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MEN

El fruto prohibido de Garland

Men (2022) es el tercer largometraje de Alex Garland, respaldado por la productora y distribuidora A24, focalizada en la producción de cine estadounidense independiente. Este sello es apreciado bajo la estilización estética y narrativa del film que, si bien encuentra algunos puntos comunes con la filmografía previa de su director, resulta más fácilmente identificable con el cine de género de otros autores que han sido apadrinados bajo esta misma distribuidora, tales como La Bruja (Robert Eggers, 2015), Midsommar (Ari Aster, 2018) o El Caballero verde (David Lowery, 2021). Entonces, ¿cómo afecta dicha estilización a su narrativa?

Men. Revista Mutaciones

Por un lado, a nivel argumental, presenta el proceso de duelo de Harper (Jessie Buckley), una mujer retirada a una campiña inglesa, donde espera recuperar el aliento perdido. Sin embargo, alguien comienza a acecharla. Por otro lado, en capas más profundas de su narración, esta propuesta es una combinación de alegorías o metáforas canalizadas a través del simbolismo, mayormente representado por dos elementos: un lúgubre rostro masculino, esculpido sobre piedra; y un frondoso manzano en el jardín de la casa donde ella se hospeda. De esta forma, existen claras referencias bíblicas que se remontan al Génesis de las Sagradas Escrituras, específicamente al pasaje bíblico de Adán y Eva. Y es que la fidelidad y obediencia de la mujer fue puesta a prueba con no comer el fruto prohibido del “árbol de la vida”. No obstante, tanto Eva como Harper comerán el fruto del manzano, lo cual detona extraños sucesos alrededor de una latente mirada patriarcal. Asimismo, no es casual que el tétrico rostro sobre piedra se encuentre en la Iglesia del pueblo.

En relación con sus trabajos previos, Garland ha demostrado una marcada tendencia por construir sus historias alrededor de entornos naturales y sobre la transformación (de algún modo u otro) del cuerpo humano. Esto último, recuerda al cine de David Cronenberg, quien ha abanderado el concepto de “nueva carne”, suprimiendo las fronteras entre lo mecánico y lo orgánico, mezclando un profundo psicologismo con las insondables entrañas de lo orgánico. De este modo, Ex Machina (2014) reconstruye el mito de Frankenstein para adaptarlo a la era de la Inteligencia Artificial, lo cual transcurre en la base de operaciones de un excéntrico y autoaislado científico, Nathan (Oscar Isaac) que, curiosamente, está envuelto de un gigantesco terreno natural, sugiriendo a la Madre Naturaleza como el inherente refugio del ser humano. Luego, en Aniquilación (2018), una bióloga (Natalie Portman) se adentra en una extensa zona natural que ha sido bautizada como Área X y está envuelta por una cúpula de iridiscencia, producida por una enigmática presencia alienígena que genera mutaciones biológicas sobre la flora y fauna de todo cuanto alcanza. A su vez, la sexualidad y las relaciones de pareja son elementos recurrentes en ambas películas. En la primera, la invención robótica se sirve de un diseño femenino para evaluar sus efectos sobre un sujeto humano masculino; en la segunda, el motor de la aventura parte del misterio de una pareja desaparecida.

Men. Revista Mutaciones.

Observando estas referencias, es fácil apreciar que Men continúa apostando por la cadena narrativa de naturaleza-cuerpo-sexualidad. El retiro a la campiña inglesa, a causa del duelo por su pareja, recoge la situación de acoso de varios y surrealistas personajes masculinos, todos interpretados por Rory Kinnear, que la acechan bajo una extraña superioridad sobre su condición de mujer. A esto se suman las transmutaciones de los cuerpos de estos endiablados personajes (esta vez, desde una perspectiva terroríficamente litúrgica, en vez de una fantasía científica), exprimiendo la imaginería del terror por un camino que se desvía de los anteriores trabajos del cineasta inglés. No obstante, las constantes alegorías y el enrarecido ambiente parecen mucho más destinados a incomodar y aturdir al espectador que por asentar claridad sobre el mundo emocional de su protagonista. Por ello, la película despierta más dudas que respuestas en una historia que desdibuja el sentido de superación del duelo, marcando una distancia con el potencial emocional de su premisa. 

Por estos motivos, los mayores éxitos de la película residen en su estética, claramente diferenciada de sus anteriores largometrajes. Estos se construyeron con un formato 2.35:1 o 2.39:1, el uso de lentes y objetivo angulares que realzan el lado más distópico de la Inteligencia Artificial, o bien la exploración de un entorno que muta bajo distintas leyes de la naturaleza. Esta vez, Men cuenta con un 1.85:1 que encuadra planos más cerrados, inquietantes y con una tendencia a reducir la profundidad de campo. De ahí su relación estética y narrativa del género más próxima a películas de corte fantástico recientes de A24.


Men (Estados Unidos, 2022)

Dirección: Alex Garland / Guion: Alex Garland / Producción: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; A24. Distribuidora: A24 / Fotografía: Rob Hardy / Música: Geoff Barrow & Ben Salisbury / Montaje: Jake Roberts / Diseño de producción: Mark Digby & Dominic Hailstone / Reparto: Jessie Buckley, Rory Kinnear, Paapa Essiedu, Gayle Rankin, Zak Rothera-Oxley & Sonoya Mizuno.

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