IT’S A SIN
(Sobre)vivir en Londres
Russell T. Davies se puede considerar como uno de los grandes impulsores británicos de la creación de series centradas en personajes gais. El retrato de diferentes atmósferas que rodean las inquietudes, la vida social, los referentes o los diferentes tipos de relaciones que el colectivo ha vivido silenciadas se inició con Queer as folk (1999), una serie que clava la mirada en Manchester para seguir la vida de tres personajes gais, blancos y de alto poder adquisitivo. Han pasado más de 20 años y lo que en los años 90 era una proeza televisiva en 2021 no se podría repetir con la misma fórmula. Afortunadamente Davies se subvierte asimismo, se coloca en los años más duros para la comunidad gay y consigue una representatividad honesta, un acto político y crítico. It’s a sin, serie producida por HBO, sigue esta vez en Londres la vida de tres personajes gais, racializados y pobres para poner de manifiesto que la homosexualidad nunca ha sido un pecado.


1981 – HENRY
“¿Ha tenido sexo con animales?”
Henry es un personaje que plantea, al inicio de la serie y de forma autoconclusiva en el primer episodio, la dolorosa realidad de las parejas homosexuales a principios de los años 80, la soledad, el enclaustramiento y la defensa de su identidad de puertas para adentro. Y este personaje viene a iniciar la guerra que plantea It’s a sin: desestigmatizar el SIDA de forma política, divulgativa y petarda.
La serie se centra en tres personajes que Davies construye a través de la defensa de las libertades del ser humano: jóvenes valientes, con contradicciones y, en esencia, didácticos, expresan mediante su personalidad diferentes problemáticas de la comunidad. Ritchie proviene de la isla de Wight, con los sueños de convertirse en un famoso actor y vivir su vida en Londres; Roscoe, hijo de una familia de inmigrantes nigerianos, cristianos y conservadores, deja la obra para forjar su identidad y Colin llega desde Gales para trabajar en una tienda de confección de trajes, un trabajo disciplinario y estricto que ama pero al que tendrá que renunciar para conseguir su libertad. Las subtramas que acompañan a los protagonistas ayudan a establecer el reflexivo universo propuesto por Davies; desde la representación de un colectivo que estaba naciendo en los suburbios de Londres, a partir de su precaria situación económica y social, informaron y VIHsivilizaron a los de arriba, al propio estado represor de la época. Los jóvenes se daban de frente con las políticas thatcheristas, una ideología conservadora que castigaba y penaba cualquier relación con la homosexualidad, y que no quería tener nada que ver con el SIDA.
1984 – GREGORY “GLORIA”
“Pero de donde eres…tus orígenes”
Gregory, apodado por sus amigos como Gloria, representa una generación posterior a los jóvenes protagónicos. Tiene 30 años, vive solo y proviene de una familia adinerada. Aun así, sufre las consecuencias del VIH y enferma.
El espíritu crítico de It’s a sin no solo radica en sus personajes sino también en sus temáticas. Al tratarse de una serie divulgativa, en la que se normaliza y ante todo se reivindica sobre el SIDA, la mirada recae en la interseccionalidad. La lucha por las diferentes opresiones que se suceden a lo largo de los capítulos muestra con precisión el ineludible trabajo de pluralidad en los diálogos y las imágenes. Y la clave para ello es el tono. Solo la comicidad puede salvar a la serie de convertirse en un melodrama más, pero Davies aúna lo dramático para concienciar y lo cómico para informar. La delgada línea se traspasa constantemente para superar el gran estigma del SIDA todavía hoy vigente.
Series como Looking (Michael Lannan, 2014) abordaban mediante el humor situaciones cotidianas como hacerse la prueba del VIH o ser visible en el trabajo. It’s a sin lo emplea como dispositivo en situaciones polémicas como la violación. El personaje de Colin viaja a Nueva York por trabajo con su encargado y su amiga le pide que recabe información sobre el SIDA (ya que en Reino Unido es inexistente). Su jefe entra en la habitación de Colin, la música es de ambiente festivo y abre una botella de vino. El jefe abusa de su poder para poder aprovecharse de la situación pero, un giro de cámara desenmascara la investigación del joven sobre el SIDA y el jefe sale corriendo. Para pasar del humor más excéntrico a la seriedad y la problemática de la situación. En esta ocasión se abre un tema polémico como el abuso de poder en una situación extravagante.
1986 – COLIN
“Echan a cualquiera que sea gay”
El personaje de Colin forma parte del trío protagónico de la serie y sus encuentros con las diferentes formas de vivir le cambiaron para siempre. Su encuentro con lo inesperado, como la vida en comunidad con sus compañeros de piso, la no exclusividad en la pareja, ser hombre y no vestir con ropa representativa de lo entendido como hombre o las relaciones abiertas trasforman a Colin. Su sueño es ser una persona sencilla y profesional en su trabajo pero, lo que nunca llegará a ver es cómo cambia el mundo gracias a personas como su personaje.
Grandes víctimas olvidadas en la lucha contra el SIDA cuya labor engrandece a la comunidad fueron las mujeres, invisibilizadas en el cuidado de todos los jóvenes a través del apoyo y el cariño. El personaje que interpreta a la madre de Colin es uno de ellos. Su incansable lucha y comprensión por estar junto a su hijo hace visible a mujeres como ella por estar al frente como aliadas de la comunidad. Lo interesante de todo esto es que no victimiza a personajes como las madres, el humor las saca adelante, una estrategia narrativa eficaz para entender lo importante que es para ellas que sus hijos fueran reconocidos no como enfermos sino como seres humanos.

1988 – RITCHIE
“Nadie sabe nada”
Ritchie, interpretado por el cantante pop Olly Alexander, es el catalizador de It’s a sin. A partir de él se teje el gran estigma a resolver de la serie e impregna de vida y de esperanza a miles de jóvenes que no pudieron triunfar en el mundo de la actuación. Y lo hace a través de su sensibilidad, en su teatralidad, en la manera de vivir y la postura divulgativa de crecimiento como personaje hasta el final.
La estética visual de la serie del creador va en consonancia con sus anteriores trabajos. Years and years (2019) ya mantenía ese férreo propósito de precisión para dotar a cada personaje, a cada lugar y a cada espacio de vida. La perfección puede llegar a ser asfixiante y con Years and years trae todo a un lugar conocido para entenderlo y comprenderlo. Con It’s a sin consigue lo mismo, la espectacularidad tiene su momento, como las escenas teatrales de los personajes pero lo icónico cobra sentido en el alma, y lo más hermoso es ver cómo cada uno se siente uno mismo con cada paso que pisa, siendo franco con cada cultura sin apropiarse de nada.
1991 – MARCUS
“¿Te parece bien que te acompañe un rato?”
El último personaje que se une a esta lista es Marcus, un desconocido. Su personaje no solo se limita a representar a la larga lista de jóvenes que murió solo en los hospitales, sin familiares que les apoyaran o amigos que le comprendieran. También un homenaje por todo lo alto, con el dramatismo que bien merece un gran final y la conservación de la imagen como memoria.
Una mujer recorre el eterno pasillo de un hospital. Está enfadada, furiosa, reclama un médico para su hijo. No entiende cómo ha podido acabar allí. Esta madre nunca supo cómo era en realidad la vida de su hijo, no conoció su verdadera identidad. La cámara no para de seguirla y la tensión, en una de las últimas escenas de la serie, se transforma en una agónica desesperación que entronca con el sufrimiento de ver morir a tu propio hijo, un laberinto de emociones que ha ido provocando It’s a sin en torno al SIDA. La idea que tiene esta mujer de la homosexualidad está totalmente desvirtuada; como toda la generación de padres y madres ahogados por la desinformación, la estigmatización y la incomunicación familiar por un contexto de conservadurismo absoluto.
En el film 1985 (Yen Tan, 2018) la madre del protagonista se despide de su hijo con orgullo, conteniendo toda la emoción que lleva adentro. Esta película recrea episodios reales, algo manidos pero siempre con una audacia y verdad inconmensurables, las despedidas de las madres cuando se dan cuenta que sus hijos van a acabar muriendo por el SIDA. El orgullo de esa madre se impone a la pena de perderlo, el gesto lo revela y el cine lo divulga. It’s a sin no pretende narrar la gran historia de la lucha contra la estigmatización del SIDA, a pesar de estar producida por una gran productora y exhibidora. Bajo toda esta industria está la labor artesanal de poner voz e imagen a un humilde joven que triunfó en los escenarios, la de una mujer luchadora como el personaje de Jill que dio su vida por salvar a sus amigos, la de un joven nigeriano que rompió estereotipos, la de un joven biracial que se enamoró, la de un joven que se dedicaba a la sastrería,….
It’s a sin (Miniserie. Reino Unidos, 2021)
Creador: Russell T. Davies / Dirección: Peter Hoar / Guion: Russell T. Davies / Producción: Red Production Company, Phil Collinson, Russell T. Davies, Michaela Fereday, Peter Hoar / Distribución: Channel 4, HBO Max / Fotografía: David Katznelson / Música: Murray Gold / Montaje: Sarah Brewerton / Diseño de vestuario: Ian Fulcher / Reparto: Nathaniel Curtis, Omari Douglas, Callum Scott Howells, Shaniqua Okwok, Olly Alexander, Toto Bruin, Stephen Fry, Neil Patrick Harris, Keeley Hawes, Joanne James, Michael Mather, Jake Neads.
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