JEANNETTE, LA INFANCIA DE JUANA DE ARCO
La verdad de la imperfección
Tal vez el exceso sea otra vía, la vía de Bruno Dumont, de alcanzar la trascendencia. La nueva versión de Juana de Arco está rebosante de movimientos, canciones y anacronismos, de los misterios, la poesía y la teología católica de Charles Péguy, los ritmos de death metal de Igorr, coreografías de ballet experimental diseñadas por Philippe Deocuflé, desahogos de una ópera rock y un cielo azul de color pastel; pero bajo esos gestos desconcertantes y los ropajes excéntricos del musical, en Jeannette hay una niña convertida en Juana de Arco y una verdad que se revela a través de la imperfección.
La nueva Juana de Arco aun no es Juana de Arco, es una niña, se llama Jeannette y como en todas las historias de orígenes se trata de encontrar qué había de santo en ella para convertirse en la doncella de Orleans cuando aún paseaba descalza por las orillas del río Molsa. La encarna una actriz no profesional. Las facciones relajadas y tranquilas de una niña y los dientes torcidos de un conejito medieval; las cejas, fruncidas levemente, tan claras que parecen invisibles. Sus ojillos, diáfanos, pequeños y levemente rasgados, brillan con sus pensamientos. Dios mandó a su hijo a morir por nosotros y, ahora, el Reino de Dios qué; nada de nada (rien de rien), solo guerra, hambre, sufrimiento… ¿de qué vale la caridad?, ella quisiera salvarlos a todos, aun a los condenados, aunque debiera asumir el sufrimiento del infierno eterno… Ojalá pudiese vencer a la guerra. A veces también sonríe con la satisfacción infantil de un niño.
En ocasiones Jeannette comparte sus preocupaciones con una amiga y las dos niñas razonan con tal preocupación temas tan graves que parecen dos crías recitando el texto de una función escolar. Y en realidad son dos niñas sin experiencia profesional de interpretación, danza y canto tratando de ser Jeannette y su amiga, llevando sus voces y sus cuerpos al límite. El efecto es extraño y milagroso. Al poner a su actriz protagonista en un vestido de trapo y decirle “tú eres Jeannette” y “vas a bailar, a cantar, a pensar como Charles Péguy y vas a ser Jeannette, el germen de Juana de Arco”, Bruno Dumont la transfigura. En lugar de esconder los fallos para crear la ilusión transparente de estar ante el personaje real (¿se podría hacer tal cosa con Juana de Arco?), Dumont muestra en planos largos, sencillos y frontales la performance por la que una niña trata de ser Jeannette a través de las exigencias más locas y disparatadas de un realizador. Muestra cómo trata de estar a la altura del personaje que debe interpretar aunque pueda fallarle la voz, su baile no siempre siga el ritmo o diga sus líneas de diálogo con la profundidad supersticiosa de quien no las termina de comprender pero intuye en sus sonidos algo importante y poderoso. Y en este culto a la imperfección, Dumont se acerca a lo inaprensible del mito como nadie lograba desde Bresson. Se trata de leer en el cuerpo y a través del exceso y las imperfecciones las huellas de la santidad, el mito de Juana de Arco y los límites de encarnarlo.
Durante la mayor parte de la película, cuando la niña que hace de Jeannette, que trata de ser Jeannette, está en pantalla, es un placer dejarse llevar (después crece, cambia de actriz y adquiere un rostro adusto). Tal vez no sabemos bien qué está pasando pero estamos ante algo hipnótico y poderoso. Quizás sea solo el placer por la novedad y las gamberradas o quizás un atisbo de aquella verdad inasible que solo puede atisbarse por la vía del exceso y la imperfección.
Jeannette, la infancia de Juana de Arco (Jeannette, l’enfance de Jeanne d’Arc. Francia, 2017)
Dirección: Bruno Dumont / Guión: Bruno Dumont (Basado en la obra de Charles Peguy) / Producción: Rachid Bouchareb, Jean Bréhat, Muriel Merlin para 3B Productions, ARTE y Arte France / Música: Gautier Serre / Fotografía: Guillaume Deffontaines / Edición: Basile Belkhiri, Bruno Dumont / Diseño de producción: Alexandra Charles / Reparto: Aline Charles, Jeanne Voisin, Lise Leplat Prudhomme, Lucile Gauthier, Victoria Lefebvre
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