SHOW ME A HERO – SE BUSCA: URBANISMO
Show Me a Hero desde otro punto de vista: la arquitectura
Un día un grupo de estudiantes preguntó a un arquitecto consagrado qué era lo más importante a tener en cuenta para construir un buen edificio. Éste contesto: encontrar un buen cliente.
Llevemos esa pregunta ahora a Show Me a Hero (2015), ¿qué es lo más importante para tener un buen diseño urbano en las ciudades que nos lleve al progreso y al bienestar? La respuesta sería unos buenos políticos. De esto mismo, de políticos, va la miniserie Show Me a Hero. Una deliciosa narración en 6 capítulos de David Simon (dirigidos por Paul Haggis) que muestra cómo el dinero y el poder están detrás del urbanismo.
Sin embargo, aunque Show me a Hero gira en torno a las relaciones entre urbanismo y clase social, de las que David Simon siempre fue muy consciente (véanse los patios de las barriadas de Baltimore en The Wire), en su nueva serie el problema es más explicado que mostrado. No lo verás, pero sí entenderás de qué depende que el urbanismo y el espacio de las ciudades ayuden al progreso y al bienestar social o no: de la política.
Viviendas sociales, un tema político
“En Yonkers los partidos no importan, quien dirige el pleno, dirige la ciudad”. Le comentaba una asistente municipal a su compañera recién llegada. Esta frase dentro del capítulo 1 es toda una declaración de intenciones.
La serie engarza una sucesión de dimes y diretes políticos bajo el problema de edificar unas viviendas sociales en una zona de clase media-blanca dentro de un barrio de la periferia del estado de Nueva York. Se establece una buena discusión teórica-urbanística. Lo explico, el problema consistía en colocar 200 viviendas sociales en un barrio de 20.000 habitantes. Se discute sobre si colocarlas en el mismo lugar o no, ante las quejas y presiones de los vecinos que, por supuesto, no quieren ni ver esas viviendas cerca.
Si me permitís asomar la cabeza de arquitecto, ahora es cuando algo dentro de mí comienza a vociferar: «¡No veo los lugares! Que pongan un plano, una imagen aérea, ¡algo!”. El espectador no entiende el conflicto desde un punto de vista urbanístico, no puede discernir sobre qué estaría bien o qué no. Sobre qué funcionaría o no. No es lo mismo, como la serie debate, que unas viviendas sociales estén colocadas en el mismo sitio o, por el contrario, se dividan en varios emplazamientos.
Me falta calle. Ver fachadas, ventanas, farolas, adoquines, asfalto; me falta ver parques, bicicletas, niños jugando, canchas de basket. Todo lo que en The Wire era mostrado y aquí, en su mayor parte, tan sólo explicado.
Necesito un poco más de urbanismo, ¿qué tipología urbana funciona para este tipo de viviendas sociales con tendencia a la marginación? ¿Qué tipo de espacios provocan segregación social y cuáles no? ¿Cómo se pueden evitar los guetos? ¿Son los guetos inevitables o incluso mejores para poder controlar una zona concreta? ¿Cómo se aumenta la seguridad en este tipo de zonas? ¿Cómo se combate la droga y la exclusión social? En Show Me a Hero se tratan todas estas cosas, pero no las veremos.
Pongamos ejemplos
No es lo mismo Barranquillas que Lavapiés (hace unos años). No es lo mismo ‘El Ruedo de la M30’ (unas viviendas sociales limítrofes con la autovía hechas por el prestigioso arquitecto Sáenz de Oiza) que el ensanche de Carabanchel. En el recuerdo de cualquier arquitecto millennial están los famosos videos de lugares degradados de Madrid y de España del programa Callejeros. A recordar: Ramon el vanidoso, los naranjitos de Carabanchel, o el mismísimo Saénz de Oiza discutiendo con los vecinos de ‘El Ruedo’, dentro de su casa, el tamaño del salón y de las ventanas… “haberse comprado los muebles después de tener la casa” espetaba el Arquitecto in situ. Problemas reales. Pura droga televisiva y conceptual. Esa droga que me falta en Show me a Hero.

Un House of Cards de barrio…
Y sí, lo más importante es tener un agente económico que financie y promueva los proyectos de arquitectura, como decía aquel arquitecto del coloquio. Eso lo cuenta perfectamente Show me a Hero.
La serie es un House of Cards de barrio. Unas cúpulas políticas que deciden y manejan los asuntos sociales despreciando y ajenos al pueblo. En House of Cards se entienden esas miradas a cámara de Frank Urderwood (Kevin Spacey) explicándote sus tropelías, intimidándote y dándote a ver que TÚ (pueblo) en la “democracia” participas poco. Más bien nada.
Pero al contrario que en la serie de Kevin Spacey, la meta de Show me a Hero no es dejarte una moraleja para concienciarte sobre las disfunciones de las democracias. Aquí se trata de una serie correcta narrativa, visual e interpretativamente para entender las presiones sociales y los conflictos vecinales con sus representantes. Ni más ni menos.
Seguiré en la búsqueda de un argumento concreto urbanístico-social en la pantalla….
Parafraseando a Gustav Jung: La arquitectura no vivida (y no vista) es una enfermedad de la que se puede morir.
Carlos Aguirre Díez, es Arquitecto y doctorando en Composición, Historia y técnica de la Arquitectura por la Universidad CEU-San Pablo. Creador del programa Ciudad Abierta en Radio Círculo (Circulo de Bellas Artes, Madrid)