ENTREVISTA A GABRIELA ALONSO / MARIO ARIAS / NICOLÁS MARTÍN (TENER TIEMPO)
“Hicimos el tipo de cine que nos gusta hacer, entre amigos, con poca gente y cositas pequeñas”
Gabriela Alonso Martínez, Nicolás Martín Ruiz y Mario Alejandro Arias son los directores del documental Tener Tiempo, estrenado en el Festival de Málaga. En él, un grupo de jóvenes raperos riman freestyles entre porros y litronas a la vez que se sinceran e invitan a reflexionar sobre si la juventud sufre desesperanza o apatía. La película, creada dentro del marco de la ECAM, retrata sin juzgar un estilo de vida apasionado e ilustra el justo proceso de madurez en el que la seguridad adolescente se ve ahogada por el deber adulto. Terminar una carrera, conseguir un trabajo y sentar definitivamente un futuro no deja espacio para batallas de gallos y el privilegio de conseguir unos minutos, aunque sea por el placer de perderlos, es casi impracticable. Los personajes son Kiko, Pedro y Biquel pero los verdaderos protagonistas son Ela, Nico y Mario, quienes con su honesta mirada se mimetizan hasta denunciar lo desgraciado que es no ‘tener tiempo’.
¿Cuál fue el punto de partida del proyecto?
Nicolás: Teníamos claro que los tres íbamos a hacer un proyecto juntos y en verano nos comentábamos ideas. La del freestyle surgió cuando unos amigos hicieron una demostración en mi casa. Me quedé impresionado por la fluidez que tenían, por los términos que usaban y las normas que tiene una pelea de gallos. Esa idea se quedó en mi cabeza y al poco tiempo Ela me dijo que se sentía inspirada por una película que había visto.
Ela: Estábamos buscando hacer una película sobre jóvenes. Vi Kids (Larry Clark, 1995), que me encantó, y tuve muchas ganas de rodar con gente de nuestra edad, donde poder contar su amistad y problemas. El freestyle era una línea que unía todos esos temas.
Una vez que ya teníais el tema y una historia encabezada por tres personajes, ¿cómo fue el proceso de rodaje para componer estas tres líneas?
N: La idea para dividir la película era: ellos van a hacer freestyle con la música, nosotros con la cámara. Estábamos muy abiertos a cualquier dirección. De hecho, al principio eran cuatro personajes. Estaba contemplado en la escaleta y las localizaciones, pero solo vino un día de rodaje y, como no se presentó a los siguientes días de rodaje, tuvimos que adaptarlo.
Mario: Planteamos desde un inicio el dispositivo, destinar más dinero a sonido y menos a la imagen. Queríamos al inicio BalckMagics, por su relación precio-calidad, pero luego nos dimos cuenta de que no nos daba el presupuesto. Además no tenía sentido. Las referencias que teníamos eran C. Tangana rapeando en el parque. Elegimos un dispositivo menos intrusivo y ligero para los actores, así íbamos con ellos y veíamos lo que hacen.
¿Desde el inicio ya teníais pensado que fuesen varios personajes diferentes?
M: Nos parecía guay que cada uno fuese muy distinto al otro. Pedro y Kiko no provienen del mismo contexto social, uno es más de barrio y el otro más pijo. Eran muy distintos y vivían en partes opuestas de la ciudad, lo cual también nos permitía hacer un retrato de Madrid.
N: Sí, y que fuese muy coral. Las referencias eran Movida del 76 (Dazed and Confused, Richard Linklater, 1993) y American Graffiti (George Lucas, 1973), queríamos retratar la juventud pero al final acabó siendo una historia de amistad. Pedro, que es quien más historia tiene, no era el protagonista en ningún momento.
M: Nos dimos cuenta de que era el único con un arco dramático trazable, tenía el dilema de ser un pedagogo que en realidad quiere ser músico. Él lo sabía, pero no lo aceptaba, nadie se lo había dicho. Era interesante de retratar.
Decidisteis usar un dispositivo ligero, en la película os introducís en su mundo y vais bastante con ellos. ¿Cómo planteasteis esta confianza, era algo que estaba desde el principio o según rodabais os fuisteis acercando?
E: En un primer momento teníamos claro la cercanía. Pusimos mucho ímpetu en conocerlos, quedar con ellos para tomarnos una cerveza o ir al parque. También para que nos conociesen. Le dimos mucha importancia.
N: Quedamos muchas veces con ellos. Las últimas fueron casi iguales a los días de rodaje, era estar con ellos con cámara o sin cámara.
Hablando de confianza, hay varios momentos en los que os integráis como personajes. ¿De qué manera planteasteis esto?
M: Era una idea que quería en la peli, que quizás no era tan compartida. Estaba muy obsesionado con Aquel querido mes de agosto (Miguel Gomes, 2008) y de broma les decía que hiciésemos lo mismo. Y ellos me decían, no. Poco a poco, conforme estábamos más cómodos con ellos y el rodaje se prestaba para eso, salió solo.
E: También tiene que ver con establecer un juego entre el cine (nosotros) y el freestyle (ellos). Ayudó a romper esa cuarta pared.
N: Pero tampoco metiéndonos en todo. La peli es suya y no queríamos perderlos.
Pero vosotros también sois jóvenes, con lo cual todo sobre lo que está hablando Tener tiempo también es parte de vuestro mundo.
N: Sí, hay una conversación en la casa de Pedro donde su padre empieza hablar de los procesos del arte. Sergio, el sonidista, interviene en la conversación y creo que resume muy bien este concepto. Estamos hablando de algo por lo que pasamos, Pedro está en el proceso de sacar su disco y nosotros de hacer el documental.
A la hora de rodar ¿elegíais el control o dejabais que surgiera el azar?
E: Un poco la mezcla de las dos.
M: Sí. Por ejemplo, uno de mis momentos favoritos es cuando Carmen, la novia de Kiko, coge la cámara y voltea la imagen. Ese día lo creíamos desperdiciado porque solo rodamos dos horas, de modo que le dejamos la cámara a la pareja. Al día siguiente, al verlo, tuvimos claro que era hermoso.
N: Al final el azar nos contaminó mucho. Durante el proceso veíamos corridos de montaje pero no pensábamos cómo iba a quedar todo. La película pasó por muchas formas de montaje, Carlos Cañas en eso nos ayudó mucho.
A nivel de autoría ¿Cómo se divide el trabajo en un proyecto co-dirigido?
E: Mario se centró en la producción, pero todos hemos hecho un poco de todo. La idea era de los tres, grabábamos los tres, la estructura era de los tres.
N: Durante el proceso es algo complicado trabajar a tres bandas, pero tenemos la suerte de ser amigos y todas las crisis durante el rodaje se solucionaban por el bien de la película.
E: Y porque queremos seguir siendo amigos.
(risas)
Pues es una idea bonita porque Tener tiempo es un retrato muy honesto. Teníais en la cabeza que la película debía ser de ellos, pero mientras rodabais, ¿hasta qué punto preferíais darle voz a ellos de forma sincera, aunque fuese sobre temas que igual no son políticamente correctas? ¿Dónde marcasteis la línea que superaba su intimidad?
E: El límite fue no rodar nada que les pudiera afectar, que les pudiera hacer daño. Queríamos rodar su vida, y su vida es fumar porros y hablar. Eran conscientes de que estaban siendo grabados.
N: También procuramos quitarle importancia, para nosotros era un trabajo que no iba a llegar a ningún lado y para ellos igual. No hubo en ningún momento la sensación de estar haciendo una película. Ellos no se cortaban nada y no se sentían invadidos.
E: Tampoco queríamos azucarar nada su vida, la queríamos contar tal y como es. Personalmente a mí me incomodaba la falta de mujeres, desde el principio estaba muy preocupada por mi posición y mirada como directora. Pero luego me percaté de que estábamos contando su mundo, un mundo masculino y sin mujeres. Y eso también se cuenta en la película.
La película se llama Tener tiempo, quizás enunciando el deseo de poseer momentos para disfrutar de lo que te gusta aunque no te genere ningún beneficio profesional o material. En vuestro caso, ¿el documental os ha dado u os ha quitado tiempo?
(risas)
E: Las dos cosas. Cuando estábamos rodando había instantes geniales y otros no tanto. Creo que el montaje fue lo más complicado, estuvimos los tres encerrados en un cabina pequeñísima durante días. Fue un proceso bueno, aunque bastante duro.
M: La ventaja de hacer un proyecto de escuela era que no teníamos tanta presión. Lo peor que te podía pasar es que no fuese a muchos festivales y, aun así, íbamos a aprender. Hicimos el tipo de cine que nos gusta hacer, entre amigos, con poca gente y cositas pequeñas.
E: La película nos creó un oasis para pensar y estar tranquilos. Justamente estábamos acabando la ECAM, venían los miedos y las preocupaciones… Pero estábamos tan absortos por la película, que se nos olvidó todo y solo pensábamos en crear.
Tener tiempo (España, 2021)
Dirección y guion: Mario Alejandro Arias, Gabriela Alonso Martínez y Nicolás Martin Ruiz / Producción: Mario Alejandro Arias, ECAM / Montaje: Gabriela Alonso Martínez, Mario Alejandro Arias, Nicolás Martin Ruiz, Carlos Cañas Carreira / Música: Bronco, Gold Sirope / Reparto: Pedro Novillo, Kiko Nates, Jesus Palacios.