EDITORIAL #6
La televisión de David Simon hoy
Dedicar el número del mes al guionista David Simon (no a The Wire, no a las series de televisión, a David Simon) conlleva una serie de implicaciones en las que es preciso que nos detengamos. Evidentemente, supone la normalización del guionista como autor, lo que no sorprenderá a quienes ya nos leyeran en agosto, con aquel número dedicado a las series animadas para adultos y sus creadores (Acid Animation, las llamamos) y que, incluso, contenía una entrevista a la actriz y creadora pornográfica Amarna Miller. Pero esta vez hay además otras cosas en juego. El amplio dossier que dedicamos a David Simon supone, en primer lugar, una obra lo suficientemente importante y extensa a sus espaldas y, en segundo lugar, que su creador está en un momento importante y de incertidumbre.
Han pasado 15 años desde que The Wire (David Simon, 2002. HBO) asentará lo que ahora se llama la Tercera Edad de Oro de la Televisión. 18 y 20 desde que Los Soprano (David Chase, 1999. HBO) y Oz (Tom Fontana, 1997. HBO) le dieran el pistoletazo de salida. 27 desde Twin Peaks (David Lynch y Mark Frost, 1990. ABC), para quienes prefieran remontarse a entonces. Dos décadas después las cosas han cambiado y The Wire es merecidamente Historia.
La pregunta surge sola: ¿Qué lugar desempeña David Simon en el presente en televisión? (¿Han vuelto a ver algo de David Chase o Tom Fontana?). En un extremo, la tercera temporada de Twin Peaks (David Lynch y Mark Frost ¿o esta vez no escribimos al coguionista?, 2017. ABC) puede haberlo cambiado todo. En el otro, la segunda temporada de Stranger Things (Maff y Ross Duffer, 2017. Netflix) muestra el éxito de una fórmula muy distinta a la de entonces. El estreno y futuro de The Deuce (David Simon y George Pelecanos, 2017. HBO) es una pregunta abierta al lugar actual de aquellas series que abrieron esta “Era” de la televisión. Y es la segunda oportunidad tras la cancelación de Vinyl (Terence Winter, 2016. HBO), que contaba nada menos que con Martin Scorsese y Mick Jagger. ¿Se trata de un modelo agotado?, ¿pueden sus personajes seguir cuestionando la identificación del espectador como hacia Toni Soprano ahora que la química ha corroído todos los límites?, ¿es un arte de narrar sin futuro ante otros más rápidos y atentos al estímulo?, ¿un tipo de producciones adultas que no explotan lo suficiente la calificación R?
Al volver a las series y miniseries de David Simon hoy estamos planteando estas preguntas. Atentos a lo que siguen aportando hoy y a su posible futuro. A cómo The Deuce logra (o no) encontrar su lugar entre los dos límites que representan Netflix y Twin Peaks T3.
Y si nos centramos en el territorio nacional, no podemos perder de vista la irrupción de Movistar+, con el estreno de una amplia variedad de series en busca de un lugar para la plataforma. O a las primeras producciones de Netflix España, como la precedida de escándalos Fe de etarras (Borja Cobeaga, 2017).
Y hablando de escándalos, la sección de Sinergias recogerá uno de los más polémicos diseñados por Netflix la temporada pasada: el suicidio en Por trece razones (Brian Yorkey, 2017). La idea es recoger la polémica para abrirla a la representación del suicidio en el cine. Desde la animación japonesa hasta la comedia.
El resto del mes seguiremos con la cobertura semanal de los estrenos y con distintos artículos de Fuera de Campo, lo que incluye un regalo: una entrevista exhaustiva con la directora moldava Ana-Felicia Scutelnicu, con quien conversamos en la pasada edición del Festival de San Sebastián (2016).
Que lo disfruten.
