schultz / Reparto: Meinhard Neumann, Reinhardt Wetrek, Syuleyman Alilov Letifov, Viara Borisova.
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