CUTRECON 2020: (I) – INVITADOS Y SECCIONES PARALELAS
Oh… Hi Mark!
CutreCon 2020, el Festival Internacional de Cine Cutre de Madrid, celebró su novena edición del 29 de enero al 2 de febrero entre el Palacio de la Prensa de Madrid, el Auditorio del Centro Cultural Casa del Reloj y Cineteca. A lo largo de las cinco jornadas con las que contó el festival se proyectaron más de 20 películas en sesiones marcadas por el “sello CutreCon”: interacción con el público, comentarios jocosos durante la proyección, sorpresas y, como siempre, muchas carcajadas. El festival tomó como leit motiv el mejor-peor cine de animales y monstruos marinos, pero contó además con numerosos eventos paralelos e invitados tan variados como interesantes, entre los que destacaron Greg Sestero (Co-protagonista de, quizá, la peor película de la historia: The Room), Silvia Superstar (actriz y cantante, recordó en el festival su participación en KillerBarbys, de Jess Franco) y Annabel Jankel, que, de manera telemática, respondió a las preguntas del público tras la proyección de Super Mario Bros (1993), adaptación que dirigió junto a Rocky Morton.
Ya lo avisamos al finalizar nuestra crónica del año pasado, ya que que los rumores volaban por el festival… Y finalmente las previsiones se cumplieron. Greg Sestero (Hi Mark!) se convirtió en el invitado de lujo de esta novena edición, y la organización le brindó un día dedicado a su trabajo junto a Tommy Wiseau en, por supuesto, The Room (2003), pero también el díptico Best F(r)iends: Volume 1 yVolume 2 (2017) dirigido por Justin MacGregor. En la primera parte, Sestero interpreta a un vagabundo sin recursos que consigue trabajo en la morgue de un extrañísimo personaje (Wiseau, cómo no) y, juntos, terminan metidos en el negocio de venta de piezas dentales de oro de cadáveres. En la segunda, la trama se complica con ntriga, suspense, traición e incluso toques bizarros de cambios de identidad, bucles temporales… Un thriller pausado, de buena factura técnica, que sorprendió para bien a un público que no estaba preparado para ver una película que se podría catalogar hasta de decente. Incluso Wiseau está genial en un papel que le queda como un guante, y el que no lo conozca flipará pensando lo bien que hace de desequilibrado mental.
Antes de la proyección de este extraño experimento fílmico (extraño por muchas cosas, no solo por la elección del reparto), pudimos disfrutar de un documental del propio Sestero acerca del rodaje de The Room. Mientras esperamos a que finalicen las disputas legales de los creadores de Room Full of Spoons (2016) con Tommy Wiseau para poder rescatar ese magnífico documental que tuvo su estreno mundial hace unos años en este mismo festival, Sestero (que no olvidemos que también es co-autor del libro The Disaster Artist, en el que se basó la película de James Franco sobre The Room) presentó su propia visión del trabajo que hubo detrás de las cámaras en el filme más popular del mundillo cutre con The Disaster Artist Documentary by Greg Sestero. Mucho no se esmeraron con el nombre. Con el documental, tampoco. Al menos la jornada terminó por todo lo alto con la joya de la corona. La mismísima The Room con Sestero presente en la sala. Da igual las veces que la hayas visto, The Room ya se ha convertido en un fenómeno del estilo The Rocky Horror Picture Show, con su propias liturgias y coreografías. Fiesta total. Pero no fue la única del festival. Ni mucho menos.
El pase de Super Mario Bros no defraudó, con ese mundo postapocalíptico mezcla de Blade Runner y Mad Max y las comparaciones entre el malo de la peli, Koopa (Dennis Hopper) y el presidente norteamericano Donald Trump. La directora Annabel Jankel estuvo un poco incómoda en el Q&A posterior. No era para menos. Tampoco estuvo mal Dangerous Men (2003), la película que estuvo construyendo durante décadas John S. Rad. Bueno, a ver, mal sí estuvo, pero tuvo sus risas. Sobre todo con la banda sonora, desde ya un clásico recurrente del festival que seguro se repcordará en futuras ediciones. Pero las que levantaron al público de su asiente en una mezcla de incredulidad y algarabía fueron sin duda dos películas. La primera sería Tetsudon: The Kaiju Dream Match (2017), en la que una veintena de directores nipones nos brindan su visión subre los kaiju eiga del estilo de Godzilla y Mazinger Z. Una locura tras otra, segmentos delirantes y sin sentido, escatológicos y épicodecadentes… Rescatada tras su paso por el festival Nits de Cinema Oriental de Vic, sin duda nos regaló una madrugada inolvidable. Y la segunda fiesta en forma de proyección no podía ser otra que The VelociPastor (2017, Brendan Steere). Atentos al argumento: «Después de perder a sus padres, un sacerdote viaja a China, donde hereda una misteriosa habilidad que le permite convertirse en un dinosaurio. Una prostituta le convence para usar este poder para luchar contra el crimen, y ninjas.» No puedo añadir más. Hay que verla para creerla.