OZARK. T4. P2.
Despedida de los Ozarks
Tras la dilatada pausa desde el estreno de la primera parte de su última temporada, regresa la familia Byrde para concluir la intensa historia de narcotráfico que ha sacudido sus vidas a lo largo de cuatro temporadas en Ozark (Bill Dubuque & Mark Williams, 2017-2022). Esta segunda parte vuelve a ofrecer altas dosis de tensión criminal, pero también un broche final sobre el traje ¿inmoral? que ha vestido esta familia con el fin de sobrevivir a las incesantes amenazas del cártel mexicano.
El enredo entre tramas eleva las expectativas de Ozark para continuar cuestionando dónde empieza y acaba lo correcto ¿A quién es necesario asesinar para mantenerse con vida? ¿A quién mentir para beneficiarse de sus debilidades? ¿Es posible confiar en la familia? Estas y más preguntas flotan alrededor del matrimonio formado entre Marty (Jason Bateman) y Wendy (Laura Linney), quienes afrontan los últimos capítulos como una carrera a contrarreloj para mantener sus retorcidos negocios de blanqueo de dinero. Desde luego, la nueva presencia de Camila (Verónica Falcón), la hermana del principal líder del narcotráfico, Omar Navarro (Feliz Solís), añade una pizca más de vanidad a la narrativa, resaltando los recelos internos de su propia familia e incrementando aquellos enredos “narco-familiares” que han caracterizado a la serie desde el inicio. A consecuencia, esto abre nuevos y violentos caminos narrativos en la ya intrincada vida de los Byrde.
Y es que, al fin y al cabo, Ozark no es solo una serie “sobre crimen y drogas”, sino una elaborada historia sobre la familia, los roles que sus integrantes ocupan y las delgadas líneas que separan el amor del odio. A pesar del amplio recorrido narrativo de la serie, no todo estaba contado, y este final de temporada explora con mayor profundidad el hermetismo y la dureza de algunos de sus personajes, tales como Wendy, y a propósito de la intromisión de su padre, cuya presencia reaviva los recuerdos de un traumático pasado.
Una vez más, las excelentes y refinadas composiciones de imagen delimitan los fríos entornos de Ozark y los puntos de vista que se depositan en ella. La precisa construcción del espacio fílmico, bastante efectiva y consistente, permite interesantes juegos de montaje, tan sugerentes como precisos, para contar el subtexto de lo que se está mostrando. O dicho de otro modo, permite jugar con lo que el espectador sabe, pero no sus personajes, haciéndolo partícipe de un juego mortal en que la información y las puñaladas por la espalda son clave en el seno del narcotráfico y la supervivencia. Por tanto, continúan las fantásticas ideas estilísticas y de composición televisiva que sellaron la esencia estética de esta serie.
Ante todo, reconocer las memorables interpretaciones de sus actores principales, quienes se muestran completamente mimetizados con sus personajes hasta ofrecer una recta final de serie que cumple con las expectativas alimentadas en la primera parte de esta última temporada. Tanto las tramas ya conocidas como las que surgen en estos capítulos apelan y cuestionan la moralidad, al final justificada como la ley del más fuerte (o del más inteligente) entre un cóctel de personajes unidos y separados por un mismo elemento: el dinero. Los billetes, manchados de sangre o no, poseen el mismo valor.
En las últimas líneas de diálogo entre dos personajes:
“El mundo no funciona así”
“¿Desde cuándo?”
El corte a negro final es acompañado por el disparo de un rifle. Fin de Ozark.
Ozark, T4. P2 (Estados Unidos, 2017-2022)
Showrunners: Bill Dubuque & Mark Williams / Producción: Netflix, Zero Gravity Management, Media Rights Capital (MRC), Aggregate Films. Distribuidora: Netflix / Reparto: Jason Bateman, Laura Linney, Julia Garner, Félix Solís, Verónica Falcón, Alfonso Herrera, Sofia Hublitz, Skylar Gaertner, Lisa Emery & Charlie Tahan.