INFILTRADO EN EL KKKLAN
El empeño de Spike Lee y el despertar de la conciencia norteamericana
Quizá todavía haya quien se deje engañar ante la falsa majestuosidad con la que Lo que el viento se llevó (Victor Fleming, 1939) pretende retratar la sociedad norteamericana de los años de la Guerra de Secesión, uno de los acontecimientos más importantes de su historia. Y es que bajo las diferentes lecturas que admite la superproducción del magnate David O. Selznick, no pasa desapercibida para la crítica su caracterización estereotipada de la raza negra, como tampoco la glorificación que se hace de su esclavitud. Ambas cuestiones han sido temas recurrentes en la extensa filmografía de Spike Lee que con Infiltrados en el KKKlan (BlacKkKlansman) vuelve a cargar contra su propio país, sacando a relucir el falso relato política y culturalmente construido de una sociedad racista y podrida desde sus cimientos. Es así que desde el prólogo del film -en el que se incluye una de las escenas más recordadas de la galardonada obra de Fleming y fragmentos de la polémica (pero pionera) El nacimiento de una nación (1915), de David W. Griffith- Lee asienta las bases de lo que pretende denunciar en las dos horas que proseguirán.
Basada en las memorias de Ron Stallworth, el director de Malcolm X (1992) retrocede a la década de los 70 para contar la inmersión del protagonista homónimo en la organización Ku Klux Klan, llegando a convertirse en el primer detective afroamericano en EEUU. De manera similar a la oscarizada Tres anuncios en las afueras (Missouri, Martin McDonagh, 2017), la película de Lee destaca por su apuesta a favor de un guion preciso y descarado que estereotipa a los personajes hasta llevarlos al límite. De hecho, Infiltrados en el KKKlan -que consiguió el Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes- se ve inundada por el humor satírico y negro fuertemente remarcado también en los anteriores trabajos del director neoyorquino, en donde no escatima en recursos para mostrar la violencia verbal e incluso física con la que la raza blanca se impone, desprecia y amenaza las libertades y los derechos de los negros.
Pese a tratarse de hechos verídicos ocurridos hace más de 40 años, es importante remarcar y entender el contexto en el que el film ve la luz. Dada por finalizada la era Obama, EEUU ha dado un importante giro al pasado más conservador. Y el cine, valiéndose de su poder político y reivindicativo, también se ha endurecido. Sin ir más lejos, este mismo año, el trabajo de no ficción You Gonna Do When The World’s On Fire?, del italiano asentado en Texas Roberto Minervini ha competido en la Sección Oficial del Festival de Venecia: obra desgarradora, directa, donde en clave documental se “denuncia la injusticia y la situación de desatención que viven los afroamericanos” en el país, remarcando fuertemente el conflicto racial que hoy en día sigue vivo. Aunque los códigos utilizados por Lee en Infiltrados en el KKKlan varíen, ambas películas parten de la idea de la conciencia, del llamamiento a la población, a la humanidad que se esconde detrás de cada color, raza o género. Es por eso que el director decide incluso rematar su película incluyendo imágenes reales tomadas del ataque terrorista sucedido en Charlottesville justo antes del inicio del rodaje. Imágenes que potencian la grave amenaza ultraderechista y sus consecuencias terroríficas que nacen del odio y que acaban fundiéndose con una bandera manchada de sangre.
No es casualidad que la industria americana haya empezado a moverse, puesto que las políticas racistas de Donald Trump requieren respuestas, y el cine se las está dando. El Oscar al mejor guion a la película Déjame salir (Get Out, Jordan Peele, 2017) –producida por el mismo equipo que ha trabajado con Lee- o la recreación a cargo de Kathryn Bigelow de la los disturbios raciales de la calle 12 en 1976 en Detroit (2017), entre otros trabajos, marcan la línea que el séptimo arte ha decidido seguir: la de la tolerancia cero, la de la lucha por la justicia e igualdad, la de recordar que todavía la sociedad estadounidense lejos de buscar soluciones opta por cerrar los ojos y despreocuparse de garantizar los derechos humanos.
Infiltrado en el KKKlan (BlacKkKlansman, Estados Unidos, 2018)
Dirección: Spike Lee / Guion: Spike Lee, Kevin Willmott, David Rabinowitz, Charlie Wachte / Producción: Blumhouse Productions, Monkeypaw Productions, QC Entertainment, Perfect World Pictures / Fotografía: Chayse Irvin / Montaje: Barry Alexander Brown / Música: Terence Blanchard / Reparto: John David Washington, Adam Driver, Topher Grace, Laura Harrier, Ryan Eggold, Corey Hawkins, Robert John Burke, Paul Walter Hauser, Craig muMs Grant, Michael J. Burg, Chris Banks, Tom Stratford, Jasper Pääkkönen, Ashlie Atkinson, Ken Garito
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