KINGS
Reyes adolescentes sin reino
La primera impresión tras el visionado del último trabajo de la realizadora de origen turco Deniz Gamze Ergüben es la de hallarse ante un film situado argumentalmente en las antípodas de su anterior obra, Mustang (2015). Si en esta se abordaba la cuestión de la represión femenina y de una sociedad patriarcal en una región de la Turquía actual, en Kings (2017) nos encontramos ante un alegato contra el racismo en los EEUU. Sin embargo, si algo poseen en común ambos filmes, es la mirada de la realizadora sobre una adolescencia asfixiada por un mundo adulto que trata de mantener bajo control sus impulsos y que se muestra poco comprensivo ante cualquier clase de desvío. De este modo, en Kings, el pequeño hurto de un insignificante bote de zumo en una tienda por una adolescente de raza negra desemboca en tragedia en aras de la defensa de la propiedad privada.
Con un arranque de fuerte intensidad dramática, donde laten como trasfondo la existencia de los prejuicios raciales y el temor al otro, el film narra, a través de un reparto coral de personajes, las distintas relaciones que se entablan en torno a un grupo de menores sin hogar recogidos por una mujer (Halle Berry) bajo el techo de su casa. El film muestra como marco el juicio que tuvo lugar tras la brutal agresión policial en 1991 al taxista negro Rodney King (cuyo apellido inspira el título de la película), dando como resultado un film entre el manifiesto y el atestado, entre la ficción y el documental, a través del uso de imágenes de archivo tanto del proceso judicial como de las revueltas en Los Ángeles que tuvieron lugar tras la absolución de los policías implicados.
Alternando el uso de una cámara de gesto nervioso, la cual recoge una atmósfera caótica donde constantemente emergen los sonidos de las sirenas de los coches patrulla como manifestación de la represión policial, paralelamente la realizadora dota de una poética visual a algunas de sus imágenes, concretamente allí donde torna la sangre derramada sobre el suelo en brillante magma volcánico que funde con el fuego de las revueltas, con ecos de una estética de videoclip diseminada a lo largo del film: en este sentido, resulta especialmente sugerente el recorrido en coche que realizan los tres adolescentes en su camino hacia el hospital, en una secuencia gaseosa, evanescente, donde se respira el mismo temor que se siente en el vagón de la oscura atracción de un tren del terror.
El carácter episódico de la narración y el montaje paralelo que muestra las diferentes situaciones que viven cada uno de los personajes imprimen, sin embargo, una cierta sensación de desconexión en el ritmo de la película. Existe una marcada contraposición entre aislados momentos preciosistas frente a escenas de un corte más naturalista, a través del uso de medidas dosis de humor que permiten que la tensión dramática torne en comedia: una Halle Berry que camina esposada por la calle tras ser expulsada de un coche policial donde se inicia un amago de incendio o el dependiente de un Burger King (en un simbólico guiño más al título de la película) que trata de convencer a un grupo de niños de que no destruyan el local sobornándoles con comida gratis. El paraíso conquistado para una generación marginada que trata de defender su lugar en el mismo.
Kings (Francia, Bélgica, 2017)
Dirección: Deniz Gamze Ergüven / Guion: Deniz Gamze Ergüven / Producción: Charles Gillibert y Vincent Maraval para CG Cinéma y Maven Pictures / Música: Nick Cave y Warren Ellis / Fotografía: David Chizallet / Montaje: Mathilde Van de Moortel / Diseño de producción: Celine Diano / Reparto: Halle Berry, Daniel Craig, Lamar Johnson, Kaalan «KR» Walker, Rachel Hilson, Isaac Ryan Brown, Callan Farris, Serenity Reign Brown
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