UNDER THE SKIN
La estancia oscura de lo extraño
Under the Skin se estrenó en 2013 y no ha encontrado distribución en España hasta nuestros días. Tras su proyección en distintas muestras y festivales y ver retrasado su estreno el pasado abril debido al estado de alarma y confinamiento, llega por fin a nuestros cines de la mano de Avalon.
Adaptación de la novela homónima de Michel Faber, reescrita para la pantalla por el director Jonathan Glazer y el creativo Walter Campbell, la película es ya resbaladiza desde su sinopsis: una misteriosa mujer conduce una furgoneta por pequeñas localidades de Escocia, recogiendo a hombres en su camino con un funesto propósito.
Jonathan Glazer, creador de larga trayectoria como director en publicidad y videoclips rueda con esta su tercer título para cine. Sus anteriores Birth (“Reencarnación”, melodrama con tinte sobrenatural con Nicole Kidman, Cameron Bright y Lauren Bacall, de 2004) y la estrambótica Sexy Beast (revisión del cine de gangsters con regusto setentero y un impagable Ben Kingsley, del 2000) demuestran gran capacidad técnica y solvencia tras las cámaras antes que una continuidad en el estilo: todo lo contrario, son un reflejo de la libertad creativa y capacidad de afrontar la variedad de enfoques acostumbrada en la realización de anuncios y videos musicales, entre los que destacan trabajos para Massive Attack, Nick Cave, Richard Ashcroft, Radiohead y Jamiroquai, entre otros. A menudo, la importación de estas formas videocliperas en lo cinematográfico han sido valoradas de forma peyorativa y en otras como marchamo de originalidad, atrevimiento o innovación; tal es el caso de David Fincher, Spike Jonze o Gondry, y es también el caso de Glazer, que a parte de su gusto por imágenes violentas o perturbadoras, parece manejar un bagaje artístico que apunta a las primeras vanguardias del siglo XX, con el uso de la imagen doble y el onirismo surrealistas, demostrando conexiones cinéfilas en algunos casos, como el videoclip de UNKLE donde el actor fetiche de Leos Carax, Denis Lavant, protagoniza «Rabbit in Your Headlights«, o para el célebre vídeo «The Universal» de Blur, en el que recreaba la estética de La naranja mecánica (1971) de Kubrick.
Es imposible pasar por alto la referencia al director de 2001: una odisea del espacio (1968), por muy manida o facilona que se considere en el terreno de la crítica, cuando en sus primeros segundos Under the Skin nos sumerge en un paisaje imposible y geométrico, de objetos desconocidos moviéndose en el vacío. No tan evidente sería relacionar esta secuencia con la obra de Marcel Duchamp El gran vidrio (1915-1923), por sus elementos circulares y la alusión a un mecanismo oculto en la relación entre lo masculino y lo femenino, y a su posterior Étant Donnés (1946-1966), diorama escabroso que bien podría encontrase dispuesto en algunos de los paisajes naturales en que se desarrolla la película.
Protagonizada por Scarlett Johansson en lo que quizá sea su papel más atípico y extremo, incluso teniendo en cuenta personajes como los de Her (Spike Jonze, 2013), Lucy (Luc Besson 2014), o la más reciente Ghost in the Shell (Rupert Sanders, 2017). Estas incursiones demuestran que la actriz neoyorkina es capaz de explorar con curiosidad su talento y acercarse a seres extraños o deshumanizados por su naturaleza o circunstancias, lo que en el caso de Under the Skin alcanza su epítome.
El resto del reparto lo componen mayoritariamente intérpretes no profesionales como víctimas de la misteriosa mujer -a excepción del motociclista Jeremy McWilliams– que son conducidos a la estancia oscura y vacía en la que se hunden, impotentes, en su intento de alcanzar a quien los ha seducido. Sin embargo, ella sí es capaz de caminar sobre la sustancia oleosa que los ha capturado, en unas escenas que podrían entenderse como paráfrasis visuales estremecedoras envueltas por la sensualidad distorsionada e hipnótica de la partitura de Mica Levi.
Merece la pena sumergirse en la experiencia de contemplar en cines Under the Skin, que articula su metraje alternando dichas secuencias con la deriva del personaje de Johansson por las ciudades, para observar lo humano desde el extrañamiento, con ojos no humanos: lentes circulares, objetos desconocidos en el vacío, como decíamos más arriba, forman un globo ocular, una pupila, un dispositivo de observación, al principio de la cinta. Un filme minimalista que roza la estela temática y genérica de directores como Ari Aster (el horror como profanación del cuerpo) y Alex Garland (lo extraño conformado como una silueta humanoide).
Como explica Jordi Costa en el prólogo del libro Neoculto: el libro definitivo sobre el cine de culto*: «Una película de culto es un objeto que no es para todos los gustos» y a continuación: «La etiqueta cine de culto tiene que ver con el contexto en que las películas que se acogen a ella son disfrutadas» (…) y que » no aspira a convertir al grueso de la cinefilia». Tanto por sus peculiaridades como por las propias circunstancias de producción (el proyecto se desarrolló durante años), distribución y estreno, Under the Skin tiene todo el derecho a considerarse como una más de estas joyas raras y cautivadoras.
Under the Skin (Reino Unido, 2013)
Dirección: Jonathan Glazer/ Guion: Jonathan Glazer y Walter Campbell, adaptación del libro de Michel Faber / Producción: Film4 Productions, Nick Wechsler Productions /Fotografía: Daniel Landin / Música: Mica Levi Montaje: Jeff Paul Watts/ Reparto: Scarlett Johansson, Jeremy McWilliams, Adam Pearson
*Neoculto: el libro definitivo sobre el cine de culto (coordinado por Ángel Sala y Desirée de Fez, Calamar Ediciones, 2012).
Pingback: El mejor cine de 2020. Top 20 - Revista Mutaciones
Pingback: El mejor cine de 2020. Votaciones individuales - Revista Mutaciones