EL AGENTE TOPO
Espiando la soledad
«Envejecer, morir, es el único argumento de la obra», rezan los célebres versos de Gil de Biedma. «Es cruel esta vida, después de todo», dice una de las mujeres internadas en una residencia de ancianos al contemplar en lo que se ha convertido su existencia. Esta señora es una de las protagonistas del insólito El agente topo (2020), cuarto largometraje de la realizadora chilena Maite Alberdi. La obra comienza con la premisa de una película de espías con tintes cómicos: una agencia de investigación privada de Chile decide contratar a un octogenario para infiltrarse en un asilo como residente y así observar el trato que los empleados dan a los ancianos, dado que la madre de una de las internas desea conocer si se producen casos de robo y maltrato. La dificultad se debe a que Sergio, el agente topo del título, no guarda gran relación con las nuevas tecnologías debido a su avanzada edad y el espionaje le viene de nuevas, por lo que su entrenamiento resulta complicado.
Una vez Sergio comienza su investigación en la residencia somos testigos de la vida diaria de los internos, en su gran mayoría mujeres, asolados por la soledad, la enfermedad y la enclaustrada rutina. De esta manera, el tono del filme se vuelve dramático, donde la nostalgia y la pesadumbre ganan terreno. El abandono de los familiares, la pérdida de memoria, amores imposibles o la viudez se reflejan en las historias de las personas retratadas. Aunque se trate de no ficción, el dispositivo formal de Alberdi parece en casi todo momento el de una obra de ficción, por lo que resulta en ocasiones difícil de discernir lo real de lo recreado en una historia tan extraña como la que narra. En todo momento los rostros de empleados y residentes son visibles, las cámaras recorren el hogar de retirada sin apenas restricciones y las conversaciones entre los ancianos son grabadas por parte del equipo de la película logrando planos muy logrados estéticamente (prevaleciendo así la búsqueda de la belleza) y no con las cámaras ocultas de las que dispone Sergio para su espionaje. Aunque en algún punto del metraje se dice que están haciendo creer que graban un falso reportaje, quedan en el aire otros interrogantes como el tiempo que le permitieron filmar allí, cómo reaccionó la dirección del centro al conocer la verdadera causa de sus presencias o por qué la agencia se presta a ser exhibida en sus pesquisas profesionales. Preguntas que lejos de menoscabar la propuesta la convierten en enigmática, con mayor interés si cabe. Y es que queda claro que el mayor daño que se les aflige a las personas de la tercera edad corresponde al inmenso olvido que la sociedad tiene con ellas.
Después de ser estrenada mundialmente en el Festival de Sundance y ser exhibida en Karlovy Vary y San Sebastián (dentro de la sección Perlak), El agente topo tiene previsto llegar a salas españolas el próximo mes de diciembre de la mano de BTeam Pictures. Una película en la que Alberdi, que ya trató la vejez femenina en La Once (2014) y en el cortometraje Yo no soy de aquí (2016), nos recuerda con humor y ternura la importancia de conservar la dignidad de nuestros mayores hasta sus últimos días así como el valor de la compañía. Y es que al final, la senectud y la muerte es hacia donde todos nos encaminamos, ese argumento del que hablaba el poeta barcelonés.
El agente topo (Chile, 2020)
Dirección: Maite Alberdi / Guion: Maite Alberdi / Producción: Micromundo Producciones, Motto Pictures, Sutor Kolonko, Volya Films, Malvalanda / Fotografía: Pablo Valdés / Música: Vincent van Warmerdam / Reparto: Sergio Chamy, Rómulo Aitken, Marta Olivares, Berta Ureta, Zoila González, Petronila Abarca, Rubira Olivares.