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MUJERCITAS

Jo, la de los dedos manchados de tinta

Mujercitas. Revista Mutaciones

El argumento del clásico Mujercitas de Louisa May Alcott es de sobra conocido y parecía difícil llevar a cabo una nueva adaptación a la pantalla cuyo resultado no fuese el de algo visto ya anteriormente, sin nada nuevo que aportar respecto a anteriores versiones. Greta Gerwig, sin embargo, ha conseguido llevar a cabo una actualización de la obra que, sin traicionar el espíritu original de aquella, ha despojado de cierta gazmoñería y sentimentalismo a las peripecias vitales de las cuatro hermanas March.

Si las adaptaciones precedentes de George Cukor y Mervyn LeRoy centraban más su atención en el personaje de Jo (mientras las tribulaciones del resto de hermanas quedaban algo desdibujadas y siempre al servicio de aquella), la adaptación de Gerwig resulta mucho más fiel al libro original, algo que comparte con la versión que llevó a cabo la realizadora australiana Gilliam Armstrong en 1994 –en ambas está todo ahí: el mechón de pelo quemado de Meg con las tenacillas calientes, las limas confitadas en la escuela, las zapatillas color púrpura bordadas por Beth, la quema del libro de Jo a cargo de una vengativa Amy o la estancia de esta en Europa-, pasajes del libro que en las anteriores versiones quedaban simplemente apuntados, cambiados o directamente eliminados. De todas las mutilaciones quizás la más llamativa fue siempre la vida matrimonial de Meg, la mayor de las hermanas, cuyas cuitas domésticas con el profesor Brooke tan solo han encontrado reflejo en la adaptación de Gerwig.

Desde las poses estatuarias junto a los rostros expresionistas de sus protagonistas en Las cuatro hermanitas (1933), pasando por el Technicolor y los vistosos decorados de la versión de 1949, los personajes del film de Gerwig comparecen por separado con un dibujo de caracteres más marcado y menos neutro que en la versión de 1994 (con una Winona Ryder como la Jo March menos convincente de todas), donde se han ensalzado las aptitudes artísticas de cada una de la hermanas –cada una representa una de las manifestaciones de las bellas artes: la literatura, la pintura, la música y la actuación –, aspecto este sobre el que en las anteriores versiones se caminaba ligeramente de puntillas, salvo en el caso de Jo, la única que (también en el libro original) consigue obtener un rendimiento económico a cambio de sus cuentos para un periódico. La forma simbólica con la que se pone de manifiesto el interés creativo de aquella en el film de 2019 son sus dedos siempre manchados de tinta, mientras escribe novelas para el cajón. Cuando las hermanas aparecen en conjunto, se perfilan como una masa ruidosa y vivaz, llenas de chispa y encanto, apiñadas contra el gélido cristal de una ventana o encaramadas formando una pirámide alrededor de Marmee mientras leen una carta del padre ausente.

Mujercitas.Revista Mutaciones

De este modo, Gerwig, sin huir de la literalidad del libro (a pesar del recurso al flashback con el que altera la línea temporal del relato), lleva a cabo una lectura en clave de género que ya estaba presente en la obra original, si bien ahora replanteada de manera más contemporánea, donde se cuestiona abiertamente la institución del matrimonio de la época como mera transacción económica para sostenerse y se reivindica la capacidad de las mujeres como creadoras y fuerzas vivas e independientes ajenas al control histórico de los hombres. La aportación más interesante de Gerwig es la corrección que introduce en el final del filme, donde enmienda el del propio libro de Alcott –compareciendo aquí las exigencias de mercado que imponen un final que complazca al público –. Gerwig desdobla, así, el personaje de Jo en la propia Alcott, quien nunca se casó ni tuvo hijos, a diferencia del epílogo que recogió en su libro más famoso, y que además logró conocer el éxito en vida como escritora. En un triple reflejo, no resulta difícil adivinar tras esta variación del final de la novela de 1868 la imagen de la propia Gerwig, ataviada, al igual que el personaje que interpreta Saoirse Ronan, con un delantal negro en el que poder limpiar su pluma y su gorro rematado con un lazo rojo, que sirva de aviso a los demás de que se haya, en ese momento, con los dedos manchados de tinta.


Mujercitas (Little Women, EE. UU., 2019)

Dirección: Greta Gerwig / Guion: Greta Gerwig/ Producción: Columbia Pictures / Sony Pictures Entertainment / New Regency Pictures / Pascal Pictures / Regency Enterprises/ Música: Alexandre Desplat / Fotografía: Yorick Le Saux / Montaje: Nick Houy / Dirección artística: Sean Falkner, Chris Farmer, Bryan Felty /Reparto:  Saoirse Ronan, Emma Watson, Florence Pugh, Eliza Scanlen, Laura Dern, Meryl Streep, Timothée Chalamet, Louis Garrel, James Norton.

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