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MI VIDA CON AMANDA

Volver a nacer en París

La película Recuérdame (2010) de Allen Coulter exploraba la ciudad de Nueva York a través de un protagonista masculino sin una figura materna, con un padre ausente y a cargo de su hermana pequeña. El trauma que afectaba a esta familia tras los atentados terroristas del 11-S, con una historia de amor de trasfondo, no encontraba un mecanismo cinematográfico que hiciera referencia al título, solamente se recreaba en un perdurable flashback de 113 minutos que alcanzaba en el film una lógica apresurada. En cambio el director francés Mikhaël Hers sí incide en la repercusión del trauma. La puesta en escena de Mi vida con Amanda recorre París de una manera diferente al Nueva York de Recuérdame. No solo a través de la mirada desde una bicicleta, sino también a través de las emociones, sobre todo haciendo uso del tiempo fílmico para trasladar al espectador la sensación de un futuro esperanzador para los protagonistas. A pesar de compartir tramas y arquetipos de personajes, en la superficie de los dos films, la película francesa ahonda en el sentimiento postraumático de los protagonistas. El complejo arco narrativo ofrece una mirada cinematográfica para resolver lo que no se puede decir con palabras. Las imágenes de Mi vida con Amanda explicitan la representación de una generación que perdió a su familia en los atentados terroristas. Muchos niños como Amanda que recorren su ciudad con las mismas preocupaciones y reflexiones, capaces de levantarse después de todo y volver a nacer.

Mi vida con Amanda

La ciudad de París ha sido sacudida por el terrorismo en numerosas ocasiones durante esta última década. Algunas escenas en la película de Mikäel Hers constatan la crudeza latente en la actual sociedad francesa. Una amiga del protagonista se asusta ante el ruido de petardos de los niños a la vez que Amanda lanza una mirada reflexiva sobre una familia árabe. Es difícil adentrarse en un mundo con heridas aún abiertas como se refleja en la negativa de David (Vincent Lacoste) a una periodista que quiere escribir un reportaje sobre la pérdida de la madre de Amanda, fallecida en el atentado. La película comienza con esa pérdida y, solos, los personajes se van a tener que enfrentar a la vida sin ninguna ayuda, esto hace que se derrumben constantemente durante todo el metraje. La cámara en ocasiones no puede evitar sostener la imagen estática de David cuando por primera vez se para a pensar sobre su futuro o sus miedos. El director deja un espacio en el cuadro junto al protagonista para que el espectador comprenda su situación y se siente junto a él. La mirada se toma el tiempo suficiente para que los personajes se desahoguen, hablen, lloren…

Uno de los aciertos de Mi vida con Amanda son los fantasmas, un mecanismo muy recurrente en films que tratan sobre traumas por la pérdida de seres queridos. El director escoge los momentos clave para representarlos. En el caso de la madre, objetos como el cepillo de dientes, las bicicletas o un libro son los motores de unión entre los dos hermanos para recordarla y fortalecer su unión. Y en cuanto al personaje de Lena, la amiga de David, el director recuerda a una escena de Truffaut en Las dos inglesas y el amor (1971). Lena aparece en forma de fantasma leyendo las cartas que le escribió a David, un rostro difuminado en el fondo reclamando su liberación para volver a su vida.

El director invita con Mi vida con Amanda a mirar por la ventana y salir a la calle. Las postales de las ventanas, los recorridos por la ciudad en bici e incluso los viajes fuera de París dotan con un ritmo frenético al film y ayudan, de forma casi terapéutica, a terminar episodios de una vida. No olvidando sino recordándolos de una manera estática, congelada como una imagen, imagen que deja para posteridad Mikhaël Hers con la estampa parisina en la película. Pausando los momentos de emoción y sinceridad al espectador, quedándose a observar los monumentos de París al igual que Jean-Luc Godard detenía la imagen frente a un cuadro del Louvre mientras los protagonistas pasaban de largo en Banda aparte (1964).


Mi vida con Amanda (Amanda, Francia, 2018)

Dirección: Mikhaël Hers / Guion: Maude Ameline, Mikhaël Hers / Producción: Nord-Ouest Films, Arte France Cinéma, Pyramide Films / Fotografía: Sébastien Buchmann / Música: Anton Sanko /  Montaje: Marion Monnier / Reparto: Vincent Lacoste, Isaure Multrier, Stacy Martin, Ophélia Kolb.

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