ROSALIE
La bella y las bestias
Rosalie despierta exaltada entre sueños de muerte. Es el día en que su padre la entrega en matrimonio arreglado. Abel, ahora su esposo, se ve encantado con la delicada y servicial muchacha que le hará compañía. Al menos es así hasta su noche de bodas, donde tras una precaria ceremonia y una nula fiesta Abel descubre el fino y tupido vello que cubre el cuerpo de Rosalie. El profuso rechazo que esta recibe es la confirmación de todos sus miedos. A partir de ese momento debe decidir entonces entre seguir escondiendo su condición o hacer las paces con ella, sepultando así en el acto cualquier posibilidad de aparentar normalidad.
Las mujeres reales que han inspirado los filmes de la guionista y directora Stephanie Di Giusto se enfrentan en pleno siglo XIX a los fuertes prejuicios y convencionalismos de la época. De esta manera, la cineasta resalta la anacronía de las problemáticas que estas encuentran a la vez que le permite plantearse, bajo la envoltura de filmes de época, ciertas exploraciones en torno a los cuerpos y deseos de sus personajes femeninos. La búsqueda constante de un lugar, un espacio que les permita una existencia auténtica, plena y expresiva son temáticas sus dos cintas.
Mas si en Le Danseuse (2016) dichas exploraciones se centraran en torno a la danza, el movimiento, la ambigüedad sexual y la fragilidad de una Loïe Fuller (Stephanie Sokolinski) que logra fraguar su escape de New York a Paris, en Rosalie (2023) su protagonista -interpretada por Nadia Tereszkiewicz– está encerrada. En lo que respecta a Loïe Fuller, esta debe desvivirse para probar su valía y visión como bailarina y artista. En su lugar, Rosalie Deluc (inspirada fuertemente en Clementine Delait, la “Femne à Barbe”) debe validar constantemente su feminidad e incluso su humanidad ante un pequeño y cerrado pueblo francés que en varios momentos insiste en tratarla como un monstruo indeseable, abalanzándose ante ella como una jauría de sabuesos a la caza de un ciervo indefenso.
Cuando Rosalie deja crecer su barba con la excusa de una apuesta es precisamente el momento en el que el film se despliega para mostrarnos las reacciones del entorno ante el atrevimiento de esta mujer, que pretende seguir siendo considerada como tal pese a renunciar a la tortuosa tarea de rasurar su rostro. Por un lado, el mentado pueblo oscilando entre curiosidad y el desprecio, encarnados en un trabajador y un capataz empecinados en hacerle la vida imposible. Por el otro, Abel (Benoît Magimel) quien tras el fuerte rechazo inicial se verá cada vez más confundido y acomplejado por su creciente atracción hacia una mujer barbuda, un deseo a todas luces no normativo ante los ojos de una sociedad estrictamente binaria.
Di Giusto se vale de la iluminación tenue, la fragmentación y disolución de los cuerpos, y de la sonora agitación de las respiraciones para poner en escena el encuentro de la pareja, evitando en las formas cierto morbo voyeurista a su protagonista. El momento de aquella unión representa no solo la tan anhelada consagración de Rosalie como sujeto digno de deseo, sino que también se vuelve signo de completa aceptación y entendimiento entre ambos. Se abre por fin una ventana de esperanza hacia la vida que Rosalie ansía; la posibilidad de simplemente existir más allá de los confines de su propio cuarto.
Rosalie entonces vuelve a despertar exaltada ante los sueños de muerte. El terror que la habita, lo que muere en las pesadillas que la persiguen es en el fondo su versión más vital y auténtica aniquilada a manos de una sociedad normativa y castigadora capaz de exterminar a sangre fría el espíritu de cualquier existencia que ose amenazar el supuesto orden establecido de las cosas.
Rosalie ( Bélgica–Francia, 2023)
Dirección: Stéphanie Di Giusto / Guion: Stéphanie Di Giusto, Alexandra Echkenazi, Sandrine Le Coustumer / Producción: Xavier Amblard, Alain Attal, Laurent Dassault, Patrick Quinet, Solveig Rawas / Fotografía: Christos Voudouris / Montaje: Hervé de Luze / Música: Hania Rani / Interpretación: Nadia Tereszkiewicz, Benoît Magimel, Benjamin Biolay, Guillaume Gouix, Gustave Kervern, Anna Biolay, Juliette Armanet, Eugène Marcuse, Lucas Englander, Aurélia Petit, Serge Bozon, Peri Bourgogne