LA FAMILIA QUE TÚ ELIGES
Humanismo y clichés
En un instante de La familia que tú eliges (Tyler Nilson y Mike Schwartz, 2019), los personajes de Zac (Zack Gottsagen) y Tyler (Shia LaBeouf) verbalizan el conflicto principal en una muy poco sutil conversación explicativa. Allí donde hasta el momento la película se había movido por la road movie entrañable y de marcado naturalismo, los cineastas deciden introducir el mensaje de la cinta sin ningún tipo de dobleces: «Nunca podré ser un héroe, porque soy una persona con Síndrome de Down». Esta frase, que Zac expone a Tyler después de contarle su deseo de ser un famoso luchador de wrestling, es respondida con un lógico, pero muy discursivo monólogo en torno a la igualdad y la persecución de los sueños. Todo lo que ya de por sí era bastante palpable en una película cuyos conflictos y tramas están construidos en base a clichés, queda aquí remarcado y supeditado a la terrible idea complaciente de ese espectador incapaz de rescatar por sí mismo el entramado reflexivo de la cinta.
Este problema de discurso textual también tiene reflejo en una serie de decisiones narrativas que, no por bien introducidas dentro de su fluido montaje, dejan de ser herramientas manidas y excesivamente aclaratorias. El principal ejemplo podemos encontrarlo en esos fugaces flashbacks que el personaje de Tyler tiene con su hermano fallecido. Unas escenas que, concebidas con el habitual tono melodramático de una pieza publicitaria (música envolvente, sonrisas y abrazos muteados…), solo sirven para hacer más obvios y superficiales los conflictos internos del personaje, así como los espejos que pueden tejerse entre aquella relación y la que ahora comienza a formar con Zac.
La familia que tú eliges, título en español mucho más torpe y desconfiado que el original The Peanut Butter Falcon (El halcón de la mantequilla de cacahuete) -sobrenombre con el que Zac se hace llamar en el ring de combate- sigue la línea de todas esas películas independientes, cálidas y redentoras, en torno a los marginados del mundo. Es lógico encontrar tras ella, así, a los productores de la película indie americana por excelencia: Pequeña Miss Sunshine (Jonathan Dayton y Valerie Faris, 2006). Recogiendo muchos de sus tics, el debut tras las cámaras de Nilson y Schwartz consigue armonizarse entre un humor tierno y una mecánica fabulesca donde las interpretaciones principales son el gran músculo del film. Lo que en el fondo no deja de ser un ejercicio de básico y algo artificioso mecanismo, al menos logra traspasar, gracias a sus excelentes actores y su palpitante química, un humanismo y nobleza no siempre fáciles de reconocer en cierto cine actual de tendencia esquemática.
El largo camino que recorren los protagonistas juntos, sendero de descubrimientos personales de por medio, finaliza en una suerte de fantasía ensoñadora en la que el horror y la violencia desencadenan el milagro heroico de Zac. Allí donde La familia que tú eliges se había enmarcado durante todo su metraje en el realismo absoluto, pone la guinda en ese proceso de fascinación que solo la imagen y la ficción a veces pueden crear. Si el sueño de Zac por hacer carrera en la lucha libre procede de los vídeos y las películas en VHS que visionaba, día tras día, en la residencia donde estaba internado, tiene bastante lógica que su proceso de huida acabe desembocando en un imaginado (o no) exitoso combate de tintes peliculeros: consiguiendo hacer aquella llave imposible que solo el cine había logrado construir mediante el montaje y la edición.
Sin duda, aquí se encuentra el punto más interesante de La familia que tú eliges. Un final que no logramos entrever real -la imagen de Eleanor (Dakota Johnson) llorando en el hospital antes de ese viaje familiar soñado- quizá como queriéndonos decir que, se cumplan o no los sueños, siempre debe haber ese margen de fascinación y esperanza que nos regalan «las películas de nuestra vida». Aquellas que, en la habitación o salón de nuestra casa, gastamos una y otra vez, como Zac, en un viejo y añorado reproductor de vídeo.
La familia que tú eliges (The Peanut Butter Falcon, Estados Unidos, 2019)
Dirección: Tyler Nilson y Mike Schwartz / Producción: Lucky Treehouse, Armory Films / Guion: Tyler Nilson, Mike Schwartz / Música: T-Bone Burnett, Zachary Dawes, Gabe Witcher, Jonathan Sadoff, Noam Pikelny / Fotografía: Nigel Bluck / Reparto: Zack Gottsagen, Shia LaBeouf, Dakota Johnson, Bruce Dern, John Hawkes, Thomas Haden Church, Jermaine Rivers, Tristan S. Bradford, Jon Bernthal, Mick Foley, Jake Roberts