GREENER GRASS
La hierba verde más falsa
Bienvenidos al perfecto barrio residencial de clase media americana, donde las mujeres visten con intensos colores rosa chicle y azul celeste, a juego con el atuendo de sus maridos, y donde todos lucen brackets en sus temblorosas falsas sonrisas. A fin de cuentas, ¿hay un sinónimo más preciso de bienestar social que unos dientes con ortodoncia para corregir su colocación natural? Bienvenidos a Greener Grass (Jocelyn DeBoer y Dawn Luebbe, 2019).
Como salida de una novela de John Cheever, con su escenario poblado de casas unifamiliares, piscinas que salpican los jardines y donde los habitantes se mueven por medio de pequeños carritos de golf, Greener Grass compone una ácida crítica del pretendido sueño americano que también fue objeto principal de ataque por el escritor norteamericano en novelas como Bullet Park o en el relato titulado El nadador (llevado al cine en 1968 con Burt Lancaster a la cabeza del reparto).
En Greener Grass confluye la estética edulcorada de Eduardo Manostijeras (Tim Burton, 1990) con el surrealismo del Buñuel de El fantasma de la libertad, en una sucesión de situaciones delirantes imposibles –desde el intercambio de bebés entre familias hasta un niño que se transforma en un perro como sustituto más fácil de domesticar, a través del poder transfigurador del agua de una límpida piscina sin cloro- cuyo fin es el cuestionamiento de la american way of life. En Greener Grass se evidencian la infelicidad y la hipocresía que se esconden tras las falsas apariencias, así como la tentación igualadora que suprime los brotes de genialidad o aquello que se aparta de lo normal. Sin embargo, su exceso de surrealismo y esperpento acaba por lastrar un tanto el resultado, que amenaza con diluir aquel mensaje en su empeño por resultar original. La subtrama del asesinato queda por su parte reducida a mero ornamento que poco o nada aporta a aquel trasfondo, más allá de mostrar las anomalías que quiebran ese sistema ideal, cuya motivación es la envidia más primaria.
Es por ello por lo que Greener Grass, a pesar de sus buenas intenciones y de su lograda estética caricaturesca que recrea grotescas barbacoas e histéricas fiestas infantiles envueltas en pompas de jabón, acaba por revelarse como un film de superficie brillante y colorida como una escultura de Koons, que corre el peligro de caer en su misma banalidad kitsch.
Greener Grass (EEUU, 2019)
Dirección: Jocelyn DeBoer, Dawn Luebbe / Guion: Jocelyn DeBoer, Dawn Luebbe / Producción: Gulp Splash Productions, 10 East, Vanishing Angle / Música: Samuel Nobles / Fotografía: Lowell A. Meyer / Montaje: Taylor Gianotas / Diseño de producción: Leigh Poindexter / Reparto: Jocelyn DeBoer, Dawn Luebbe, Beck Bennett, Neil Casey, Mary Holland.