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ENJAMBRE

Fondo y conflicto en Norteamérica

Enjambre - Revista Mutaciones

En la era de los 280 caracteres y las opiniones devoradas por las sinopsis, todavía quedan creadores interesados por hacer obras que vayan más allá de la mera descripción argumental y perforen el tejido social. Es el caso del renacentista Donald Glover y Janine Nabers, co-creadores de Enjambre (2023), el último caballo de Troya del “universo” Atlanta (2016-2022). La serie ilustra el fenómeno fan americano y permite, con la incorporación de Nabers, transformar Houston (de donde ella es originaria) y el resto de EEUU en un subversivo mundo moldeado por la cultura de Internet que reflexiona acerca de las dinámicas sociales desde la alienación de Dre (Dominique Fishback).

El audiovisual reciente, que deja a imagen cada vez más desamparada, nos había hecho hijos adoptivos de un cine digital sin profundidad de campo. La huella de las superproducciones contemporáneas evidencia un interés casi exclusivo por la acción que sucede en primer término y rechaza el conflicto de fondo, generando por ordenador píxeles desenfocados como mero atrezo. Donald Glover, sin embargo, siempre se ha preocupado por comprender la totalidad de la escena desde la particularidad de las capas. Se aprecia, como en ningún otro lugar, en el videoclip de «This is America», en el que a través de un travelling desvelaba la violencia del país, que se iba desarrollando en un segundo término mientras el artista bailaba acaparando las miradas. La idea era transmitir cómo el arte afroamericano distrae a la sociedad de los verdaderos problemas. Con la profundidad de campo la metáfora alcanzaba toda su fuerza. Al igual que en los capítulos que Glover dirigía en Atlanta, en los que se repetía la excelentísima capacidad con la que trabaja los planos generales y sus diminutos detalles. Por eso no es casualidad que él dirija el piloto de Enjambre en un intento por bocetar la clarividencia de una puesta en escena que radiografía Norteamérica y se enfrenta a la tendencia digital actual –más que nunca, pues es la primera vez que Glover filma en celuloide–. Como manifiesto de un cine con profundidad de campo deja una de las últimas escenas, filmada a modo de general plano secuencia en el que dirige la atención del espectador al asesinato que se está cometiendo en el fondo. Aquí convergen los dos elementos antes mencionados: la violencia que retrata al país –lúdica y crítica al mismo tiempo– y la distancia que toma el artista para captar los detalles.

Enjambre - Revista Mutaciones

En el corazón de Enjambre se encuentra ‘Desesperación’, el episodio cuatro. Una colisión entre la alienación de Dre a través de su círculo de redes sociales y la de Eva y el resto de mujeres de su comunidad, desconectadas del mundo real. El eco de Midsommar (Ari Aster, 2019) resuena en las imágenes del descenso a las profundidades de la mente de la protagonista. Eva, no por casualidad presentada también en un plano general, irá alterando las formas hasta lograr quebrar la psicología de Dre con el impasible encuadre cerrado de una debutante Billie Eilish increíblemente espeluznante. La elección de casting funciona aquí como el gran elemento vertebrador del capítulo. Eilish, una estrella de la música en medio de una obra sobre los fanáticos de la industria, supone un desconcierto total para el espectador que lo es todo en una historia marcada por el aura de las personas.

Aunque la serie esté vinculada con Atlanta, aquí Glover y su equipo buscan otra cosa. Acostumbrados a pegar volantazos en su estructura argumental para desviarse de la trama protagónica e indagar en otros temas, en este caso se mantienen fieles a su joven protagonista con un exhaustivo estudio de personaje que se toma varias licencias para saltar del drama juvenil al gore, a caballo de la sátira y el surrealismo. Esta suma de géneros resulta en un intencionado amalgama desbaratador que abraza la realidad desde su inicio, como anuncia en cada episodio: “Esto no es una obra de ficción. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, o con hecho reales, es intencionado”. Tan fuerte es el abrazo que el episodio seis de Enjambre pone en jaque el género del true crime con el único cambio del punto de vista de la serie, partiendo de la investigación del caso de la fan asesina, en clave irónica, de una detective negra. Es ahí donde encontramos, además de una cirugía a un género cinematográfico en alza, el motivo de la supervivencia individual en Norteamérica (y en el mundo): los vínculos emocionales. De la misma forma que lo hacía ‘Fubu’ (t.2, ep.8 de Atlanta), ‘Marginada’ viaja a la infancia de Dre para, además de exponer su miseria, recordar el único motivo de su supervivencia: Marissa, su hermana adoptiva. Al final del día, las personas son lo que nos mantiene vivos, y ni siquiera ellas. Son sus gestos, sus palabras, su presencia… El eco de sus proyecciones hacia nosotros.

Enjambre (Swarm. EEUU, 2023)

Dirección: Adamma Ebo, Ibra Ake, Donald Glover, Stephen Glover / Guion: Donald Glover, Karen Joseph Adcock, Janine Nabers, Malia Obama, Ibra Ake, Stephen Glover, Kara Brown, Jamal Olori / Producción: Donald Glover, Janine Nabers, Ibra Ake, Stephen Glover, Kara Brown, Jamal Olori, Dominique Fishback, Layne Miyamoto, Steve Prinze, Michael Schaefer, Fam Udeorji, Alex Orr, Lauren Heath / Fotografía: Drew Daniels, Gabriel Patay / Montaje: Sharidan Sotelo, Ali Greer, Franky Guttman / Reparto: Dominique Fishback, Chloe Bailey, Nirine S. Brown, Karen Rodriguez, Heather Simms, Kiersey Clemons, Billie Eilish

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