SEVILLA 2019 – SE PROHÍBE EL CANTE
Pasado y presente de las peñas flamencas
“Para los aficionados al flamenco la peña es su templo”, reconoce María Ángeles Carrasco, exdirectora del Instituto Andaluz del Flamenco. Y es por ello que a través de la exploración de estos templos a lo largo de su historia se pueden obtener interesantes estudios etnográficos sobre este arte e incluso sobre la población andaluza. Los directores Félix Vázquez y Paco Ortiz realizan en Se prohíbe el cante un recorrido por las peñas flamencas desde su origen hasta la actualidad. De la mano de la aclamada cantaora sevillana Esperanza Fernández se visita distintas peñas de Andalucía (como la Perla de Cádiz o La Platería de Granada) para conversar sobre estos lugares con grandes figuras del flamenco como Rocío Márquez, Miguel Poveda, Marina Heredia o Arcángel.
El origen de las peñas flamencas se remonta a finales de los años 40, donde los seguidores de este género musical se reunían en algunas tabernas para conversar acerca de dicha manifestación cultural tan popular entre las clases más pobres. Se trataba de un lugar de sociabilización, pero no solo para los flamencos, como recuerda el periodista Manuel Curao. “Cuando se llegaba a un pueblo y se buscaba a alguien, no se preguntaba dónde vive sino en qué bar para”. Durante la dictadura franquista las peñas vivieron años difíciles con motivo de la ley del asociacionismo, que prohibía la reunión de un número determinado de personas. Sin embargo, se produce un apogeo tras la muerte de Franco, en la década de los 70 y los 80 y con el cantaor Antonio Mairena como pieza fundamental de este éxito. La creación de certámenes, los programas de radio especializados y el interés de las discográficas por artistas flamencos son otras de las claves.
Además de indagar por el pasado de estos rincones andaluces, Vázquez y Ortiz aprovechan tales espacios y la talla de sus entrevistados para filmar actuaciones con público que otorgan a la película momentos musicales que, aunque en algunos tramos algo excesivos, son muy útiles para expresar a través del cante y el palmeo el sentimiento de lo que se está tratando. Se analiza asimismo el presente de las peñas, que atraviesan dos principales hándicaps: el estancamiento en el relevo generacional y la imposibilidad de pagar a los más renombrados flamencos actuales dado el caché de estos, que hoy día son capaces de agotar las localidades de grandes teatros y pabellones.
El flamenco, una de las mayores señas de identidad en Andalucía, fue considerado décadas atrás como un cante de mala gente vinculado al mundo de la noche. Hoy es un arte admirado por todo el mundo y declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010. Con Se prohíbe el cante se homenajea a las peñas flamencas, pero además de su evolución en la historia se abordan otros aspectos como el papel y el valor que la mujer tiene y ha tenido sobre esta creación artística o el estado del flamenco a nivel internacional, sin pasar de puntillas por asuntos más controvertidos como las rivalidades que muchas de estas peñas han tenido entre ellas debido a la férrea admiración hacia un estilo o un cantaor en concreto. Para ello son imprescindibles los testimonios de expertos como el flamencólogo Ildefonso Vergara o la periodista Cristina Cruces, que se suman a los ya citados antes.
Producido por Sarao Films, este documental se estrena en el Festival de cine europeo de Sevilla exhibiéndose dentro de la sección Panorama Andaluz junto a otros nueve largometrajes, entre los que se encuentran Menese (Remedios Álvarez, José Romero) y Manolo Sanlúcar, el legado (Juanma Suárez) ambos también de temática flamenca.
Se prohíbe el cante (España, 2019)
Dirección: Félix Vázquez, Paco Ortiz / Guion: Laura Hojman / Producción: José Carlos de Isla (para Sarao Films) / Fotografía: Rocío Fuertes, Elisa Moreno / Montaje: Félix Vázquez, Paco Ortiz / Reparto: Esperanza Fernández, Arcángel, Miguel Poveda, Rocío Márquez, Marina Heredia.
