POKÉMON: DETECTIVE PIKACHU
Cine sin depilar, a Godard tendrás que rezar
Podríamos pensar que lo importante de una película llamada Pokémon: Detective Pikachu es cómo se fusiona el universo de anime y videojuegos Pokémon con el detectivesco ambiente del cine negro. Pocos, incluso los más optimistas, esperarían que de esta mezcla saliera una gran y apasionante narración criminal. Ni siquiera la propia producción de la película ni el mismo director, Rob Letterman, parecen haber tenido esperanzas de ello. La adaptación a la pantalla de uno de los videojuegos menos conocidos en España del gigante de Nintendo nos presenta una historia previsible, llena de clichés, tremendamente infantilizada (pese a contener leves indicios de tramas amorosas, sexuales y de tráfico de estupefacientes) y sobre-explicada. Al final, los minutos se suceden sin más inventiva que el clásico y esperado giro de guion argumental de manual. Pero, ¿Acaso importa? Abajo la narrativa, la puesta en escena, el guion y todas esas cosas que cuando uno estudia crítica te dicen que es lo importante y lo que has de resaltar. Bazin, perdóname porque he pecado.
El atractivo, la gracia, el sentido de la existencia de Pokémon: Detective Pikachu ya estaba en su mismo tráiler y no es otro que el de ver a las criaturas que han vertebrado el crecimiento de toda una generación integradas, por primera vez, en imagen real. Los pokémones (lo sé, suena mejor “pokemons” pero la RAE dictó sentencia) tienen contorno, volumen y, sobre todo, pelo y textura. “¡Qué gilipollez!”, pensará alguno con, probablemente, mucha razón. Pero cuando hablamos de un fenómeno social de este calibre las cosas funcionan distintas. Que una película tenga por primera vez la aparición de un símbolo como Pikachu en versión “realista”, alejada del anime y con textura de pretendida apariencia real, es importante. No para el cine, pero sí para el fenómeno. Y la película, más allá de su escaso valor cinematográfico, encuentra su alimento principalmente por esa vía. Es por lo que la gente va a ir a verla y por lo que la película existe. Dicho de otra manera, la cinta se apoya en el fan service como primero y casi único valor. La historia de un chico huérfano (Justice Smith) que investiga junto con un Pikachu parlante, una periodista y su Psyduck, la misteriosa muerte de su padre y el paradero del legendario Mewtwo no sería nada sin los monstruitos que pueblan sus imágenes. En este universo visual con cierto toque cutre pero coherente, por parecer estar siempre a camino entre el universo real de los humanos y el 3D videojueguil de los pokémones. Un mundo por el que se pasea una historia prescindible, sí, pero en la que aparece un Snorlax dormido en medio de una redonda o un Machamp dirigiendo el tráfico. Un mundo donde los pájaros que vuelan son Pidgeottos, los perros policía son Growlithes y los bomberos Squirtles.
Si con la presencia de Ryan “Deadpool” Reynolds como Pikachu, sumada a los ambientes nocturnos y turbios propios de la investigación criminal, todo apuntaba a un enfoque más adulto, lo cierto es que las diferencias en tono y forma con la primera película del anime Pokémon: La película (Kunihiko Yuyama, 1999) acaban por ser bastante escasas. Hay, eso sí, tres excepciones. Tres secuencias que actúan como flotador salvavidas de la película. Digamos que por ellas hay un Mr. Mime, un Charizard y alguna que otra Torterra. Más allá de eso solo nos queda el dichoso pelo porque, como reza el dicho, donde hay pelo… (Me van a caer tres Rivettes nuestros por esto).
Pokémon: Detective Pikachu (EEUU, 2019)
Dirección: Rob Letterman / Guion: Dan Hernandez, Benji Samit, Rob Letterman, Derek Connolly (Historia: Nicole Perlman, Benji Samit, Dan Hernandez. Videojuego: Satoshi Tajiri, Ken Sugimori, Junichi Masuda) / Producción: Greg Baxter, Cale Boyter, Joseph M. Caracciolo Jr., Tsunekazu Ishihara,Hidenaga Katakami, Cliff Lanning, Don McGowa, Ali Mendes, Toshio Miyahara, Kenji Okubo, Mary Parent (Legendary Pictures / Toho / Nintendo) / Fotografía: John Mathieson / Montaje: Mark Sanger, James Thomas / Música: Henry Jackman / Diseño de producción: Nigel Phelps / Reparto: Justice Smith, Ryan Reynolds, Kathryn Newton, Ken Watanabe, Bill Nighy, Chris Geere, Rita Ora, Suki Waterhouse, Omar Chaparro
Pingback: Tom y Jerry (2021), de Tim Story - Revista Mutaciones