Fuera de Campo

JANG WOO-JIN

Las estaciones de Jang Woo-jin

El templo de Cheongpyeong “es perfecto para los enamorados”, comenta uno de los personajes de Autumn, Autumn (Jang Woo-jin, 2016). Probablemente éste sea el motivo por el que el director surcoreano Jang Woo-jin sitúa dos de sus películas en este escenario idílico. Vinculado a la ciudad de Chuncheon y más en concreto a este templo y los parajes que lo rodean, Jang Woo-jin, hace uso del clima, de la luz y de los colores de los paisajes para aportar matices a sus historias sin recurrir a lo explícito. Con un estilo muy sofisticado, disfrazado de austeridad, nos introduce en la psique de los personajes, quienes suelen compartir preocupaciones románticas y vitales. 

Autumn, Autumn
Autumn, Autumn (2016)

En Autumn, Autumn, su segunda película, Jang Woo-jin usa el recurso de las historias paralelas. En la primera parte de film acompañamos a un joven que vuelve en tren a Chuncheon de una fallida entrevista de trabajo en Seúl. A su lado, viaja la pareja protagonista de la segunda mitad. La pareja, ambos asqueados de sus respectivos matrimonios, van de visita al templo de Cheongpyeong con la intención de conocerse en persona después de haber mantenido una relación a distancia, probablemente vía internet. Las historias de los personajes no se cruzan de un modo convencional, únicamente coinciden en la escena del tren. Funcionan de forma independiente pero juntas mejoran. Se alimentan la una de la otra. Sin embargo, comparten escenarios y las propias emociones, inseguridades y anhelos de los personajes.

En su siguiente y hasta ahora última película Winter’s Night (2018) —que pudo verse en  Filmadrid 2019 el guion se desarrolla de un modo similar. Dos parejas coinciden visitando el mismo templo. Una lleva consigo la ilusión del amor joven, mientras que la otra pareja —de mayor edad— atraviesa un momento en el que la relación se tambalea. Si bien Autumn, Autumn estaba perfectamente dividida en dos partes, Winter’s Night juega moviéndose de un lado a otro y nos invita a comparar las distintas etapas de una relación con la pareja joven y la de mediana edad. Funcionando como una suerte de viajes en el tiempo.

Winters Night
Winter’s Night (2018)

En Autumn, Autumn, Jang Woo-jin ya posee ese estilo cuidado y sobrio que se hará aún más notable en su último largometraje. Es asiduo a la cámara fija y a los diálogos dilatados. En la primera parte de su segunda película, el joven protagonista intenta orientar su futuro y para avanzar subsana algunos errores que cometió en el pasado. La mayor parte de esta historia está filmada con tonos fríos en la periferia aún sin edificar de Chuncheon, en un lugar donde las máquinas excavadoras también forman parte de algo que en un futuro será distinto. En otros momentos, el joven camina por el lago cercano al templo, donde más tarde veremos a la pareja tener algunas de sus primeras conversaciones en persona.

Mientras la pareja de Seúl se conoce, el otoño los baña de luz o los ensombrece repentinamente, un clima inconsistente como lo son sus vidas, con luces y sombras. Aunque la película hable de segundas oportunidades: de un chico que fue egoísta y que desconoce qué camino tomará su vida o de otros que escogieron el equivocado, ambos ven cómo pueden reparar sus errores. Sin embargo, la sensación que queda al final es la de la invisibilidad y el abandono.

Autumn, Autumn
Autumn, Autumn (2016)

En Winter’s Night, no contemplamos esa inestabilidad propia del otoño, sino que directamente todo está rodeado de hielo. La pareja protagonista está desilusionada, creen odiarse, y pasan la noche en el mismo templo en el que una vez fueron felices, en una de sus primeras noches juntos. Por otro lado, la pareja joven, a quienes siempre acompañan las tonalidades azules y rosas, funcionan como el recuerdo de los primeros, a los que les siguen los tonos verdes y rojos. Una evolución de ese azul y rosa que se torna misterioso y turbio, como si se tratase de una especie de Vértigo (Alfred Hitchcock, 1958), en la que ambos buscan en la joven pareja algo que en ellos ya está muerto. Cuando en Autumn, Autumn,  hablaban de las mantis, comentaban que estas cambian de color y se asemejan al entorno para protegerse y camuflarse de depredadores.

El cine de Jang Woo-jin habla de la volatilidad del amor desde un punto de vista generacional. Es intimista y metafórico. La cámara fija, a una distancia siempre prudente de los personajes, consigue que el espectador se sienta parte de la narración, y esa empatía tan buscada en el cine puede encontrarse con muy poco esfuerzo.

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