COLUMBUS Y LA ARQUITECTURA SENSITIVA
¿Dónde fumaste tu primer cigarrillo?
¿Dónde fumaste tu primer cigarrillo? ¿Dónde diste tu primer beso? ¿En qué lugar te sentiste invencible o, por el contrario, muy pequeñito? ¿Dónde probaste la traición? ¿Qué paseo guarda tus lagrimas? ¿Qué discoteca es la de tu risa? ¿Dónde viste y entendiste la inmensidad del mundo? ¿Cuándo creíste que tu solo podrías cambiar la sociedad que te rodea? No lo pienses, te respondo: en lugares, en espacios, en ARQUITECTURA. La película Columbus (2017) va de eso. De lugares. Porque en el espacio físico es donde se vive.
La arquitectura como experiencia y escenario perceptivo
En el libro La experiencia de la arquitectura, de Rasmussen, todo un clásico de la bibliografía arquitectónica, se describen en varios capítulos las diferentes vías por las cuales se percibe la arquitectura: vista, oído, gusto, olfato y tacto. Así, la deliciosa secuencia de lugares de Columbus (Indianápolis, EEUU) que encontramos en nuestra película homónima crea un perfecto coctel sensitivo donde percibir paisajes sensoriales. La percepción y la sensibilidad como don y arte.
Las vivencias forman parte de nuestro yo, es decir, de nuestro pasado. Si multiplicamos espacios por tiempo, el resultado de la ecuación es la vivencia. Los protagonistas Jin y Casey son ejemplo de La experiencia de la arquitectura, ya que caminan por Columbus simplemente viviendo. Hablan, fuman, conversan, respiran, se miran, se callan: viven. La cámara se posa fijamente mirando la vida, contigua a la arquitectura. Nos transporta y evoca momentos y recuerdos. Jin es el hijo asiático de un famoso arquitecto, que se encuentra en coma y Casey, una joven bibliotecaria de la ciudad. Ambos experimentan en el presente su pasado y se cruzan emocionalmente para proyectarse en el futuro. Siempre con la arquitectura como telón de fondo y como escenario de vida.
La ciudad refleja la memoria emocional de nuestras vidas. ¿Y tú?, ¿has paseado como Jin y Casey? ¿Qué decisión tomaste en tu ciudad? La ciudad es memoria y recuerdo, y los espacios son los escenarios de la vida.
Recordar es volver a vivir
“Recordar” viene del latín: “Recordari”. Re: volver a; cordare: de cordis (corazón). El significado de recordar va más allá de la memoria, tiene una connotación positiva. Significa volver al corazón, volver al amor. Volver al lugar donde amaste y te sentiste amado.
El cerebro es selectivo y tiende a olvidar lo negativo. Pero, aunque una «canción» de moda diga “Y si no me acuerdo, no pasó”, lo negativo también ha ocurrido y existe.
El lenguaje es sabio y en la etimología de las palabras está la intención afectiva que quieren mostrar. Recordad mucho, porque todo será bueno. El recuerdo, por tanto, tiene una relación directa con la experiencia espacial. La sensibilidad cinematográfica en Columbus hace que nos demos cuenta de cuándo y cuánto recordamos lo especial e inolvidable que nos ocurrió en nuestras vidas, como el amor.
Decía el Arquitecto Sáenz de Oíza en una entrevista para Canal Sur que él “siempre estaba en Sevilla. Aunque viviera en Madrid” ¿Por qué? ¿Por que Sevilla fuera la quintaesencia de la arquitectura? ¿Por qué todo era bueno en Sevilla? Pues no. Porque en Sevilla él había sido joven, respondió.
La arquitectura y la ciudad, como decíamos anteriormente, es recuerdo y memoria. Te pregunto: ¿Cuál es el mejor pueblo del mundo?, ¿el mejor lugar de vacaciones?, ¿el sitio ideal para vivir? Te respondo: TU pueblo, donde TÚ veraneaste y donde TÚ vives. Rilke aseguraba que “La verdadera patria del hombre es la infancia” y la infancia es recuerdo y amor. La arquitectura que se muestra en Columbus nos traslada a los recuerdos.
Hakuna Matata, construye y sé feliz
Los dos protagonistas de Columbus sufren un conflicto sentimental. Discuten sobre arquitectura con preguntas sencillas como “¿Cuál es tu edificio favorito?” o “¿por qué ese es tu edificio favorito?”. “Porque tiene vidrio en vez de rejas y te invita a entrar”, dialogan en una escena de la película. Según andan por el pequeño pueblo, repleto de joyas arquitectónicas, se van conectando con el entorno y ambos pelean internamente con el recuerdo de sus padres.
Y entonces, ¿por qué es tan importante el diseño de los espacios? En la arquitectura suceden todas las preguntas y respuestas. La arquitectura es el problema y la solución. En otro diálogo Casey y Jin reflexionan sobre la capacidad curativa de la arquitectura y sobre la responsabilidad del arquitecto en la salud de las personas. Resulta que los arquitectos Saarinen, Pei y R. Meier (principales y más famosos arquitectos que construyeron en Columbus) son médicos mentales.
Sí, los lugares curan y dan las respuestas que estabas buscando. En la maravillosa, transparente, blanca y sutil casa Miller de Saarinen (que se ve magníficamente en la película) ningún problema puede hacerte sufrir, Hakuna Matata. Construye buena Arquitectura y sé feliz.
Estática frente a dinámica
En el estudio de las estructuras diferenciamos el estudio de la estática y de la dinámica. La dinámica es el estudio de cuerpos que se mueven, que van a acelerar y a frenar. Por tanto, es un campo que queda fuera de la construcción. En cambio, en arquitectura todo tiene que estar quieto, de ahí que sea la estática lo que se estudia en estructuras. En Columbus viene como anillo al dedo. Esos planos estáticos son pura delicia visual. Los elementos móviles (personas circulando) frente al estático (edificio). Los planos son largos y densos. La cámara es un ojo tranquilo, observador que no tiene que correr de nadie ni escapar de ningún sitio. Solamente observa, la ciudad y el paso del tiempo. La película, sin querer, describe en su forma esa ecuación de espacio tiempo llamada vivencia.
Vivir, recordar y anhelar son consustanciales al espacio. Sin espacio no hay vida ¿No me crees? Dime, ¿dónde estás leyendo esto?, en arquitectura. Postrémonos ante ella, que cobija nuestro sentir y existir. Ave Cesar, digo, Ave Arquitectura. Y eso que casi no hablé de ella. ¡Vividla solos! Columbus es una magnífica ocasión para ello. Espacio y percepción mezclados en la pantalla. Poned los cinco sentidos porque todos ellos están en Columbus.
Carlos Aguirre Díez, es Arquitecto y doctorando en Composición, Historia y técnica de la Arquitectura por la Universidad CEU-San Pablo. Creador del programa Ciudad Abierta en Radio Círculo (Circulo de Bellas Artes, Madrid).