¿QUIÉN ENGAÑÓ A ROGER RABBIT?
Lo que el imperio americano ha hecho por nosotros
¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Robert Zemeckis, 1988) recuerda al clásico gag de los Monty Python en La vida de Brian (Terry Jones, 1979) del Frente Popular de Judea: «¿Qué han hecho los romanos por nosotros?”. En esta película Steven Spielberg y su productora Amblin, con Robert Zemeckis (director también de la trilogía de Regreso al futuro) como mano ejecutora, se encargan de recordarnos lo que el imperio de Hollywood ha hecho por nosotros desde el cine clásico de los años 30/40. Nos han dado estrellas de cine de las que enamorarnos, mitos modernos y universos de evasión para todas las edades… y ¿Quién engañó a Roger Rabbit? es una rara mezcla que combina de manera perfecta el cine clásico de detectives con el delirio de los dibujos animados Looney Tunes. Además, significó el resurgimiento y nueva edad dorada de la animación americana (a la que todos los estudios, incluido Disney, ya daban por perdida) ganando varios Oscars y recaudando 5 veces más de lo que costó.
Se estrenó hace ya 30 años y consiguió lo mismo que ha hecho Marvel este año con Vengadores: Infinity War (Anthony Russo, Joe Russo, 2018) o Reader Player One (Steven Spielberg, 2018): El crossover “definitivo”. En ¿Quién engañó a Roger Rabbit? aparecen Mickey Mouse, Minnie, el Pato Donald, Goofy, Pluto, Bambi, Tambor, Pinocho, Pepito Grillo, Dumbo (y sus cuervos), Blancanieves y sus siete enanitos, los tres cerditos, el Sombrerero Loco, Betty Boop, el Pájaro Loco, Campanilla y, por supuesto, los Looney Tunes Bugs Bunny, Pato Lucas, Porky, El Coyote, el Corre caminos, Sam Bigotes, Speedy González, Piolín, Silvestre, Marvin el Marciano, Elmer… ¿Cómo no iba a ser la película favorita de toda una generación que creció entre los 80 y 90? En realidad, he mencionado unos pocos porque en total se incorporaron personajes de prácticamente la totalidad de estudios de Hollywood: Disney, Universal, Metro Goldwyn-Mayer, Paramount, Columbia, 20th Century Fox, RKO y Warner Bros. Pero obviamente lo que más destaca es la rivalidad (encubierta porque a los niños les da igual unos que otros mientras haya dibujos animados en pantalla) entre Warner Bros y Disney. Una rivalidad que llega al máximo en un par de secuencias: el duelo de pianos entre el Pato Donald y el Pato Lucas y la única aparición en un mismo plano de Bugs Bunny y Mickey Mouse.
Pero no solamente llamó la atención esa mezcla de acción real con mil personajes animados. El entorno en el que se mueve el mundo “real” es el de puro cine negro, pero en algunos momentos roza el diesel punk, una corriente retrofuturista situada entre los años 20 y 50, formando un cóctel de héroes pulp, música jazz y detectives daltónicos. Recordemos además que Robert Zemeckis coqueteó también con el steam punk (otro movimiento artístico retrofuturista, esta vez ambientado en el siglo XIX y la tecnología de vapor) en Regreso al futuro III un par de años después. Eddie Valiant, el detective protagonista de carne y hueso en esta locura, es un improbable (anti)héroe interpretado por un Bob Hoskins pequeño pero matón, complementándose a la perfección con Roger Rabbit como el detective gruñón y el conejo payaso de una desquiciada buddy movie. El villano, Christopher Lloyd (Doc de Regreso al futuro), hace un trabajo memorable. Lo consigue, además de con su interpretación, con la estética elegida para su personaje, muy parecida a los nazis de Indiana Jones y el arca perdida (Steven Spielberg, 1981). En el delirante tercer acto se desata en su villanía con una orgía de tics y excesos interpretativos llegando a cotas epicodecadentes solo alcanzadas a posteriori por Nicolas Cage en Cara a cara (John Woo, 1997).
Pero si la acción real ya era perturbadora, la parte animada no se queda atrás. Cuando el detective Valiant entra con su coche en un túnel oscuro para acceder a Dibullywood (la dimensión de los dibujos animados), le pasa al contrario que a Roger Rabbit: este personaje animado sufre mil y un golpes en el mundo real, pero como representante del slapstick no sufre consecuencias físicas. En el caso de Valiant, todas las escenas están diseñadas para anticipar que no hay vuelta atrás y que el peligro es real. Todo ello, sumado a unos dibujos animados bastante ambiguos a nivel moral, hacen que sea un tramo de la película un poco inquietante. Eso sí, al contrario que en las series actuales de animación adulta, la película es muy sutil y nada explícita gracias a la puesta en escena de Zemeckis y a la música de Alan Silvestri (otro sospechoso habitual de Amblin), que crea ambientes de pura tensión.
La otra razón por la que la parte animada no es muy para niños es la femme fatale Jessica Rabbit. Con la voz original de Kathleen Turner (salvo las canciones que son cantadas por Amy Irving, esposa por aquel entonces de Spielberg), Jessica es una mezcla de Marilyn Monroe, Marlene Dietrich, Jayne Mansfield, Veronica Lake y Rita Hayworth. A riesgo de que mi antiguo profesor de la carrera y crítico de cine Antonio Weinrichter (Winchester para los amigos) me acuse de “lacaniano”, pienso que para nuestra generación Jessica Rabbit era el objeto de deseo antes de que supiéramos qué era eso. Pero en realidad Jessica logra convertirse en algo más. Se transforma en una pulsión ya que el deseo consigue desatarse: al ser un dibujo animado no se puede interpretar como algo obsceno para los niños, y ellos en su profundo inconsciente (como le pasó a un servidor) despiertan sus instintos erótico-festivos. Y los adultos, claro está, fantasean con esa forma camuflada de dibujo animado con toda libertad. Hablamos de una certeza de la satisfacción ya que aquí nos saltamos todas las reglas, al ser ella un dibujo animado, entre dos mundos. Como dicen en un diálogo de la película: «No es mala, solamente la dibujaron así”.
¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Who framed Roger Rabbit, EEUU, 1988)
Dirección: Robert Zemeckis / Guión: Jeffrey Price, Peter S. Seaman, basado en la novela de Gary K. Wolf / Producción: Steven Spielberg, Frank Marshall, Robert Watts, Kathleen kennedy / Música: Alan Silvestri / Fotografía: Dean Cundey / Montaje: Arthur Schmidt / Efectos especiales: Richard Williams, Ken Ralston, Ed Jones, George Gibbs / Reparto: Animación, Bob Hoskins, Christopher Lloyd, Joanna Cassidy, Mike Edmonds, Joel Silver, Richard LeParmentier.
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