MALCOLM & MARIE
Confinamiento de forma y discurso
Ya empiezan a verse los primeros proyectos audiovisuales desarrollados durante la pandemia y su contiguo confinamiento. El 2020 quedará definido como el año que asoló a la humanidad. Fue durante este aislamiento cuando Sam Levinson (Euphoria, 2019) empezó a escribir Malcolm & Marie, una película que nace de una conversación del director con la protagonista: Zendaya.
El cliché de las películas románticas, donde Nueva York se considera otro personaje del film, se adapta en Malcolm & Marie en el contexto pandémico. La casa donde los protagonistas regresan tras el estreno de una película de Malcom se convierte en un personaje más de la ficción. La película de Levinson empieza con un plano general en el que vemos una casa y, a lo lejos, las luces de un coche que resulta ser el de Malcolm (John David Washington) y Marie (Zendaya). Una vez los protagonistas entran en casa, los espectadores actuamos como voyeurs. Planos abiertos y fijos de Marie en el baño y planos cortos y en movimiento de Malcolm bailando mientras se prepara una copa. No es de extrañar que la disputa que se origine entre ambos se deba a la ocupación de espacios.
La casa generalmente representa un espacio íntimo, algo así como ocurre en Historia de un matrimonio (Noah Baumbach, 2019), donde, la forma en la que las parejas expresan sus necesidades afecta al entorno. En Malcolm & Marie se nos muestra esa ambivalencia de sentimientos cuando, en un mismo salón, vemos a Malcolm bailar por todo el espacio y a Marie estática preparando unos macarrones con queso. Esta escena será el comienzo del aluvión de reproches que dejarán al descubierto las revelaciones más dolorosas de la pareja.
A Marie le bastaba un agradecimiento por parte de Malcolm, que, durante el estreno de su película, tuvo palabras para todo el equipo menos para ella. Es la recriminación con la que se inicia la disputa y, poéticamente, con la que finaliza. Malcolm ensalza los actos frente a las palabras y por ello no deja de repetirle a Marie todo lo que ha hecho por ella. El enfrentamiento entre los actos y las palabras es una dicotomía recurrente para Sam Levinson, esta idea ya se planteó en el primer capítulo especial de Euphoria -que también se desarrolla en un mismo espacio, una cafetería- y donde introdujo una reflexión sobre la forma que tiene Nike de combatir el racismo: imprimiendo slogans en sus zapatillas de 100 dolares cosidas por niños asiáticos. En esta circunstancia, las reflexiones alcanzan el espacio que nos ocupa: la crítica cinematográfica, haciendo que Malcolm se replantee la sinergia entre técnica (fondo) y discurso (contenido), justo en el momento en el que se revela que la película está basada en la historia personal de Marie. Es entonces cuando la metáfora queda al descubierto. La lucha entre fondo y discurso se personifica en la pareja y la ocupación de los espacios.
La casa encorseta a la pareja, la intensidad de las discusiones varía, pero siempre se relaciona con el espacio que ocupan en la casa. Desde las irrupciones en la estancia donde se encuentra el otro por medio de portazos, hasta intensas miradas desde diferentes habitaciones. Esta tesitura hace brillar las capacidades actorales de ambos. Conforme se acerca el final del film, los espacios se fragmentan aún más debido a las discusiones, es cuando vemos a los protagonistas realizando acciones cotidianas en diferentes espacios, pero en un mismo plano.
La escena final se sitúa en el jardín, donde, liberados del encorsetamiento de la casa, vuelven a ocupar un pequeño espacio como en el primer plano de la película. La cámara se sitúa en el dormitorio mostrando un ventanal dividido en tres partes dividiendo la visión del jardín donde se encuentra la pareja. Marie ocupa una de las partes y Malcolm otra. Pese a todo avanza y acaba entrando en la ventana de Marie.
Malcolm & Marie (Estados Unidos, 2021)
Dirección: Sam Levinson / Guion: Sam Levinson / Producción: Kidi Cudi, Aaron L. Gilbert, Will Greenfeld, Harrison Kreiss, Kevin Turen, John David Washington, Zendaya / Fotografía: Marcell Rév / Montaje: Julio Perez IV / Música: Labrinth / Reparto: John David Washington, Zendaya
