LES DRAPEAUX DE PAPIER (PAPER FLAGS)
Empezar de nuevo
En pocas ocasiones un joven aspirante a cineasta logra alcanzar su sueño con apenas recién cumplida la mayoría de edad. De entre los pocos afortunados que pueden presumir de ello, uno se llama Nathan Ambrosioni y vino desde Francia para presentarnos su opera prima en la Mostra de Cinema de Valencia, donde no sólo partició en Sección Oficial, sino que consiguió alcanzar el podio y llevarse a casa la Palmera de Bronce.
En palabras del joven director y guionista, arrancar la producción de su primer film no le ha resultado, pese a todo, tan complicado. Con apenas 17 años y todavía en el instituto, escribió el guion de Les drapeaux de papier (Paper Flags), idea que extrajo de una noticia del periódico donde se relataba la historia de un expresidiario que no lograba rehacer su vida laboral porque se le cerraban todas las puertas. Según palabras del propio Ambrosioni, envió por email el libreto a una productora francesa y… voilà! Les Drapeaux de papier se hizo realidad y los ojos de este joven inquieto se abrieron como platos. La edad del director que firma una película no tiene por qué ser destacada a la hora de realizar la crítica de su obra, pero en esta ocasión, la excepcionalidad de la propuesta lo exige para poner en situación al lector de que estamos ante un joven talento con un futuro (presente) prometedor en la industria del cine.
Pese al pretexto que apuntaba el propio creador, Paper Flags no solo cuenta la historia de un joven que acaba de salir de prisión y se enfrenta a un mundo real que le señala con el dedo. Tras media vida en prisión, Vincent se da de bruces con la realidad con treinta años a sus espaldas pero apenas experiencias que pueda contar. Con la cabeza rapada y con sus pertenencias en los bolsillos vuelve a casa de Charlie, su hermana menor, en busca de cobijo y perdón, y la tensa situación les avoca a abrir unas heridas que creía ya cicatrizadas. Ambrosioni no deja dudas de sus referentes a la hora de elegir una dirección y una estética, en este caso muy próximas a Xavier Dolan -en Mommy por ejemplo, la que también fue la opera prima del canadiense-. Nos recuerda al (también joven) director canadiense en su manera de filmar los pequeños detalles, acercarse a la superficie de la piel, destacar los gestos y las miradas de los protagonistas, y esa estética tan colorista que cambia en cada secuencia con una intencionalidad simbólica más que estética. Esto podría volverse en su contra si Ambrosioni se mantuviera por el mismo camino y no se permitiera a sí mismo encontrar su propia voz. Sin embargo, en Paper Flags encontramos muchos aspectos que nos obligan a destacar esta película a pesar de no tener todavía distribución en España. El debut de Ambrosioni -curtido en el cortometraje de género, muy alejado de lo que ahora propone-, es más que cine social que versa sobre el tema de la reinserción y que denuncia de alguna manera la situación de desamparo a la que se enfrentan los que salen de la cárcel y se encuentran con el rechazo de la sociedad. Aquí somos testigos de la reconstrucción de la relación de dos hermanos que han crecido separados y ahora están condenados de algún modo a entenderse. Vincent exige una segunda oportunidad a su hermana, quien no sabe si está preparada para asumir ese cambio de roles. Se muestra aquí la importancia de la libertad -o más bien la falta de ella-, de los errores del pasado, las expectativas de futuro y las frustraciones de un joven que busca una segunda oportunidad; un volver a empezar cuando para algunos ya es demasiado tarde, y sin embargo la vida de Vincent acaba de despegar. La pareja de intérpretes formada por Noémie Merlant y Guillaume Goix es uno de los grandes aciertos del director, pues extrae de ellos lo que necesita para interpretar a unos personajes que precisan de cierta contención y una evolución que Ambrosioni sabe marcar con buena medida en un guion preciso al que apenas le sobran líneas. Precisamente Merlant fue merecedora del premio a la mejor actriz en la citada Mostra de València. Con algún pequeño desafine propio de cualquier principiante (la manera tan tópica de mostrar la relación con el padre o la exageración de algunas acciones del protagonista), Nathan Ambrosioni se marca un buen tanto con esta lección de pulso y realismo que nos invita a seguirle la pista muy de cerca.
Paper Flags (Les drapeaux de papier, Francia, 2018)
Dirección: Nathan Ambrosioni / Producción: Stéphanie Douet (para Sensito Films) / Música: Matthew Otto / Fotografía: Raphaël Vandenbussche / Montaje: Nathan Ambrosioni / Reparto: Guillaume Gouix, Noémie Merlant, Alysson Paradis, Sébastien Houban