DUNGEONS & DRAGONS: HONOR ENTRE LADRONES
Nat 20 de esperanza
La fantasía es un género que, visto por encima, parece estar siempre demasiado encorsetado en su propio mundo. A diferencia de su prima la ciencia ficción que, basándose en los “y si”, puede trabajar las historias que quiera y seguir usando esa etiqueta, la fantasía tiene demasiadas normas, muchos nombres para recordar y un lore previo demasiado extenso. Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones (John Francis Daley y Jonathan Goldstein, 2023) sigue esto a rajatabla… y aun así, le va bien.
La película no intenta rebelarse contra sus propias reglas: las respeta y juega bajo ellas para crear una historia que pueda gustar al fan más acérrimo, pero sin alienar al espectador medio. Es un film de aventuras clásico, como los de antes, desarrollándose de una manera que casi podría colar como capítulos autoconclusivos de la primera temporada de una serie. La dupla de Daley y Goldstein tiene experiencia haciendo tanto comedias (Horrible Bosses, 2011 o Game Night, 2018) como películas de acción (Spider-man: Homecoming, 2017). Aprovechando ese bagaje, construyen escenas trepidantes y llenas de un humor que, aunque a veces peca de meta-referencial, nunca cae en los clichés de “está detrás de mí, ¿verdad?” al que nos tienen acostumbrados las películas taquilleras actuales. El humor que destila es coherente, sin tener que caer en lo paródico o lo cáustico. Viene de cómo los personajes interactúan con el mundo siendo ellos parte de ese mundo, no agentes externos que en este tipo de películas debería ser casi obligatorio.
Bestias trémulas, mímicos, gárgolas y cubos gelatinosos pululan por un mundo mágico que te deja con ganas de saber más de sus historias. Los personajes protagonistas, una cuadrilla homogénea de proto-héroes que van turnándose para brillar en pantalla. Desde los planos aéreos que hacen parecer a los protagonistas figuritas de plomo hasta los obstáculos que los propios personajes se auto imponen porque “va en contra de las reglas”, la película se siente como una gran partida de rol. Y, spoiler, no, ese no es el girito de la película. No esperes que a los 30 minutos se descubra que los protagonistas son un grupo de treintañeros jugando un viernes por la noche en su piso de Brooklyn. Es una historia de fantasía pura y dura, por mucho que múltiples comentarios en el trailer de youtube digan lo contrario o de Chris Pine tenga la cara de saber lo que es un iPhone.
Pero Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones tiene una espinita clavada, un obstáculo en el camino, un déjà vú forzado: la sensación constante de “esto yo ya lo he visto”. Y no te equivocarías: es que ya lo has visto, pero tampoco es su culpa.
¿Qué fue antes, el huevo o el dragón?
Frank Herbert publicó Dune en 1965 a través de una editorial especializada en manuales de reparación de automóviles. Ni la editorial ni el propio Herbert esperaban el bombazo que sería la novela. A lo largo de los años y tras muchos libros más, muchos directores trataron de llevarla al cine, pero la ópera espacial ecologista se resistía a llegar. Hubo múltiples intentos, desde la utopía megalómana de Alejandro Jodorowsky, como se ve en Jodorowsky’s Dune (Frank Pavich, 2013) hasta el proyecto castrado de David Lynch (1984). Cuando Denis Villeneuve lo volvió a intentar en 2021, habían pasado 65 años desde la publicación de la novela y había llovido muchísimo en el mundo de la ciencia ficción. Nada más salir, la gente corrió a decir que era “una especie de Star Wars, pero con arena”. Pero, aunque el intento de Villeneuve viniera después de Star Wars, fue Star Wars la que originalmente se había inspirado en la novela de Dune. Un uroboro de referencias.
Dungeons & Dragons ha tenido un camino parecido. Lo que empezó como un juego de mesa hecho por dos colegas, se convirtió en una revolución de masas, expandiendo su universo a través de novelas, cómics y series de televisión y de ahí llegaron los intentos de llevarla al cine (el de Courtney Solomon en 2000 o las de Gerry Lively cinco años después), pero sin cuajar nunca del todo. Ahora, casi 50 años después de su creación, Dragones y Mazmorras “vuelve” a la gran pantalla, llena de referencias al cine de fantasía: a las transformaciones de Beastmaster (Don Coscarelli, 1982), al rescate de La Princesa Prometida (Rob Reiner, 1987), al carisma de Shrek (Andrew Adamson y Vicky Jenson, 2001), a las batallas de magos de Harry Potter (2001-2011), a la guarida de Smaug en El Hobbit (Peter Jackson, 2013), a las traiciones de Juego de Tronos (D.B. Weiss, 2011-2019), al humor de Critical Role (Matthew Mercer, 2015-Actualidad), al “otro lado” de Stranger Things (Matt y Ross Duffer, 2016-2024), a videojuegos como Elder Scrolls, The Witcher, Pathfinder, Baldur’s Gate, Elden Ring, a la saga Souls y, por alguna extraña razón, a Portal… Pero, realmente, la mayoría de estos productos bebieron en su día de alguna forma del juego de rol original, que a su vez había bebido de las novelas pulp, la mitología clásica y el imaginario de autores como Tolkien, Lovecraft o el propio Gary Gygax.
La saga se beneficia de todo lo que ha salido después y gracias a ella, usando a su favor estos artificios con los que los espectadores se sienten cómodos. No intenta volver a inventar la rueda, ni crear un tipo distinto de dragón o una manera diferente de hacer magia. Todo lo que presenta “ya lo habías visto en otro sitio” pero, aun así, consigue crear la ilusión de que estás viendo algo original, fresco y lleno de esperanza.
Porque sí, hay esperanza para la fantasía, para las películas de aventuras graciosas, llenas de monstruos y criaturas extrañas. Hay esperanza para los blockbuster sin pretensiones que no te exigen haber consumido antes 32 películas, 15 libros y 7 series. Hay esperanza para el resto de “adaptaciones imposibles” (o sea que buenas noticias para Henry Cavill y para los fans del universo Warhammer) pero, sobre todo, hay esperanza para Dungeons & Dragons. Porque, al salir del cine, te deja la misma sensación que cuando estrenaron la primera película de Harry Potter o de Piratas del Caribe, o incluso los primeros pinitos del Universo Marvel: la de estar viviendo el inicio de algo largo, que perdurará en los años y traerá consigo una nueva ola de historias influenciadas por ellas. Y cuando lleguen, las estaremos esperando sentados a la mesa, con los dados listos y preparados para jugar la siguiente partida.
Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones (Dungeons & Dragons: Honor Among Thieves, EE.UU, 2023)
Dirección: John Francis Daley, Jonathan M. Goldstein / Guion: Dave Arneson, John Francis Daley, Jonathan M. Goldstein, E. Gary Gygax, Derek Kolstad. Historia: Chris McKay / Fotografía: Barry Peterson / Productora: Paramount Pictures, Allspark Pictures, Entertainment One, Hasbro, Hasbro Studios. Distribuidora: Paramount Pictures / Reparto: Chris Pine,Michelle Rodriguez, Regé-Jean Page, Justice Smith, Hugh Grant, Sophia Lillis, Chloe Coleman, Jason Wong, Daisy Head, Sophia Eleni