SORRY WE MISSED YOU
Vivir para trabajar
Los viejos maestros parecen estar más activos que nunca. Casualidad o no, octubre se ha convertido en el mes en el que, curiosamente, tres de los grandes narradores cinematográficos de la segunda mitad del siglo XX han estrenado su nueva película y, pese a su edad, ninguno de los tres muestra síntomas de agotamiento: Woody Allen, Costa-Gavras y Kean Loach.
Este último, con sus 83 años -Allen es un año mayor y Gavras tiene actualmente 86 años-, no ha cesado nunca de trabajar en torno a los temas sociales como buen heredero del Free Cinema y del British Social Realism que es. Su constante compromiso, equiparable al de Gavras, le ha valido para conseguir dos Palmas de Oro en Cannes, y aunque se quedó sin premio en la última edición del festival francés, Sorry We Missed You no deja de ser un drama social que pone en el punto de mira el abuso capitalista que sufre la clase trabajadora a la que tantas y tantas películas ha dedicado el director.
De Loach mucho se puede hablar. Puede que, como sucede con Allen, parezca que se repita una y otra vez, que nos cuente la misma historia de vencedores y vencidos –explotadores y explotados- película tras película. Pero, y si no lo hace él ¿quién lo hará? El director inglés se ha consagrado como una de las personalidades más críticas del realismo cinematográfico. Loach, con su último trabajo, nos insta, una vez más, a reflexionar sobre la situación política y social en la que el Reino Unido está sumergido, huyendo de tintes comerciales y escapistas.
En Sorry We Missed You, la elegancia y naturaleza con la que retrata a sus personajes explotados se confronta sutilmente con pequeños destellos humorísticos que magistralmente enlazó en su premiado trabajo anterior. Si Daniel Blake era un carpintero prejubilado al que la administración inglesa le obliga a buscar trabajo pese a la prohibición de su médico, Ricky Hitchen -en Sorry We Missed You– es un padre de familia que se compra una furgoneta para poder ser autónomo pero que termina siendo víctima de lo que se ha denominado “falsos autónomos”. Ricky ya no trabaja para vivir, como Daniel Blake –o mejor dicho, no busca trabajo para poder vivir-, sino que vive solo para trabajar, al más puro estilo nazi: Arbeit macht frei, es decir, “el trabajo te libera”.
Su puesto de trabajo, el de repartidor, le encarcelará en una lucha diaria con su jefe, fiel representante del capitalismo feroz y despreocupado. Al mismo tiempo, su hijo mayor –graffitero- se le rebelará en pleno apogeo adolescente causando graves confortamientos familiares que no harán más que hundir cada vez más en la miseria a la familia Hitchen. A priori, la miseria y el querer desesperadamente salir adelante, concuerdan con la temática Parásitos (Parasite, Bong Joon-ho, 2019), esta sí, la ganadora de la Palma de Oro este año en Cannes. Ambas películas parten de la necesidad familiar para desembocar en distintas puestas en escena y resoluciones dramáticas. La miseria se apodera de sendos trabajos, pero aunque el juego narrativo y estructural de Joon-ho salpica en la hibridación de géneros, el realismo más naturalista y brutal de Loach endurece la historia torturando a su protagonista –y paralelamente a su entorno- de manera cruel.
Sin embargo, el director de Tierra y libertad (Land and Freedom, 1995) no necesita que nadie lo compare con ningún otro. Se vale por sí mismo para reivindicar los abusos capitalistas que el sistema neoliberal permite. Por eso, su arma es el cine, siempre lo ha sido, y su obra se traduce en denunciar, con total rigurosidad y compromiso, la realidad social. A Loach no le sirven las filigranas formales o narrativas, puesto que es la misma realidad la que le habla, y en consecuencia, la que nos transmite ese profundo dolor del que es víctima el ser humano alienado por unos pocos que mandan, y otros muchos que sufren.
¿Quién más sería capaz de unirse, en pleno Festival de San Sebastián, a la huelga de las trabajadoras de residencias de ancianos de Guipúzcoa y vestirse la camiseta dorada símbolo de la reivindicación de las huelguistas? El mismo que obtuvo el galardón a la mejor película europea dentro del Premio del Público Ciudad de Donostia en dicho certamen.
Sorry We Missed You (Reino Unido, 2019)
Dirección: Ken Loach / Guion: Paul Laverty / Producción: Rebecca O’Brien, Philippe Logie, Eimhear McMhon, Jack Thomas-O’Brien / Fotografía: Robbie Ryan / Música: George Fenton / Dirección artística: Julie Ann Horan / Diseño de producción: Fergus Clegg / Reparto: Kris Hitchen, Debbie Honeywood, Rhys Stone, Katie Proctor
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