LES DUES NITS D’AHIR
Un adiós inconcluso
“Pol está en un táper”, la frase articulada por Ona, una de las protagonistas de la película Les dues nits d’ahir (2020), es el summum de la reflexión sobre la pérdida y el duelo que abordan los jóvenes directores Pau Cruanyes y Gerard Vidal. Una cinta de mínimos medios, financiada a través de la web Verkami (crowfounding artístico), con actores en su mayoría primerizos y equipo de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Sigue la estela coming of age nacional de otros filmes recientes como El sitio de Otto (2019, Oriol Puig) y Violeta no coge el ascensor (2019, Mamen Díaz).
Tres jóvenes estudiantes roban las cenizas de su amigo Pol para rendirle homenaje póstumo según sus términos. Las introducen de forma improvisada en un táper y conducen hasta un acantilado cercano con vistas al mar, preparados para lanzarlas, uno de ellos duda en el último instante y deciden esperar. Pol se queda en el táper y ellos continúan sin rumbo, buscando formas de combatir el dolor. La película de Cruanyes y Vidal conduce por rutas ya conocidas tanto en términos formales como temáticos (y de género). La cámara en mano y el uso de la profundidad de campo utilizada para poner énfasis visual en sus personajes son técnicas habituales en este cine tan repopualrizado por la corriente coming of age europea, como se vio hace poco en Naked Animals (2020, Melanie Waelde). El afrontar una pérdida anticipada es algo con lo que Les dues nits d’ahir pelea consigo misma de forma constante. Acogerse a maniqueísmos dramáticos, tales como gritos, desahogos de cariz físico o deslices románticos pasa de ser una mera nota al pie de página a una habitualidad que no solo se aplica a la película que nos ocupa, sino a un género que abarca tanto al cine como a las series de actualidad destinadas a un público juvenil (Euphoria, Sex Education, Por trece razones).
Conscientemente, la película deja de darle importancia al tema del homenaje a Pol conforme el trío protagonista empieza a ser desarrollado. El tributo y reflexión sobre la muerte a temprana edad se metamorfea en un vía crucis triple, mostrando las maneras de Eric, Ona y Marcel para hacer frente a la angustia vital: la recaída en el alcohol y los excesos, la búsqueda de alguien que te escuche y el aislamiento emocional. Cruanyes y Vidal subrayan, subrayan y subrayan otra vez en una conjunción de sobredramatismos, planos largos pero inocuos y el soundtrack indie-folk melancólico de The Bird Yellow.
“Pol está en un táper” es la simplificación absoluta de la película, una bastante acertada. Esta tiene lugar en los primeros diez minutos de la película, justo antes de entrar en el fatigoso vórtice coming of age. Porque en su conclusión, los cineastas catalanes gritan al viento un carpe diem que toma forma con los protagonistas zambulléndose desnudos en una piscina pública, cerrando la película sin diálogos y en un espacio con el que se intuye un contraste claro entre los espacios de una pequeña y rectangular piscina y la inmensidad e informidad del mar mediterráneo, donde no tuvieron el valor suficiente para despedirse de su tardío amigo.
Les dues nits d’ahir (España, 2019)
Dirección: Pau Cruanyes y Gerard Vidal / Guion: Eudald Valdi Roca, Pau Cruanyes, Ignasi Àvila Padró y Gerard Vidal / Fotografía: Ignasi Àvila / Música: The Bird Yellow / Reparto: Judit Cortina, Oriol Llobet Avellaneda, Arnau Comas Quirante y Mar Pawlowsky