THAT WHICH DOES NOT KILL
La cotidianeidad del horror
Es un clásico contemporáneo romantizar las experiencias dolorosas y traumáticas considerándolas trámites mediante los cuales alcanzamos fortaleza y aprendizaje vital. “Lo que no te mata te hace más fuerte” o “no hay mal que por bien no venga” forman parte del refranero popular, por lo que también forman parte del imaginario colectivo. That which Does Not Kill (2020) ofrece una reflexión sobre la culpa y los traumas que brotan tras una agresión sexual.
That Which Does Not Kill se construye entorno al testimonio de Ada, que fue agredida sexualmente a los 19 años, y quien diez años más tarde compartió su historia con Alexe Poukine, la directora. Manteniendo el anonimato de Ada, Poukine coloca a doce mujeres y a dos hombres interpretando su historia frente a la cámara. En un punto del documental la línea que separa el testimonio de Ada y la experiencia personal de les participantes empieza a difuminarse. La lectura es simple y directa: los abusos y las agresiones sexuales están tan presentes que a todes les despierta un recuerdo y lo ponen en relación con una vivencia personal.
Alexe Poukine plantea una película áspera y fría, en consonancia con su contenido. Una serie de planos estáticos que recogen en primeros y medios planos los rostros de estas personas mimetizándose con Ada. Reaccionan a su testimonio, opinan sobre él y reflexionan sobre cuestiones como la culpa, el trato de las instituciones, la terapia, el deseo o las secuelas que deja una agresión. No sólo se habla de las consecuencias de una agresión, sino que también se señala la estructura que soporta que ocurra con tanta frecuencia. Una de ellas habla de la formulación del deseo femenino como algo que, como consecuencia de la “feminidad absurda”, no se procesa y hace que la mujer tome como suyo el deseo del otro. Un fenómeno que puede llegar a dificultar la identificación de una agresión.
Para algunas de ellas esa supuesta fortaleza que se adquiere tras experimentar lo que no te mata, y que se señala de forma irónica en el título de la película, es el rechazo hacia el género masculino, la incapacidad para las relaciones o el temor a la estabilidad. Sin embardo, cuando se romantiza el sufrimiento, los traumas o la tristeza se convierten en tabú. No se consideran emociones o respuestas válidas dentro de la tiranía de la positividad.
That Which Does Not Kill parece funcionar como una terapia grupal en la que miran directamente al espectador y le presentan y ofrecen un espacio seguro. Un lugar en el que no hay juicios ni reproches por no actuar de la forma que se espera. Una contraposición a la respuesta de las instituciones o de una sociedad que siempre encuentra un resquicio de culpa a la que agarrase: por no oponer resistencia, por no denunciar antes, por exponerse, por cualquier razón. Siempre hay una razón.
That Which Does Not Kill (Alexe Poukine, Belgica, 2019)
Dirección: Alexe Poukine / Guion: Ada Leiris y Alexe Poukine/ Producción: CVB, Alter Ego Production / Fotografía: Elin Kirschfink / Montaje: Agnès Bruckert / Reparto: Conchita Paz, Epona Guillaume, Aurore Fattier, Marijke Pinoy…