ENTREVISTA A REBECCA MARDER Y NADIA TERESZKIEWICZ (MI CRIMEN)
«Como actriz, te sientes amada por François».
¿Cómo ha sido trabajar con François Ozon? ¿Qué director de actores es? ¿Cómo fue la preparación de Mi crimen?
Rebecca Marder:
Tiene un método bastante único porque su energía y su capacidad de trabajo son alucinantes. Es muy impresionante verlo trabajar porque, desde fuera, parece que su cerebro funciona mucho más rápido que el de los demás. Cuando llegas al plató, todo es relativamente fácil, la confianza es total porque él es muy meticuloso, como si fuese un arqueólogo. Gestiona muchísimas más cosas y está en varios frentes a la vez. Suele hacer siempre el encuadre del plano como operador de cámara, por ejemplo.
Antes del rodaje tuvimos la suerte de ensayar mucho, lo cual fue todo un lujo. No suele ser así. Su amor a los actores en todas sus películas y su energía hacen que la actuación está totalmente sacralizada. El primer día de rodaje llegamos con un bagaje enorme y múltiples ensayos detrás. También lecturas o películas que nos había aconsejado. Todo esto te permite tener una confianza en ti muy inhabitual porque sabes que te puedes dejar llevar: todo está planificado al milímetro. Tengo la sensación de que debe ser muy complicado para el equipo técnico pero, para los actores, el placer de interpretar es enorme.
Nadia Tereszkiewicz:
La otra cosa importante es que, como actriz, te sientes amada por François. Nos incluye en esta gran familia que ha conseguido construir: gente con la que trabajó hace veinte años como Isabelle Huppert o André Dussolier (el año pasado) o Fabrice Luchini (tres veces) o Dany Boon y nosotras que nunca habíamos trabajado con él. A partir del momento en que entras en su universo, te das cuenta de que realmente formas parte del proceso de creación desde el principio hasta la promoción y el estreno. Nos dejó opinar sobre los diálogos, el vestuario…
Por ejemplo, es la primera vez que un director me envía el tráiler, la campaña de marketing y la publicidad cuando están listos. He hecho una ruta de promoción larga. Además, la película ha funcionado muy bien en taquilla en Francia y él es un director muy amado, también a nivel internacional. Esto nos ayuda mucho.
El hecho de que la gente me empiece a identificar con una actriz que ha estado en una película de François Ozon me llena de orgullo y me hace muy feliz, porque además he crecido con sus películas desde pequeña.
¿Cómo habéis construido los personajes? ¿Cuáles han sido las fuentes de inspiración?
RM: François tenía muchos referentes en mente. Para mi papel, me habló de Katherine Hepburn. Para Nadia, era Barbara Stanwick, Marilyn Monroe. Nos había recomendado que viéramos una larga lista de películas. Teníamos que encontrar el ritmo en los diálogos inspirándonos en películas de esa época. Vimos películas de Sacha Guitry, Lubitsch, Billy Wilder.
Quería dos actrices bastante jóvenes que tuvieran la capacidad de decir este texto que tiene un punto teatral pero conservando la mayor autenticidad y sinceridad posible. Aunque fuera una película de época, le interesaba a François anclarla en la modernidad porque trata temas bastante actuales.
NT: En mi caso, el hecho de que los diálogos tuvieran eco en la actualidad me gustó mucho. François quería contar nuestra época a través de los años 30. Por un lado, existían estos homenajes, esta inspiración de la época. Por otro lado, hemos actuado como si todo transcurriera hoy: nunca nos ha pedido que reproduzcamos fielmente lo que hacían esas actrices. Era una mezcla.
¿El hecho de que sea una adaptación teatral y que la puesta en escena quiera guardar parte de esta teatralidad ha cambiado vuestra forma de prepararos o de actuar?
NT: El hecho de ensayar mucho y de trabajar tanto el texto antes del rodaje no nos dejaba tanto margen para improvisar en rodaje. Conocíamos y teníamos en mente todas las secuencias. Hasta llegamos a ensayar en los decorados, así que dominábamos bien el espacio que permitía esta coreografía de los gestos y movimientos. Lo más complicado fue encontrar el ritmo de la comedia: puedes perder mucho humor si las réplicas no están bien ensayadas.
También es verdad que cada película se prepara de forma distinta porque cada universo es propio de cada película. Cada papel se debe encarar de forma diferente. Aquí es verdad que la técnica tenía más importancia que en otros proyectos para que no tuviéramos en mente demasiadas exigencias, a la hora de actuar.
RM: Creo que haber hecho teatro (en la Comédie Française) ayuda siempre. Para Mi crimen en concreto pero también para cualquier otra película, aunque no sea una adaptación teatral. Mis bases teatrales sólidas me permiten una movilidad en el espacio que me ayuda mucho.
¿Qué habéis aprendido al estar frente a actores / actrices con un gran recorrido como Isabelle Huppert, Fabrice Luchini o André Dussolier? ¿Os han dado consejos?
RB: Se aprende mucho sólo observándolos. Dany Boon ha sido muy generoso conmigo, aunque Nadia tenía más secuencias con él. André Dussolier también, aportaba mucho humor entre toma y toma. Es más a nivel humano lo que nos han aportado. Ya había rodado con Isabelle Huppert, pero es muy impresionante verla trabajar. Es un OVNI, su energía de trabajo no tiene límites. Lo gestiona todo a la vez, hasta la iluminación del plató o la altura de un sofá en el decorado. Tiene un perfecto dominio de cada elemento que la rodea. Además tiene un sentido del ritmo que es excepcional. Puede cortar una toma porque sabe que el ritmo del diálogo no será bueno en montaje. Es impresionante. Tengo mucha admiración y es un modelo en cuanto a la gestión de su carrera. Lleva 50 años trabajando al mismo nivel y esto se debe a su capacidad de trabajo. Tengo mucha admiración en general por la carrera de los tres o cuatro a quienes citas.
NT: No tengo mucho que añadir. Es verdad que la energía de Isabelle es fascinante : después de su día de rodaje, iba al teatro o a la ópera por la noche. Durante el rodaje, viajaba para la promoción de otras películas: está en todas partes a la vez. Gracias a su nombre, se puede encontrar fácilmente financiación. Puede permitir que se hagan películas en países más pequeños. Tiene una curiosidad permanente: va a ver muchas películas u obras de los demás. Es admirable.
¿Cuáles son vuestros deseos en cuanto a los próximos proyectos? ¿Directores o intérpretes con los que os gustaría trabajar?
RB: Yo sueño con rodar con Mads Mikkelsen. Admiro mucho su trabajo y sus colaboraciones con Thomas Vinterberg. Y en Francia me gustaría mucho rodar una comedia con Nakache y Toledano. No dejo de repetirlo en las entrevistas (se ríe). Me gusta mucho cómo gestionan al grupo o a la familia que han construido. En el teatro me gustaría mucho interpretar a Medea.
NT: Yo tengo muchas ganas de un cine europeo que me permita viajar, especialmente el cine nórdico e italiano. El director finlandés Juho Kuosmanen o el danés Joachim Trier me gustan especialmente, Vinterberg también. En Italia me encanta Alice Rohrwacher. Cuando vi As bestas, me dio mucho ánimo comprobar que actores franceses habían podido actuar en una película española. Como si las fronteras desaparecieran. Es una manera de contar una cultura, una visión distinta del mundo. En Francia me gustaría trabajar con Mia Hansen-Love. Me interesó descubrir Alcarrás de Carla Simón, una joven directora que tiene mucho talento. Me quedé muy sorprendida cuando descubrí la película.