NIÑATO (INAUGURACIÓN MÁRGENES 2017)
De lo íntimo (y lo universal)
Niñato es el nombre del primer largometraje de Adrián Orr, y antes que la película, es el nombre artístico en la escena del hip hop nacional por el que se conoce a David Ransanz, protagonista del filme. El título con el que juega el director lleva implícito un salto imaginario entre lo íntimo y lo ajeno, entre la realidad y la ficción que conecta directamente a la persona y al personaje, a la realidad vivida y al relato creado, de hecho, son la misma cosa, y Adrián Orr se encarga de derribar fronteras colándose en la intimidad de una familia como si fuera un reportero de guerra para filmar la resistencia.
Niñato es la continuación y la respuesta a favor de la corriente del tercer cortometraje del director madrileño, Buenos días resistencia (2013), cuya sinopsis resume a la perfección el cometido de aquel ejercicio: “David despierta a tres niños cuando todavía es de noche. Empieza el día con un objetivo común: llegar a tiempo a la escuela”. Y así es, la puesta en largo de aquel corto mantiene el foco en el esfuerzo de una familia trabajadora de Madrid que resiste a la crisis trabajando en equipo con el firme propósito de dar la mejor herramienta de futuro a sus hijos: la educación. David es el joven protagonista que vertebra la historia de principio a fin, padre de los tres niños, desempleado y con la mente cargada de rimas, de pasión por la música y sus hijos, entre los que se establecen palpables puentes durante el metraje.
A través del plano secuencia y con la cámara pegada a los héroes urbanos que configuran la película, Adrián Orr gesta un portal íntimo que da acceso a la realidad de la familia Ransanz (y seguramente a la de muchas familias españolas) documentando fragmentos de vida: idas y vueltas a la escuela, la realización de las tareas de los niños, conversaciones en familia, uno de los hijos cantando en la ducha emulando a su padre o trayectos en coche. Entre el tedio y la magia de los momentos triviales brilla la autenticidad de lo cotidiano, y no hay nada como el recurso del plano secuencia para capturar la esencia del tiempo.
La película se rodó durante seis años (siempre en otoño e invierno) y se puede apreciar el crecimiento y la evolución de los niños, no obstante la continuidad narrativa con la que se ha tratado el montaje de la película tamiza el cambio de aspecto de los personajes con la idea de servir a la construcción de un relato pequeño pero de gran corazón. El director consigue, sin dirigir al espectador, presentar el día a día de una familia, mostrar que el esfuerzo de la comunidad resistente empieza en casa, con el cariño y la dedicación, en el esfuerzo por educar desde el hogar. “…Ciudadano niñato, una nueva esperanza…” es lo que rapea «Niñato» en el estribillo de la canción Sesión continua en el disco que tiene junto a «Agustito» y que recibe el nombre de Episodio 1 Dibuja el horizonte como un amanecer. Posiblemente, el despertar de esta familia sea una buena noticia para ese otro cine español, para el cine resistente capaz de hacer de lo íntimo algo universal.
Niñato (España, 2017)
Dirección: Adrián Orr / Guión: Adrián Orr / Producción: Adrián Orr, Hugo Herrera / Música: Eduardo Castro / Montaje: Ana Pfaff / Fotografía: Adrián Orr / Reparto: David Ransanz, Oro Ransanz, Mia Ransanz, Luna Ransanz, Elisabeth Ransanz, Aurea Reyes, Ester Blanco
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