THE WAY BACK
La doble solvencia: Gavin O’Connor y Ben Affleck
Sobran líneas diferentes a este texto para demostrar lo que ha supuesto la unión en el cine de la redención y el deporte. Varios han sido los títulos que se resuelven con el desahogo de sus personajes, primero tóxicos luego cuasi santos. En esta unión temática del deporte y la redención sobresale en los últimos años el director estadounidense Gavin O’Connor. Con El milagro (2004) aportó su primera cinta relacionada con el deporte, fresca y ya con un ritmo que marcará el resto de sus títulos “deportivos”. El siguiente evento en llegar fueron las artes marciales mixtas y posiblemente su mejor filme hasta la fecha, con Warrior (2011). Eficaz trabajo y gran demostración de cómo se construye un dispositivo formal alrededor de un combate mediante un vertiginoso y solvente montaje a la par de cómo rodar una visión intimista de los dramas familiares. Para cerrar esta suerte de trilogía se une el último estreno de O’Connor, The Way Back (2020), donde vuelve a trabajar con Ben Affleck tras El contable (2016) . Esta vez el juego es el baloncesto.
Hasta aquí el deporte. Porque sin deporte no hay redención. La historia de Ben Affleck, el actor, fuera de las pantallas pone en bandeja interpretar la película como una redención de su propia vida y la de su álter ego, Jack Cunningham, un ex jugador de baloncesto al que las desgracias han golpeado su vida hasta convertirlo en un habitual del alcohol (!), sirviendo el baloncesto como camino de búsqueda y perdón con uno mismo y con los que le rodean.
Acompañante, en el fondo y las formas, además de generacional de Jeff Nichols, Richard Linklater y, sobre todo, James Gray, Gavin O’Connor es otro autor que ha sabido trasladar no solo aspectos redencionistas, sino también la temática más íntima y personal aplicada a las relaciones familiares, como ya ocurría en Warrior o en otra muy estimable cinta, Cuestión de honor (2008). Por muy sombrío que pueda parecer el tono -en The Way Back acompañado de una acertada fotografía que contextualiza a los personajes mostrando las atmósferas y los lugares acentuando los claros y oscuros emocionales de sus protagonistas-, de sus imágenes, de sus escenas, se demuestra una gran habilidad para el desarrollo de los personajes mediante la dirección de actores (incluso hay cabida para los matices cómicos) y para dotar de dinamismo el montaje, más aún si vuelve a haber un deporte de por medio. Gavin O’Connor ya lo demostró en hockey, en las artes marciales y ahora es el turno del baloncesto.
En The Way Back se cuida y emociona. Se cuidan las imágenes gracias a una solvente puesta en escena, rica y arriesgada que apuesta por el dualismo acción/intimismo cambiándose el ritmo según necesidades narrativas y dramáticas. Y emociona gracias a un excelente Ben Affleck, que logra transmitir un gran abanico de emociones en, posiblemente, la mejor interpretación de su carrera.
The Way Back (Estados Unidos, 2020)
Dirección: Gavin O’Connor / Producción: Distribuida por Warner Bros.. Warner Bros., Bron Studios, Creative Wealth Media Finance, Mayhem Pictures, Pearl Street Films / Guion: Brad Ingelsby, Gavin O’Connor / Música: Rob Simonsen / Fotografía: Eduard Grau / Reparto: Ben Affleck, Sal Velez Jr., Hayes MacArthur, Janina Gavankar, Rachael Carpani, Jay Abdo, T.K. Carter, Lukas Gage, Al Madrigal, Marlene Forte, Yeniffer Behrens, Chris Bruno, Caleb Thomas, Abraham D. Juste, Edelyn Okano, Cynthia Rose Hall