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MI NOMBRE ES ALFRED HITCHCOCK

Hitchcock según Cousins

La obra de Mark Cousins tras su popular La historia del cine: Una odisea (The Story of Film: An Odyssey, 2011) ha intercalado dos tipos de propuestas de escalas muy dispares. Por un lado, virajes hacia lo particular, tales como Jeremy Thomas, una vida de cine (The Storms of Jeremy Thomas, 2021). Por el otro, adendas a aquel documental que aspiraba a sintetizar la historia completa del cine: en 2018, Women Make Film; en 2021, The Story of Looking y The Story of Film: A New Generation. Esencialmente, Mi nombre es Alfred Hitchcock (My Name Is Alfred Hitchcock, 2023) pertenece a la primera categoría, aunque la vasta extensión de la obra a analizar y su complejidad lo conviertan en una tarea más próxima a la segunda. Del mismo modo que The Story of Film suponía una estructuración de la historia del cine a través del canon de Cousins, su mirada sobre el director londinense parte también de una preconcepción estética que se extiende a casi todos los análisis y comentarios vertidos en la cinta. Con una singularidad, y es que esta vez Cousins da un paso más en el intento de fijar sus comentarios como objetivos: el narrador, se nos hace creer, es el propio Hitchcock, a través de la voz de Alistair McGowan.

Crítica Mi nombre es Alfred Hitchcock

A pesar de lo que podría parecer sobre el papel, el documental (quizás sería más adecuado llamarlo ensayo) de Cousins se acerca más conceptualmente al Fraude (F for Fake, 1973) de Orson Welles —director al que Cousins también dedicó un documental en 2018— que al Hitchcock/Truffaut (2015) de Kent Jones, hiperreducida adaptación al audiovisual del célebre libro de entrevistas. Es más, Cousins copia directamente uno de los recursos de Fraude: el anuncio y posterior confirmación de que una de las partes narradas será mentira. Sin embargo, aquí la veracidad del resto de la narración se ve en entredicho en mayor medida que en la cinta de Welles, donde al menos se recurría a sus protagonistas para interpretar la ficción sobre sus propias vidas. En su lugar, la locución de Alistair McGowan se limita a intentar dar una capa extra de credibilidad a lo que no dejan de ser observaciones, más o menos acertadas, producto exclusivamente de la mirada de Cousins. Paradójicamente, el hecho de que su propuesta gire en torno a la idea de acceder a los pensamientos del célebre director hace que, en ocasiones, rebaje la genialidad que (muy justamente) le atribuye. Llegado cierto punto, se llega incluso a prestar la voz de este ficticio Hitchcock para un superficial comentario sobre cómo habría variado la trama de Los Pájaros de haber ocurrido en la era de los teléfonos móviles (¡estaríamos todos pendientes del móvil sin prestar atención a lo que sucede!), para estupor de cualquier espectador que entrase buscando algún tipo de síntesis de las reflexiones de Hitchcock sobre las complejidades de su propio cine.

Las dos horas de película se dividen en seis segmentos temáticos. Algunos de ellos son acercamientos más clásicos a la atención del londinense por la forma y sus rigurosas construcciones visuales, en la línea de los cahieristas; otros se acercan más a ser una reformulación de aspectos ya comentados ampliamente en las interpretaciones psicoanalíticas de los setenta, y muy especialmente de los textos de Laura Mulvey. El conjunto, si bien coherente con la forma de ver el cine de Cousins, no resulta especialmente revelador y se acerca más a una versión extendida de comentarios extraídos de un proyecto que abarcara un tema más amplio; menciones superficiales a la filmografía de Hitchcock que no alcanzan a detenerse y profundizar en su urgencia por comentar la siguiente película. En cualquier caso, es de agradecer cualquier nueva aproximación a su prolífica obra, más aún si viene de la mano de un divulgador con suficiente alcance para suponer la entrada de nuevos espectadores a algunas cintas menos frecuentadas actualmente —por citar dos: Murder! (1980), que el propio Cousins asume desconocida para el espectador, o incluso Atormentada (Under Capricorn, 1949)—. Quizás esta función, la de introducción a nuevas audiencias, sea la que cumple más sobradamente.

 


Mi nombre es Alfred Hitchcock (My Name Is Alfred Hitchcock, 2023)

Dirección: Mark Cousins / Guion: Mark Cousins / Producción: Hopscotch Films / Fotografía: Mark Cousins / Montaje: Mark Cousins / Música: Donna McKevitt / Reparto: Alistair McGowan (voz).

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