VENUS
Todos los caminos llevan a Venus
No tan a menudo ocurre que en un corto período de tiempo coinciden en la pantalla varias adaptaciones de un mismo texto, sea éste literario o cinematográfico. Este año ha pasado con Pinocho, el clásico animado que, tras el remake de Matteo Garrone en 2019, hoy ve un renacer por partida doble con el film de Robert Zemeckis, estrenado en septiembre en Disney+, y el de Guillermo del Toro, que llega a Netflix en las próximas semanas (alimentando a su vez la inagotable batalla entre plataformas). También el director mexicano ha participado en otra adaptación, esta vez dentro del género del terror y a través de la serie antológica El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro. En el capítulo 6, Catherine Hardwick, la tristemente célebre directora de Crepúsculo (2008), se enfrenta a una nueva adaptación del relato de H.P. Lovecraft Los sueños en la casa de la bruja, adaptado previamente por Stuart Gordon en un telefilm de 2005.
Pero no es esta la única ni mucho menos la mejor adaptación que del cuento de Los mitos de Cthulhu se ha hecho en 2022. Hardwick demuestra que de poco vale la fidelidad al texto si al otro lado de la balanza se encuentra una visión creativa pobre. Para contrarrestar esto aparece Venus, el más reciente film de Jaume Balagueró, que sirvió como película inaugural del pasado Festival de Sitges: una reinterpretación -más que- libre y contemporánea del relato lovecraftiano, que actualiza la historia y la ubica en el entorno de la Madrid de hoy.
La “casa de la bruja” de Balagueró es en realidad un edificio en el barrio de Villaverde: el edificio Venus. Así, el director catalán cambia una vez más (ya lo había hecho junto a Paco Plaza en [Rec]) las mansiones encantadas por construcciones urbanas, dando lugar a un escenario de estética macarra donde el terror cósmico se encontrará con el thriller y lo sobrenatural. El resultado es una exitosa mezcla que no sólo hace eco de otros títulos del género (desde La semilla del diablo hasta The Lords of Salem o Hereditary) sino que a su vez trae una propuesta original al mismo.
Balagueró hace malabares con varias tramas que encuentran su punto de conexión en el personaje de Lucía (interpretada por una Ester Expósito digna de ser nombrada scream queen española), una bailarina que llega al edificio donde vive su hermana intentando escapar de sus demonios sin saber que allí se tendrá que enfrentar a asuntos verdaderamente demoníacos. Lentamente Lucía se irá transformando en una final girl implacable de la talla de las protagonistas de Revenge (Coralie Fargeat, 2017) o Tú eres el siguiente (Adam Wingard, 2011), luchando una y otra vez, incluso más allá de sus posibilidades físicas, hasta llegar al tramo final. Y es allí donde -perdonando un innecesario y cursi montaje de flashbacks– la película encuentra su punto más elevado: un despliegue sangriento de adrenalina al ritmo frenético de The Killer Dolls, que entrega una resolución satisfactoria y divertida a cada una de las subtramas que se han desarrollado y que culminan en aquel edificio con nombre de planeta. Porque todos los caminos llevan a Venus. Y ojalá más caminos surjan de Venus.
Venus (España, 2022)
Dirección: Jaume Balagueró / Guion: Fernando Navarro, Jaume Balagueró. Historia: H.P. Lovecraft / Producción: Pokeepsie Films, The Fear Collection / Fotografía: Pablo Rosso / Música: Vanessa Garde / Montaje: Luis de la Madrid /Reparto: Ester Expósito, Ángela Cremonte, Magüi Mira, Fernando Valdivieso, Federico Aguado, Inés Fernández, Alejandra Meco