David Simon

LAS MUJERES DE THE DEUCE

En femenino plural

Ya conocimos a Fran, la madre drogadicta de The Corner (2000), a Kima, la policía lesbiana de The Wire (2002-2008), a Jeanette, la genial chef de Treme (2010-2013) y a la superlativa y superviviente LaDonna, también en esta última obra. Que David Simon sabe trazar personajes femeninos es algo que prueban estos importantes cuatro roles mencionados. Pero The Deuce nos ha ofrecido algo aún más novedoso dentro de su gran obra; la serie es la narrativa que de forma más evidente ha conjugado el relato en femenino plural. La masculinidad que ha protagonizado sus anteriores producciones empezó también dominando la narración de The Deuce, hasta que ELLAS fueron visibilizando sus rostros, cuerpos y motivaciones en esta temporada, erigiéndose al final en auténticas protagonistas. Recordamos a cuatro de ellas, no necesariamente las más presentes en escena, y a través de sus tramas recorremos esta sobresaliente primera temporada.

Eileen (Maggie Gyllenhal)

El suyo es un personaje que se define ya en su primera secuencia en pantalla. Eileen es una prostituta llamada “Candy” que podríamos definir como una “free lance”. Ella va por libre, no tiene un chulo que gestione sus clientes, ni que la proteja de su exposición a las calles. En un encuentro con un jovenzuelo que celebra su cumpleaños y que pretende regatearle por sus “servicios”, la prostituta le explica en un minuto en qué consiste el capitalismo aplicado al mundo del placer. Remarcando su independencia laboral, Simon desarrolla este personaje desde su amistad con otras prostitutas más jóvenes y menos experimentadas, en su soledad como madre soltera y en su frustrada búsqueda de una pareja. Ella será la primera que hablará a las otras trabajadoras sexuales de derechos, y la que les concienciará del éxito de las películas para adultos. Eileen representa a todas aquellas pioneras que desde su posición de oprimidas (sensacional y nada efectista tratamiento del episodio en el que es apalizada y robada) se atreven a romper las normas establecidas. Que en el capítulo 8 la veamos convertida en directora de películas y tomando el control de ese equipo, no hace sino certificar el magnífico proceso de este gran personaje. Es necesario mencionar el descomunal trabajo interpretativo de Maggie Gyllenhal, para quien esto escribe, el mejor papel y la mejor interpretación femenina de 2017 en la teleficción estadounidense.

Darlene (Dominique Fishback)

David Simon no es un autor de subrayados, su estilo realista y su voluntad de profundidad hacen que los personajes hablen más allá de sus sentencias. El personaje de Darlene es el de una joven prostituta negra que trabaja para un violento y chulo sociópata, Larry Brown. La serie muestra la violencia, maltrato y cosificación que sufren muchas mujeres dentro de la prostitución. Pero la variable género también adquiere un matiz de complejidad mayor cuando se añade el racial. Darlene no puede decidir ni pensar por sí misma en cuanto a sus circunstancias laborales. Su cuerpo está para hacer caja, es una mujer negra controlada por un hombre negro.

Los episodios en los que se la muestra con clientes que le piden que simule ser violada ilustran esta fantasía masculina de dominio. Pero Darlene no responde al cliché habitual. Ella sueña con “otros mundos”. Su amistad con Abby, su interés por la lectura, e incluso su breve escapada a su pueblo natal no hacen sino ahondar en este perfil de mujer que busca ser cada vez más consciente de sus circunstancias. Ella elige, y elige seguir siendo una prostituta a pesar de tan graves circunstancias. Ese matiz de decisión consciente dota al personaje de mayor profundidad. Darlene, como la tristemente asesinada Ruby, representan a la mujer negra en el mundo de las trabajadoras sexuales.

Abby (Margarita Levieva)

Junto a la Eileen-Candy, el otro personaje femenino de mayor presencia en la serie es el de Abby. Es la joven blanca y perteneciente a una condición social acomodada, que decide salirse del rol que otros habían decidido por ella, para transitar los bajos fondos de Times Square. La conocemos siendo una estudiante universitaria, que transita los espacios peligrosos de la noche, para rápidamente renunciar a su situación al conocer a Vincent, uno de los gemelos interpretado por James Franco.

La frase que ella escucha de una compañera: “Padre, marido, chulo… son lo mismo” ejemplifica la estructura patriarcal que Simon destapa en The Deuce. Cuando Abby le pide a su novio  que sea su acompañante en una fiesta familiar, esta gran escena parece mandarnos un doble mensaje: Abby ha invertido los roles tradicionales machistas (Vincent hace de acompañante y no al revés) y por otro lado, su irrupción en su tradicional y conservadora familia parece ser una despedida, una forma de dejar atrás ese mundo para elegir (Simon vuelve a escribir otra mujer activa y decidida) ser una camarera, que todo indica, protagonizará un relevante rol en futuras temporadas. La amistad con Ashley y otras mujeres prostitutas, sus conversaciones con Darlene sobre literatura y su formación académica hacen de Abby otro personaje que rompe clichés y estereotipos.

Sandra (Natalie Paul)

De los cuatro personajes seleccionados para este artículo, el de Sandra es con diferencia el más breve, pero uno de los más simbólicos. Recordemos que la T5 de The Wire versaba sobre el mundo periodístico, recordemos que David Simon fue un periodista, recordemos esto cuando digamos que Sandra es… una periodista. Su interés es el de investigar la industria del sexo, las circunstancias de esas mujeres que viven en la calle, desprotegidas y convertidas en mercancía. Ella llega a las esquinas de Times Square para infiltrarse en esa realidad, allí conocerá al agente de la policía de Nueva York, Lawrence Gilliard, que participa activamente de múltiples redadas a prostitutas. Sandra es la conciencia periodística; a medida que su relación sentimental con Lawrence profundiza, detectamos un cambio en el policía.

Dicen que las series de David Simon han ido ganando luminosidad, que su humanismo se ha ido tornando menos crudo y pesimista. Puede ser que la luz de la que hablan algunos la hayan aportado ELLAS, los personajes femeninos que han ido conquistando una mayor presencia en sus relatos. The Deuce amenaza con ser una de las grandes series, un retrato que se conjuga gozosamente en FEMENINO PLURAL.

Javier Rueda Ramírez

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