LOS HAMBRIENTOS (LES AFFAMÉS)
No deja de resultar sorprendente que un subgénero tan limitado (en apariencia) y tan sobreexplotado recientemente como el de los zombis siga siendo capaz de generar películas interesantes. Si el año pasado fue Train to Busan (Yeon Sang-ho, 2016) la que dio la sorpresa gracias a su exhibición de músculo visual y ritmo, este año ha sido Los hambrientos (Les affamés), de Robin Aubert, la que se ha llevado el gato al agua. Lo ha hecho, eso sí, trabajando en dirección opuesta al blockbuster coreano.
Esta película canadiense cuenta, sencillamente, la historia de un grupo de supervivientes del apocalipsis zombi. Sin otro objetivo que seguir viviendo un día más, el grupo protagonista crece y decrece según se van encontrando con hordas de muertos vivientes u otros supervivientes. En el centro del relato, un joven (excelente Marc-André Grondin) de mirada confusa, para el que parece que la vida es igual de incomprensible ahora que cuando reinaba “la normalidad”. Esta falta de un “plan maestro” favorece la sensación de desesperanza al tiempo que otorga a la película un aura de cotidianidad que en ocasiones roza lo banal, lo que no hace más que potenciar la idea de que, pese a todo, el mundo no ha cambiado tanto. De hecho, la película juega con el concepto del zombi, mezclando el tradicional cadáver andante ansioso por devorar a todo lo que respira con otro de naturaleza más fantasmal: figuras al fondo del encuadre que observan, como si fueran conscientes de la perdida y estuvieran esperando a que alguien, simplemente, se acerque a ellos para sacarles de su desolación.
Pero Aubert no se queda ahí, demostrando una notable capacidad para jugar con los tonos. Aunque el relato es profundamente melancólico, el director y su equipo se las apañan para introducir abundantes pinceladas de humor que van de lo cruel a lo tierno y también una serie de escenas de terror puro notablemente bien diseñadas y resueltas. Así, al tiempo que esos cambios suman a la sensación de cotidianidad antes mencionada, son también el germen de un conjunto que no para de sorprender al espectador, que se encuentra con una montaña rusa emocional que sabe provocar tanto gritos como carcajadas e, incluso, algún nudo en la garganta.
(Con motivo del estreno comercial Los hambrientos recuperamos esta crítica realizada durante el Festival de Sitges 2017, donde la mayor decepción con la película fue comprobar el vacío con que salió del palmarés. Todo lo demás fue pura sorpresa)
Los hambrientos (Les affamés, Canadá, 2017)
Dirección: Robin Aubert / Guión: Robin Aubert / Producción: La Maison de Prod, Christal Films Distribution, Téléfilm Canada / Música: Pierre-Philippe Côté / Fotografía: Steeve Desrosiers / Edición: Francis Cloutier / Diseño de producción: André-Line Beauparlant / Reparto: Marc-André Grondin, Monia Chokri, Charlotte St-Martin, Micheline Lanctôt,Marie-Ginette Guay, Brigitte Poupart, Édouard Tremblay-Grenier, Luc Proulx,Didier Lucien, Robert Brouillette, Martin Héroux, Patrick Hivon
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