LAS HEREDERAS
Paseando a missdaisys
La vida del músico Chaikovski se caracterizó por sus constantes períodos de depresión, crisis personales y por su falta de confianza y seguridad en sí mismo. Debido a su homosexualidad reprimida y al miedo a que se descubriera, el compositor ruso no gozó de un matrimonio satisfactorio ni de relaciones personales duraderas. No es para nada casual que Chela, la protagonista de Las herederas, de Marcelo Martinessi, que interpreta Ana Brun, opte por escuchar la obertura 1812 del compositor romántico en dos tramos muy diferenciados, antes de su enclaustramiento y justo antes de su liberación. Pues Las herederas es una historia paraguaya de liberación.
La película comienza con los días previos al encarcelamiento de Chiquita (Margarita Irún), pareja sentimental de Chela, por fraude. La protagonista se ve obligada a vender las posesiones familiares heredadas para lograr el sustento. Ha sido toda una vida acomodada de lujos y ahora toca pagar la factura con el dinero que ya no hay. La cámara transita entre los rincones íntimos de ese palacio familiar protector y se mete en las carnes de Chela para grabar en primera persona sus desasosiegos, ocultos entre bambalinas, ante las visitas de clientes que no paran de vaciar su hogar. Esta introducción ahonda en los aspectos más góticos que una historia de familia caida en desgracia puede tener. Los fantasmas del pasado han sido el pilar de Chela y lo que queda de ellos se lo están llevando cuál buitres personas ajenas que quizá disfruten viendo cómo caen las que antes eran reinas.
Chela y Chiquita ocultan, de inicio, su relación sentimental al espectador de igual modo que la ocultan al resto de la sociedad. La voz de Chela queriendo manifestar sus sentimientos queda ahogada como el desafinado piano familiar que tiene que vender. El golpe con la realidad con la que ahora tiene que convivir se da cuando Chiquita habla por teléfono sobre las consecuencias de sus actos que le van acarrear la prisión preventiva. El ímpetu de Chela por no ver esta nueva realidad se transmite mediante el desenfoque con el que la cámara nos muestra a su compañera y con el desplante de Chela ante el sonido de la palabra “prisión”.
Chiquita sabe de la fragilidad de Chela y trata de que mantenga cierto orgullo de clase colocándole una sirvienta personal a la que le da instrucciones precisas de cómo tiene que colocar el desayuno antes de servírselo. Este simple hábito protocolario servirá de metáfora para cuando Chela decida liberarse y la bandeja se nos mostrará esparcida y rota.
Chela decide improvisar un curioso trabajo que sirva de mantenimiento al menos durante el tiempo que Chiquita esté en la cárcel. Pasea a missdaisys, antiguas amigas suyas, de acá para allá como su chófer personal pero a precio de taxi. En esta novísima vida laboral para ella conoce a una chica joven perteneciente a su siguiente generación, una mujer que también necesita liberarse y que lo refleja a la perfección con el atuendo verde elegido para un velatorio en detrimento del negro elegido por sus madres. Una mujer que quiere ser poetisa y que de pequeña pintaba vacas mientras sus amigas pintaban príncipes y palacios. Ella despierta esas ansias ocultas de Chela y la invita a que la “pasee” a ella también pero en otra ciudad. Chela se muestra reacia, pues ella solo pasea a las demás dentro de Asunción. La valentía de la protagonista para conducir sin licencia por carretera por primera vez es el primer paso hacia un posterior desenlace que, ante todo, va a ser liberador.
Por su descripción de la soledad, su retrato femenino y, especialmente, por sus silencios, la película se acerca a la Gloria (2013), de Sebastian Lelio y supone todo un canto de libertad que queda resumido en los versos que Chela escucha de su inspiradora nueva amiga: “Oh, loca, divina, que canta, que llora, que ríe, que reza. Atrévete. Atrévete”
Las herederas (Paraguay, 2018)
Dirección: Marcelo Martinessi / Guion: Marcelo Martinessi / Producción: Agustina Chiarino Voulminot, Fernando Epstein, Christoph Friedel, Claudia Steffen, Julia Murat, Hilde Berg, Marina Perales, Xavier Rocher / Fotografía: Luis Armando Arteaga / Montaje: Fernando Epstein / Diseño de producción: Carlo Spatuzza / Reparto: Ana Brun, Margarita Irún, Ana Ivanova, Nilda González, María Martins, Alicia Guerra
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