NO MATARÁS
La ética oscurecida por neones
Segundo largometraje del director David Victori, No Matarás se presenta como un thriller con marcada estética urbana y pinceladas del cine violento, moralmente extremo, de Gaspar Noé. El joven director se ha curtido en la realización de cortometrajes, asistente de dirección o segunda unidad, así como guionista en diversos proyectos para televisión o plataformas, como series para la web Flooxer de Atresplayer; Victori ha demostrado a lo largo de su trayectoria un más que solvente control técnico como director y, también en su faceta de guionista, un interés por las premisas llamativas como elementos fantásticos, encrucijadas morales o una predestinación fatal que atañen a gente corriente, casi siempre enfrentada a acontecimientos excepcionales y decisiones trascendentes; en este hilo de premisas se ensartan historias tales como su anterior El Pacto (2018), las series Pulsaciones (2016-2017) y Comando Squad: Reset (2020) o los cortometrajes Reacción (2008) y La culpa (2010), este último merecedor del premio Your Film Festival por el que Ridley Scott y Michael Fassbender produjeron una ambiciosa webserie de tratamiento intimista, Zero, en la que el planeta se ve afectado por una repentina falta de gravedad.
Con No matarás, el joven director parece querer llevar esa importancia de la premisa no sólo al apartado técnico y visual, sino también al dramático e interpretativo, planteando a sus actores retos de improvisación, evitando que conocieran los sets con antelación o incluso planeando que el primer encuentro entre ellos solo se diera con motivo del rodaje de la secuencia en cuestión. Para ello, ha sido imprescindible la implicación total de su protagonista, Mario Casas, intérprete que alcanza en nuestro país casi el estatus de estrella esperpéntica a lo Nicholas Cage para algunos, y al que otros le han reconocido la capacidad de restitución del prestigio de un Robert Pattinson: tan solo este 2020 (y habiendo participado en 2019 en una solvente Adiós de Paco Cabezas), Casas ha protagonizado dos largometrajes en Netflix, con resultado irregular, pero en las que demuestra voluntarioso su disposición y falta de sesgos a la hora de encarar personajes de todo signo, ya sea el padre apocado y exalcohólico de Hogar (David Pastor y Àlex Pastor) o un más arriesgado y violento carácter psicopático de El Practicante (Carles Torras). Efectivamente, cuando Dani (Mario Casas) conoce a Mila (Milena Smit), transcurridos unos veinte minutos desde el inicio de la película, los intérpretes no habían coincidido nunca. Es entonces cuando cuando la premisa de Victori se dispara: el joven tímido, la persona normal (o excesivamente formal), se deja arrastrar de la mano de la joven salvaje, acaso una femme fatale urbana, una vampiresa tatuada, a los infiernos de la calle y más allá, donde las decisiones son vitales y atañen cada vez más a una ética oscurecida por neones.
Por su ambicioso carácter formal (y experimental), No matarás se sitúa entre el thriller urbano y el drama fatídico como un título capaz de enganchar cuando se pone frenético (la escena que tiene lugar en las escaleras de un edificio está al nivel de intensidad del arranque de Antidisturbios de Sorogoyen), más cercano al Sebastian Shipper de Victoria (2015) que al noir fluorescente de Nicolas Winding Refn.
No matarás (España. 2020)
Dirección: David Victori / Guion: David Victori, Jordi Vallejo, Clara Viola / Producción: Castelao Pictures, Filmax, Movistar+, Televisión Española (TVE), TV3 / Música: Adrian Foulkes, Federico Jusid / Fotografía: Elías M. Félix / Montaje: Alberto Gutierrez / Reparto: Mario Casas, Milena Smit, Joaquín Caserza, Victor Solé, Elisabeth Larena, Fernando Valdivieso, Albert Green, Andreu Kreutzer
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